La mayor caída desde 1991

'Crash' del petróleo (-26%): Arabia Saudí inunda el mercado tras romper con Rusia

Campo petrolero de Aramco: Manifa
Campo petrolero de Aramco: Manifa
Aramco

'Crash' en el mercado de petróleo. El precio de los barriles de petróleo Brent y West Texas (WTI) ha llegado a hundirse hasta un 30% en su mayor caída desde la Guerra del Golfo de 1991. Arabia Saudí, el mayor exportador a nivel mundial, ha dado este fin de semana un brusco giro de timón que ha desatado el pánico en el mercado: guerra de oferta y precios con  Rusia. De querer recortar la producción para sostener los precios, los saudíes han pasado al ataque aumentando la producción por encima de los 10 millones de barriles diarios como respuesta directa a la negativa de Rusia a sumarse al acuerdo de la OPEP la semana pasada.

El pasado viernes, el cartel iba a dar el visto bueno a un recorte de 1,5 millones de barriles diarios pactado por la OPEP para hacer frente a los efectos del coronavirus sobre la demanda. Esta severísima corrección puede generar un colapso del sistema, tal y como alertan ya los expertos, entre los que el banco de inversión estadounidense Goldman Sachs no descarta ya que el precio pueda desplomarse hasta los 20 dólares.

A las 22:00 horas, el barril de Brent para entrega en mayo, referencia en el Viejo Continente, se precipita un 26%, hasta 33,5 dólares, su nivel más bajo desde el año 2004. El de crudo ligero West Texas se desmoronaba un 26%, hasta los 30,2 dólares, su valor más bajo desde el año 2003.

El motivo de este descalabro, que no se veía en casi tres décadas, es que Arabia Saudí ha decidido dar un golpe sobre la mesa y ha aplicado este fin de semana el mayor tijeretazo al precio de la materia prima en al menos veinte años. Al mismo tiempo, la petrolera estatal Aramco (la mayor del mundo) ha asegurado que aumentará la producción por encima de los 10 millones de barriles al día a partir del mes de abril, en lo que supone una declaración inequívoca de que piensa inundar el mercado con crudo.

Este movimiento puede llevarse por delante a los productores de medio mundo. Rusia ha recogido el guante y ha dado el visto bueno a sus compañías para bombear tanto como puedan. Esto supone la desintegración en la práctica de la conocida como 'OPEP+' (los catorce países exportadores y sus diez socios, encabezados por Moscú), que llevaba más de tres años cooperando para sostener el mercado del crudo.

Este enfrentamiento se produce a raíz de la caída de la demanda de crudo en China, principal consumidor a nivel mundial, por el parón en la actividad que ha tenido que decretar su gobierno para evitar la extensión del Covid-19. Firmas como Morgan Stanley prevén que la demanda del gigante asiático se estanque este año por los efectos económicos de la enfermedad, que ya golpean a Italia (que ha asilado a 16 millones de personas en el Norte del país), Corea del Sur, Irán, Francia...

Impacto en el resto de activos

El hundimiento del petróleo está teniendo consecuencias severas para el resto de activos mundiales. Su movimiento está provocando una fortísima corrección en las bolsas de toda Asia, con desplomes que van del 5,4% que se ha dejado el Nikkei de Tokio al 3% que ha perdido Shanghái. Y se está cebando con los mercados europeos, donde el Ibex 35 ha llegado a perder un 7% en la apertura, aunque a las 10:30 horas modera el descenso al 5,5% (7.900 puntos).

El dólar registra también un fuerte movimiento a la baja y el euro eleva su valor al nivel de 1,14 unidades en su cruce frente al billete verde. La caída del crudo ha disparado el precio de los bonos que ven hundirse su rentabilidad a cotas no vistas. Es el caso por ejemplo de la deuda estadounidense a diez años, cuyo interés cae hasta el 0,42%. El del Bund, referencia en Europa, ahonda en terreno negativo hasta el -0,87%.

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