Actas de la reunión del 27 de julio

El BCE contempla riesgo de 'estanflación' y no ve necesario subir tipos en septiembre

El banco central adopta una política de 'último minuto' para su próxima decisión de tipos aunque se incrementan los riesgos de desaceleración en la economía como argumento para evitar una nueva subida de tipos.

Conferencia del BCE el pasado 27 julio.
Conferencia del BCE el pasado 27 julio.
FELIX SCHMITT / ECB vía La Información

Las actas están sobre la mesa. Los gobernadores del Banco Central Europeo (BCE) respaldaron de forma unánime la subida de tipos de interés en julio de un cuarto de punto, hasta el 4,25%, pero expresaron sus dudas de forma generalizada de cara a septiembre debido al deterioro de la actividad económica y a que esperan una posible revisión a la baja del cuadro inflacionario que se pintó en junio.

"Se argumentó que era bastante probable que las proyecciones del personal técnico del BCE revisaran la trayectoria de inflación lo suficientemente a la baja, hasta el 2%, sin necesidad de otra subida de tipos de interés en septiembre. Sin embargo, también se expresó cautela en cuanto a asignar demasiada importancia a la reunión y a las proyecciones", señalan las actas del encuentro del BCE en el que volvieron a liderar la exposición la consejera alemana Isabel Schnabel y el economista jefe del organismo, Philip Lane.

El documento recuerda que antes del próximo 14 de septiembre, el Consejo de Gobernadores dispondría de una nueva ronda de proyecciones económicas de los funcionarios del BCE y nuevos datos oficiales como la inflación de julio y la de agosto, que se acaba de de conocer este jueves con un estancamiento en torno al 5,3%. 

El banco central también cuenta con indicadores de crecimiento económico a la baja en la zona euro, pese a la resistencia del sector servicios que va con retardo al industrial. En este contexto, el BCE señala claramente el riesgo de 'estanflación' en la zona euro, es decir, una aceleración de la inflación con la economía estancada debido a que persisten las amenazas de shocks en la oferta, no la demanda. 

"Se expresó la opinión de que la combinación de ausencia de sorpresas en materia de inflación y perspectivas de crecimiento inferiores a las esperadas implicaba que los riesgos para la inflación se habían vuelto más equilibrados, si es que no habían comenzado ya a inclinarse a la baja", apunta el comentario registral que elabora el BCE sobre sus reuniones.  

También hubo gobernadores que expresaron su opinión en contra de nuevas subidas de tipos con la siguiente argumentación: "Un ajuste excesivo no ayudaría a llevar la inflación de manera sostenible al objetivo del 2% si luego conducía a una inflación insuficiente. Se recordó que los efectos de las pasadas subidas de tipos todavía no se habían transmitido plenamente a la economía real"

Además, las actas del BCE recogen una mención expresa a que el Consejo de Gobierno debe tener en cuenta no solo la inflación, sino también "los 'objetivos secundarios' que le asignaba el Tratado de la Unión Europea y contener efectos colaterales innecesarios sobre la producción y el empleo al cumplir su mandato de estabilidad de precios a mediano plazo".

En este sentido, los gobernadores del BCE escucharon la advertencia sobre la presencia latente de 'shocks' de oferta adversos que podrían dar como resultado el de una estanflación ante el que la política monetaria sería menos efectiva. "En este caso, ni siquiera una recesión estaría necesariamente acompañada de una clara reducción de la inflación durante algún tiempo, a diferencia del caso más estándar en el que los shocks de demanda eran la fuerza impulsora", recogen las actas.

Decisión de 'último minuto'

"Las actas de hoy subrayan que el banco central mantiene su postura de poner más énfasis en los datos reales que en los datos esperados, que todavía ve un mayor riesgo de dejar de aplicar medidas restrictivas demasiado pronto en lugar de ir demasiado lejos, y que parece tener una mayor tolerancia a las sorpresas negativas del crecimiento que a la evolución inesperada de la inflación", señala Carsten Brzeski, director de análisis macroeconómico de ING Research.

Pese a ello, el BCE muestra su disposición a tomar una decisión en el último momento sobre los tipos de interés y, de hecho, las actas recogen la recomendación de evitar declaraciones públicas claras en un sentido u otro para tratar de equilibrar las expectativas del mercado. El banco central se muestra preocupado por una inversión de la curva de tipos (plazos cortos con interés más altos que a largo) como viene sucediendo en EEUU a lo largo del último año. 

"Además, para los halcones, el riesgo de que una pausa se transforme en un punto final podría ser demasiado alto. Por eso creemos que los halcones tendrán su última palabra y presionarán al BCE para que realice una última subida moderada en la reunión de septiembre. Un último para el camino, aunque sigue siendo una decisión muy reñida", añade Brzeski en un comentario tras las actas.

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