Los mercados financieros viven un arranque de año fulgurante. Cuando todo apuntaba a que la transición entre las caídas de 2022 y la esperada remontada iba a tardar en llegar, los inversores sorprendieron al mercado con ganas de comprar. El fin de semana de Nochevieja parece que sirvió de reseteo para el mercado, que llegó al 2 de enero dispuesto a teñirse de verde.
Las principales bolsas europeas se anotan subidas por encima del 10%, con el Ibex 35 (11,4) y el FTSE MIB italiano (14,3), liderando el ‘acelerón’. Al otro lado del Atlántico el Nasdaq lleva la batuta con un ‘rally’ del 14%, por delante del S&P500, que modera su senda alcista al 7%, mientras el Dow Jones se queda en un modesto 2%.
Este ‘acelerón’ de la renta variable ha generado una sensación de recelo entre los analistas, que les lleva a pensar que el mercado atraviesa un espejismo en el que se refleja un optimismo que no es real, cuando el escenario aboca a ser prudentes. Es lo que en Banca March han bautizado con el ‘alias’ de Fata Morgana. Este efecto se produce cuando el sol calienta el mar con una gran diferencia de temperatura y da lugar a una visión óptica en la que los barcos parecen volar.
Llevado al terreno de los mercados financieros, Joan Bonet, director de estrategia de mercado del citado grupo alude a este fenómeno para advertir de la desconexión entre las expectativas económicas, que apuntan a una desaceleración, y el furor que se ha instalado entre los inversores. A este respecto, hace un llamamiento a la prudencia y avisa de que la volatilidad será la que marque la pauta.
Este mensaje va en línea con el lanzado por Bank of America, desde el que esperan una corrección de hasta el 20% para el Stoxx 600 y del 15% en los principales índices del Viejo Continente. “El miedo a perderse algo puede seguir respaldando la subida a corto plazo. Pero no hay que dejarse llevar por la euforia”, señala el responsable de Macroeconomía e investigación de mercado de Generali Investments, Thomas Hempel.
El experto pone el foco en la diferente evolución económica entre Europa Continental, donde el panorama “ha mejorado” gracias a la reapertura de China y el alivio de la crisis energética, y Estados Unidos, donde la probabilidad de recesión leve continúa siendo probable. El dato de empleo en el país norteamericano ha mejorado en el último mes, registrando su mejor tasa en más de cinco décadas. Esto abre la puerta a un endurecimiento monetario por parte de la Reserva Federal (Fed), tal y como el propio Jerome Powell ha avanzado.
Caídas a la vista en bolsa, pero ganancias a doce meses
La premisa viene refrendada también por los gestores de fondos de inversión en Europa. Más de un 70% ya avistan caídas en los próximos meses, aunque esperan que en el cómputo anual si obtendrán ganancias tras el golpe de 2022, según una encuesta elaborada por BofA. El consenso de 'Bloomberg' otorga un potencial superior al 11% para los principales índices del Viejo Continente, en consonancia con el crecimiento esperado para el parqué de Nueva York, donde se esperan rebotes superiores al 10% después de sufrir su mayor retroceso desde 2008.
El ejercicio ha comenzado por todo lo alto, con un inicio que bate algunos de los escenarios más halagüeños contemplados para enero. Sin novedades en la guerra de Ucrania cuando se cumple casi un año desde el comienzo de la invasión y con los bancos centrales insistiendo en que las subidas de tipos continúan por el momento, cabe esperar que las bolsas mundiales se enfrenten a altibajos a lo largo del ejercicio. Donde todos parecen estar de acuerdo es en que no se prevén mayores caídas a las registradas en el tenebroso 2022.
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