Nueve semanas a la baja

La burbuja del aceite de oliva confirma su pinchazo con caídas del 12% en dos meses

Los precios en origen para las calidades virgen extra (AOVE), virgen o lampante bajan semana tras semana conforme afloran datos de producción mayores a lo esperado y las cifras del consumo final se desploman.

Producción de aceite de oliva en Sevilla.
Producción de aceite de oliva en Sevilla.
D. O. Estepa vía Europa Press

Los datos del sistema de vigilancia de precios agrícolas desde Bruselas comienzan a dibujar un visible tendencia bajista en los precios del mercado del aceite de oliva, que ha asistido a su particular burbuja en España con epicentro en Andalucía. La caída del consumo en los supermercados, el afloramiento de datos de producción mayores a lo previsto y la estabilidad de las importaciones desde otros países dan continuidad al abaratamiento del oro verde por novena semana seguida.

Por novena semana consecutiva, el precio del aceite de oliva virgen extra (AOVE, acidez máxima 0,8º) bajó a los 7,57 euros por kilogramo (7.570 euros la tonelada) en la cuenca de Jaén, la mayor zona productora del mundo. Son datos de la Comisión Europea al cierre de la semana pasada, la séptima de la campaña 2023/2024 que está en curso, y elevan el descenso desde los máximos de septiembre a cerca del 12%

La caída es todavía mayor en otras calidades del aceite consideradas inferiores. El virgen (acidez máxima del 2º)  ha retrocedido hasta los 6,6 euros/kg (6.600 euros/tonelada), un 16% menos que el pasado 15 de septiembre. En el caso del lampante -no apto para el consumo directo hasta que es refinado con procesos industriales y añadiéndole AOVE-, el descenso es del 14,8%, hasta los 6,5 euros/kg. 

La referencia de precios de Jaén está arrastrando a otros mercado con menor número de productores y con mayor concentración sectorial. Por ejemplo, el AOVE en Sevilla, Córdoba o Tarragona todavía supera los 7,8 euros/kg, un 3% por encima del que se produce en origen en el mar de olivos jienense, según los datos de la Comisión. El otoño más lluvioso allí frente a otras provincias -con el doble de pluviosidad este noviembre frente al 2022- ha aflorado un aumento de producción.

La crisis del aceite de oliva ha llegado hasta el Congreso esta semana con una pregunta parlamentaria ante la que el Gobierno ha respondido que prevé una "moderación de precios" debido al aumento de producción del 15% para la campaña 2023/2024 que comenzó el pasado 1 de octubre. Los precios del aceite de oliva en origen y al por mayor se han disparado hasta en un 120% interanual en su máximo del pasado septiembre y más del 200% en cuestión de tres años.

Especulación en el olivar

Sin embargo, las fuerzas invisibles del mercado están actuando por cuenta propia. El desplome del consumo ha comenzado a alarmar en la industria procesadora y distribuidora de la grasa vegetal del Mediterráneo. La Asociación Nacional de Industriales Envasadores y Refinadores de Aceites Comestibles (Anierac) ha informado este martes que el volumen de ventas en octubre, el primer mes de la nueva campaña, se ha desplomado un 37% interanual, hasta 18,5 millones de litros.

La patronal acusa además al olivar como responsable de la histórica subida de precios que se ha registrado en el último año, con un alza de hasta el 120% interanual o un 200% en solo tres años. "Los datos oficiales demuestran que los precios en origen de producción han subido un 60% mientras que los precios al consumidor final lo han hecho en un 35%. La industria del aceite de oliva está al límite tras dos años de continuadas subidas de coste", explican en Anierac.

Bruselas vigila con especial atención la evolución de los precios agrícolas debido al elevado volumen de subvenciones públicas que reciben los agricultores europeos en el marco de la Política Agrícola Común (PAC). Solo en España, más de 622.000 agricultores y ganaderos con 22,2 millones de hectáreas en explotación se han acogido en 2023 a algún tipo de ayuda pública para el desempeño de su actividad. El importe total solo para el campo español asciende a 4.875 millones de euros este año para el campo español, lo que arroja un promedio de 7.832 euros por solicitante.

En 2022, el Gobierno de Pedro Sánchez aprobó una ayuda asociada especial para el denominado "olivar tradicional", que representa 2,7 millones de hectáreas de cultivo, el 15% del total. Según los datos oficiales, alrededor de 350.000 agricultores se dedicaban el año pasado al cultivo del olivar, que produjo 1,5 millones de toneladas (2021/22) frente a las apenas 0,6 millones registradas en la anterior (2022/23).

Cuando presentó el plan el ministro de Agricultura, Luis Planas, España producía el año pasado el 70% del aceite de oliva de la Unión Europea (UE) y el 40% de la producción mundial. Esas cifras han dado un vuelco radical tras la pasada campaña debido al desplome de la cosecha en España (-56%) por la sequía.

El mismo problema, aunque en menor medida, se ha reproducido en Italia, Marruecos y Túnez. En cambio, Grecia y Turquía han disparado su peso en el mercado europeo del aceite de oliva hasta situarse como segundo y tercer país en relevancia, por delante de Italia por primera vez desde que hay datos.

Mostrar comentarios