Churro Mai

El español que se prejubiló y montó con éxito la primera churrería de Tailandia

Javier Arce es de Cantabria pero un viaje al país del sudeste asiático le cambió la vida. Decidió dejarlo todo para montar un exitoso negocio español con un toque de fusión que ya fascina a los ciudadanos locales.

Puesto de churros en un mercado.
Puesto de churros en un mercado.
©[Maica] a través de Canva.com
 

Las costumbres españolas arrasan en todo el mundo. De hecho en Japón no solo están fascinados con el flamenco, sino que además ya cuentan con su propio seminario anual de cortadores de jamón ibérico. A mediados del 2020 China volvió a abrir sus puertas a las exportaciones, recuperando así uno de los mercados con mayor demanda de productos españoles. La primera empresa en importar carne porcina y embutidos fue Embutidos Martín, a finales de año. Hoy, un español prejubilado sigue este camino con una churrería de éxito en Tailandia.

Javier Arce es de Cantabria y tiene 54 años, en 2019 decidió prejubilarse en un banco en el que trabajaba y empezó a recorrer el mundo en solitario. Uno de los destinos que más le fascinó fue el sudeste asiático y al tiempo decidió instalarse en Tailandia, explicó en una entrevista en La Sexta.

Cuando volvió a su casa algo se le quedó clavado y tras varias conversaciones con su familia sobre montar un negocio tomó la decisión de mudarse al país asiático para iniciar un nuevo camino de emprendimiento.

Arce quedó encantado con la cultura de la zona norte y se estableció en Chiang Mai. Allí conoció a su actual pareja, Ying Oiha, con la que decidió montar una churrería 'premium'. 

Ya son más de seis cadenas de televisión que les han contactado para conocer más del negocio, que empezó a tener gran recepción entre los locales desde su inauguración el 13 de noviembre.

Un toque picante

Según explica el cántabro, solo conocía un lugar en el país donde vendieran churros y no se parecían a los españoles, por lo que optó por seguir la receta tradicional usando harina, agua y sal. 

Sin embargo, ha tenido que ir adaptándolos a los gustos tailandeses, por lo que ofrece dos sabores: dulces (con canela) y picantes. En su página web presumen de ser los primeros en ofrecer este producto innovador. Además, también se han lanzado a crear churros rellenos de chocolate o crema, 'hot dog churros' y tortillas de patata.

Parte del éxito proviene de la tarea de promoción que realiza su pareja en Tik Tok y otras redes sociales, puesto que acompaña las tareas del negocio con varios bailes de moda.

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