Hay movimiento en la propiedad de Ferrovial. Los dos mayores accionistas financieros de la compañía no vinculados a la familia Del Pino han elevado su participación en el capital después de su reciente estreno en la Bolsa de Ámsterdam (Euronext), como resultado de la fusión inversa de la matriz española con la filial Ferrovial International SE (FISE) y el traslado de la sede social a Países Bajos.
Tras el canje de las acciones de vieja Ferrovial SA por las de la nueva FISE, BlackRock, la mayor gestora del mundo de fondos de inversión, ha elevado su posición en la compañía desde el 3,06% al 3,6%, según los registros del supervisor neerlandés AMF consultados por 'La Información'.
Al mismo tiempo, el 'hedge fund' británico The Children Investment Fund (TCI) que capitanea Chris Hohn también ha subido su porcentaje desde el 9% al 9,73% del capital de Ferrovial SE, aunque la mayor de su posición son derivados financieros y no acciones ordinarias. Se consolida como el segundo mayor propietario.
Este aumento de la participación se produce pocos días después de que TCI notificase que había superado por primera vez el 9% del capital desde que ingresó en su accionariado en mayo de 2019. El fondo de Hohn ha sido uno de los principales apoyos de Ferrovial en su salto bursátil de España (BME/Six) a Holanda (Euronext)
El resto de principales accionistas del grupo constructor y gestor de infraestructuras se mantiene con pocos cambios hasta el momento. El presidente de Ferrovial, Rafael del Pino, ha declarado un 20,45% del capital, 0,03 puntos más que el 20,42% más que la semana pasada debido a la incorporación a su participación de acciones restringidas que se usan como remuneración a la alta dirección de la cotizada.
Su hermana María del Pino y Calvo-Sotelo también ha actualizado su participación ante los reguladores de la bolsa holandesa, aunque en este caso sin cambios. Mantiene un 8,2% del capital de Ferrovial bajo su control directo.
Quien todavía no ha notificado su presencia a la AMF y Euronext es su hermano Leopoldo del Pino y Calvo-Sotelo, que mantenía un 4,15% del capital de la Ferrovial española y votó en contra de la operación corporativa que ha cambiado la nacionalidad del grupo para, según la empresa, mejora su presencia internacional y salir a cotizar en EEUU desde Euronext.
Con su debut en la Bolsa de Ámsterdam, concluye un período turbulento de más de tres meses para la compañía desde que el 28 de febrero pasado anunció su intención de trasladar su sede a Países Bajos, lo que generó una gran controversia a nivel político al tratarse de una de las principales empresas españolas.
El Gobierno de Pedro Sánchez cargó a través de sus principales responsables como la vicepresidenta Nadia Calviño contra la empresa y también contra la familia Del Pino, sus principales accionistas, acusándoles de intentar pagar menos impuestos. El Ejecutivo presionó a la empresa para que no lo hiciera, aunque Ferrovial terminó ganándose los apoyos de la opinión pública, otras empresas y la oposición.
Ferrovial justificó su decisión en que la mayoría de su actividad se produce en EEUU, país donde quiere salir a bolsa, y el paso previo a Países Bajos facilitaba este proceso debido a las dificultades para hacerlo desde la bolsa española BME, controlada desde 2020 por la empresa suiza Six Group. También alegó que el rating triple A de Países Bajos le permite financiarse a costes más bajos que desde España. Su filial neerlandesa ya canalizaba la mayoría de emisiones de deuda del grupo.
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