Recuperación económica

¿Cambio de ciclo? Motivos de la renta variable europea para batir a Wall Street

Este tipo de rentas crecieron en el viejo continente un 39,3% en los últimos 12 meses y con la llegada de las vacunas, las previsiones de recuperación económica han crecido y puede superar a Estados Unidos. 

Las bolsas europeas, a la espera de Draghi
Los motivos de la renta variable europea para batir a Wall Street
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La renta variable europea ha tenido un gran rally durante los últimos 12 meses, apreciándose un 39,3% mientras los datos macroeconómicos subyacentes comienzan ahora a levantar cabeza tras el duro varapalo ocasionado por la crisis del coronavirus. De ahí a que cada vez haya más expertos que miren hacia el viejo continente como canalizador de las grandes rentabilidades, después del ciclo tan potente de Wall Street.

El Fondo Monetario Internacional (FMI) aumentaba sus proyecciones del PIB de la Eurozona a un 4,4% para 2021 y 3,8% para 2022, cuando tres meses atrás lo había centrado en un 4,2% y un 3,6%, respectivamente.

En este sentido, de acuerdo con el Índice Económico de Sorpresas de Citi, los datos macro europeos han pegado un giro desde noviembre de 2020, superando a los de Estados Unidos. No obstante, el rendimiento de la renta variable europea ha sido muy inferior al de otras regiones alrededor del mundo, con una diferencia del 15% con respecto a la estadounidense, un 6,4% con el MSCI World Value y un 21% con la japonesa.

La ratio estimada de Precios/Beneficios (PER) del índice EuroStoxx 600 ha caído del récord de junio último debido al gran salto que los resultados empresariales proyectados tuvieron, superando las subidas de precio de las acciones. Pero, a medida que salimos de la crisis sanitaria, parece que Europa puede tener varias razones para ser atractiva.

Por un lado, la recuperación global favorece a la economía europea dependiente de las exportaciones. Mientras, el levantamiento de restricciones podría beneficiar a los valores cíclicos sensibles, al mismo tiempo que el fondo de recuperación de la UE impulsará su revival.

Pero no son los únicos puntos clave, puesto que la recuperación global favorece a la economía de Europa dependiente del volumen exportador. Las exportaciones comprenden un 28% del PIB de la Eurozona en comparación a solamente un 12% de Estados Unidos, 18% de Japón y 19% de China. El contexto, de por sí, enciende con ligereza la famosa luz al final del túnel.

En un encuentro con medios de comunicación, Richard Brown, gestor de carteras de clientes de renta variable europea en Janus Henderson Investors, apuntó el apetito que pueden tener las bolsas europeas en un entorno como el actual y qué cabría esperar para la Eurozona con esos pronósticos.

El experto señaló que hay que tener en cuenta cuál es el punto de partida, con la base del pasado, y el camino que está por recorrer. “El último ciclo fue terrible para la renta variable europea, ya que la austeridad y las políticas de error/inaction, la cuestionable construcción política y las dos velocidades de crecimiento no fueron factores que favorecieron a la renta variable europea”, concretó.

Esta divergencia con respecto a Estados Unidos se canalizó también por una limitada exposición al dominio global de las compañías. “Ejemplos como Amazon o Google son bastante claros, mientras que Europa no ha tenido grandes empresas de este tipo para cambiar el crecimiento”, ejemplificó.

Los motivos que empujan al cambio de tendencia

Ahora el panorama es bien distinto por distintas variables. “La respuesta política ha mejorado mucho, en velocidad y escala, además de que hay una mayor unión fiscal y expansión, que deberían traer mayores niveles de crecimiento”, resaltó Brown.

La rotación hacia Europa podría fundamentarse, a su modo de ver, en una mayor predilección por invertir bajo los criterios ESG y dónde las grandes tecnológicas tendrán menos importancia en una década marcada por la sostenibilidad. “En este sentido, Europa ha hecho del cambio climático de sus principales prioridades”, valoró.

Los líderes de la UE acordaron a principios de diciembre un paquete de estímulo de 1,8 billones de euros de los cuales aproximadamente el 30% se destinará a la inversión en una gama completa de iniciativas de emisiones netas cero de carbono.

También se pusieron de acuerdo para reducir las emisiones en un 55% para 2030 frente a los niveles de 1990, frente al 40% anterior, además de poner en marcha un plan de movilidad sostenible que implica una reducción del 90% en las emisiones del transporte para 2050 y la circulación de 30 millones de vehículos sin emisiones en las carreteras europeas para los próximos 20 años.

Mientras, la brecha de valoración entre Europa y Wall Street están en un extremo casi opuesto, al mismo tiempo que el ciclo de inflación está por detrás. “Las bolsas europeas cotiza a unos niveles más atractivos y los cambios respecto a la crisis anterior son reseñables”, indicó. “En comparación con Estados Unidos, los inversores aún no están teniendo en cuenta todo este crecimiento potencial”, añadió

Después de la crisis financiera el sector, según aseguró el experto de Janus Henderson, era un auténtico desastre. “Sin embargo, ahora han conseguido ajustar sus métricas y sus balances: sus cuentas se han reparado significativamente desde el 2009 y es un factor importante”, relató.

También, influye la ratio de defaults (imapgos) de las empresas, lo cual se puede visualizar con unas métricas en el espectro del high yield que, por ahora, se encuentran en niveles bajo control. En definitiva, un telón de fondo que podría empujar a la renta variable europea a niveles más altos en comparación con la bolsa estadounidense.

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