Automóviles, lujo, petróleo o plásticos: la guerra Trump-China amenaza a España

China y EEUU
China y EEUU

Europa tiembla ante la posibilidad de que las amenazas vía redes sociales del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, a China se conviertan en hechos, sobre todo en un momento en que la economía de los Veintisiete y la del euro se enfrentan a una desaceleración que tiene a Alemania (estancada) y a Italia (en recesión) como principales protagonistas. Un recrudecimiento de las tensiones entre los dos gigantes supondría un mazazo para la economía de la locomotora europea y, por extensión, para países como España, que exporta buena parte de sus productos a la zona euro. No es de extrañar que las bolsas europeas y el Ibex 35 lo hayan pagado caro

Lo que ha hecho Donald Trump, de nuevo al golpe de tuit, ha sido presionar a China para que las conversaciones comerciales entre ambas potencias avancen a una mayor velocidad. Para ello, amenaza a Pekín con aumentar los aranceles sobre las importaciones chinas otros 200.000 millones de dólares, elevando las tasas que aplica a sus productos del 10% al 25% a partir de este mismo viernes y se plantea, además, extender un nuevo arancel del 25% a otros 325.000 millones de importaciones que aún no están cubiertas.

Esta posibilidad haría mella en la economía China, que también ha empezado a echar el freno y en su moneda, que solo en la sesión de hoy ha registrado su mayor caída en tres años. Menos crecimiento en China y una moneda más débil recortarían las importaciones de productos europeos por parte del gigante asiático. Esto sería muy grave para Alemania, puesto que China es el tercer país que más productos le compra, sobre todo vehículos.  

Esta noticia no podría pillar peor al sector del automóvil europeo, de capa caída ya por el endurecimiento de la normativa sobre emisiones en el Viejo Continente, y con ello, a la industria de componentes española, que tiene a Gestamp (el mayor fabricante de componentes de automoción y controlada por la familia Riberas) y a Cie Automotive, como sus dos principales protagonistas. Hay que tener en cuenta que según los últimos datos de la Asociación Europea de Fabricantes de Automóviles (ACEA), el sector de la automoción da trabajo a más del 6% de la población empleada en la UE y aporta 413.000 millones de euros en impuestos.

Pero no solo el sector del automóvil puede verse afectado por un pinchazo chino si se recrudece la guerra comercial. Las caídas en bolsa europea dan buena idea de hasta qué punto otros sectores dependen de China. Así, el gigante alemán Basf, productora de plásticos y cauchos, retrocedió un 5,3% en Fráncfort. Cayó un 2% también Covestro, empresa germana de contenedores y empaquetados que llegó a ser una división del grupo Bayer redujo sus pérdidas al o,7%, puesto que un pinchazo de la considerada como 'fábrica del mundo' afectaría también de forma negativa a su negocio.

el dato

El  automóvil emplea a 575.500 personas en España

De acuerdo con los datos de la Encuesta de Población Activa (EPA), el sector del automóvil daba trabajo a 575.500 personas en España al cierre del año pasado. Este dato supone un avance de casi el 1% en relación al año previo. 

Y lo mismo sucede con el sector del lujo, que en la actualidad depende en buena medida de la demanda asiática. Tanto es así que las nuevas trabas puestas por Trump ha China llevaron a Louis Vuitton (LVMH) y a Kering a retroceder un 3% y 2,5%, respectivamente. Estas ventas en la renta variable contrastan con lo que sucede en la renta fija. Los inversores buscan refugio en el bono alemán a diez años, el activo más estable. Así, su rendimiento, que se mueve de forma inversa a su precio, se hundió un 40% y lleva de nuevo al 'bund' cerca de terreno negativo, en el 0,009. 

Que China frene o patine tampoco también tendría consecuencias negativas sobre el precio del petróleo, puesto que el país es su principal consumidor a nivel global, algo que sería de los pocos factores positivos para unas economías más débiles y que favorecería a países energéticamente dependientes, como es el caso de España. El barril de Brent, de referencia en Europa, se deprecia más del 0,75% hasta 70,32 dólares; mientras que el de crudo ligero West Texas para entrega en junio cae un 0,6%, hasta los 61,56 dólares.  

Mostrar comentarios