Signos de debilidad

El 'credit crunch' se convertirá en el principal temor de los expertos este otoño

En el último trimestre, los principales bancos centrales han subido los tipos de interés en varias ocasiones y, aunque esto ha dificultado la rentabilidad de algunas bolsas, todavía no hemos asistido a una venta masiva.

Christine Lagarde (i) junto a Jerome Powell (d) en el último foro del BCE en Sintra.
El 'credit crunch' se convertirá en el principal temor de los expertos este otoño.
BCE / Archivo / L. I.

Las economías y los mercados de trabajo han resistido mejor de lo esperado, mientras que la inflación sigue siendo más alta y persistente de lo que desearían los bancos centrales. El status económico está claro para los principales mercados desarrollados. En respuesta, en el último trimestre los principales bancos centrales han subido los tipos de interés en varias ocasiones y, aunque esto ha dificultado la rentabilidad de algunas bolsas, todavía no hemos asistido a una venta masiva.

Dicho esto, están apareciendo signos de debilidad. Los PMI del sector manufacturero de todo el mundo se han situado por debajo de los 50 puntos de contracción, mientras que las existencias se han acumulado tanto en Estados Unidos como en Europa, lo que apunta a una menor demanda final.

Gran parte del crecimiento se ha producido en el sector servicios, gracias en parte al impacto tardío de la pandemia, aunque este efecto está disminuyendo. El crecimiento de los préstamos se está debilitando en varios lugares, a medida que empiezan a sentirse los efectos de la subida de los tipos y las quiebras bancarias.

El crecimiento de China también parece ralentizarse un poco más rápido de lo que muchos pensaban, aunque las perspectivas para el año siguen siendo sólidas en comparación con la mayoría de los demás. Y lo que es más preocupante, los precios de toda la economía se han hundido en la deflación, con una tasa anual de los precios de producción cercana al -5% y unos precios al consumo prácticamente planos con respecto a un año antes.

“En general, las perspectivas siguen siendo bastante turbias”, explica Shamik Dhar, economista jefe de BNY Mellon IM. Una situación que hace que pueda aparecer un cisne negro llamado 'credit crunch' o crisis crediticia, derivado de este tensionamiento monetario, al que el experto le da un 40% de probabilidad de que termine cuajando por algunos argumentos que se han de tener en cuenta.

“Los argumentos a favor de una ‘crisis del crédito’ este año siguen siendo los mismos… Las condiciones financieras y crediticias se han endurecido, sobre todo en Estados Unidos, donde continúa el desplazamiento de los bancos pequeños/regionales hacia instituciones más grandes”, dice Dhar.

En esta línea, aunque se trata más de un movimiento que de una huida, la quiebra del First Republic Bank ha puesto de manifiesto que el problema no ha desaparecido. Los bancos regionales más pequeños representan en torno al 40% del total de préstamos bancarios del país norteamericano y financian de forma desproporcionada a las PYMEs y al sector inmobiliario comercial.

“Es evidente que los bancos más grandes y los mercados de capitales más amplios pueden asumir parte de la carga, pero probablemente no la mayor parte”, comenta Dhar. De ahí que lo que los economistas denominan el canal de los “préstamos bancarios” –un fuerte aumento del coste del capital mediado por el sector bancario– probablemente repercuta en la economía durante el segundo semestre de este año.

Y, aunque todavía no se ha visto muchas pruebas de ello, ese impacto podría verse reforzado por el canal del “capital bancario” (en el que las caídas de las cotizaciones bursátiles de los bancos amenazan su patrimonio neto y su capacidad para conceder préstamos), así como por el tradicional "canal del crédito".

“En realidad, la probabilidad de una contracción del crédito es probablemente mayor en Estados Unidos, pero muchos países comparten el problema de una inflación persistentemente superior al objetivo al nivel actual de los tipos de interés”, destaca el experto de la gestora estadounidense.

La posibilidad de aterrizaje tardío

El escenario de “aterrizaje retardado” de la economía de Estados Unidos afrontaría también otros problemas. A diferencia del escenario de contracción del crédito, si la subida de los tipos de interés y el endurecimiento de las condiciones financieras resultan insuficientes para frenar significativamente la economía en el segundo semestre, es posible que los tipos de interés tengan que subir mucho más en varios países.

Para Dhar, esencialmente, los errores políticos cometidos por los bancos centrales en el pasado (dejar los tipos demasiado bajos durante demasiado tiempo) se vuelven en su contra, y los tipos deben subir mucho más durante más tiempo para controlar las consecuencias de la inflación. “En el Reino Unido y, en cierta medida, en Estados Unidos, están apareciendo claros ‘efectos de segunda ronda’, tanto en los mercados de productos (minoristas de alimentación, por ejemplo) como en los mercados laborales, y habrá que combatirlos antes de que se desestabilicen las expectativas de inflación”, advierte.

En última instancia, en este mundo eso sólo puede ocurrir si los tipos de interés suben lo suficiente como para crear la suficiente holgura económica para reducir la inflación. “Eso bien podría significar un segundo tramo al alza de los tipos a finales de este año, seguido de una recesión en 2024 Estados Unidos y el Reino Unido son los países más vulnerables. Es decir, podría producirse, a su juicio, un tensionamiento monetario añadido.

“Nuestros dos escenarios recesivos reflejan el modelo estándar: que, en última instancia, una sorpresa inflacionista debe afrontarse creando grandes cantidades de holgura económica para volver a situarla en el objetivo... Seguimos pensando que es improbable que la economía evolucione de forma positiva”, concluye.

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