Alternativas en divisas

El euro pisa fuerte para empezar 2024 con buen pie: "El dólar acentuará su caída"

La extensión de la pausa de tipos de interés y los probables recortes el año que viene devuelven el foco hacia las monedas emergentes y divisas europeas ante una desaceleración de EEUU en su año electoral.

El euro termina fuerte el 2023 frente al dólar.
El euro termina fuerte el 2023 frente al dólar.
DPA vía Europa Press

Los dos últimos años se han caracterizado por la gran fortaleza del dólar con respecto al resto de divisas, incluido el euro. Este ha sido el gran denominador común. No obstante, a medida que el mundo avanza hacia el 2024, la duda es si el billete verde va a mantener esa misma tendencia o quizá la moneda común pueda recuperar algo de terreno. ¿Qué puede esperarse de cara al próximo año?

El contexto es claro. Desde el 2021, el eurodólar ha pasado de cotizar por encima de los niveles del 1,22 a situarse en el 1,09 actual, lo cual evidencia una depreciación del 10% de la divisa europea con respecto a su homóloga norteamericana. No obstante, 2023 va camino de registrar su primera revalorización frente al dólar desde 2020. En estos últimos dos años, de hecho, se llegó a perder la paridad en el cruce, generando mucha incertidumbre en los analistas del mercado de divisas.

Ahora el contexto, quizá, sea diferente. O así al menos lo ven algunos analistas. “2024 debería ser el año en que la excepcionalidad estadounidense se desvanezca y permita que refloten las divisas de fuera de Estados Unidos”, comentan los expertos de ING en un reciente informe de perspectivas.

El repunte del dólar se ha basado en el excepcional comportamiento de la economía estadounidense y, a pesar de la caída de la inflación general, todavía no se habrían mostrado pruebas suficientes para que la Reserva Federal (Fed) baje la guardia. "En esta línea, la tenencia de dólares se ha convertido en una operación de inversión ‘obvia’, ya que los inversores valoran la ralentización de la demanda agregada mundial, un tema que ha pesado en las economías más abiertas y en las divisas de Europa y Asia", añaden los expertos de la entidad neerlandesa.

¿Continuará esta tendencia en 2024? Parece un combate de lucha libre, y la moneda norteamericana podría no rendirse tan fácilmente. Según el equipo de divisas de JP Morgan el peor resultado posible para el dólar sería, en este caso, un aterrizaje suave de la economía, en el que las monedas del G10 y del norte de Asia, que se utilizaron ampliamente como divisas de financiación para las operaciones a corto plazo de 2023, obtengan “mejores resultados”.

“Dentro de las divisas del G10, es probable que las divisas escandinavas en general y la corona sueca en particular se conviertan en una operación de recuperación cíclica en este caso, dadas las valoraciones y la relajación de las condiciones financieras nacionales a medida que bajan los tipos de interés”, explican desde la entidad financiera estadounidense.

Para ING, el fin de la fortaleza de la primera potencia del mundo permitirá una mayor diversificación entre la comunidad inversora y un listón más bajo para buscar rentabilidades más allá del dólar. “El capital de las carteras puede reflotar algunas de esas divisas que lo han hecho peor en los últimos dos años, como el euro”, aseguran.

En el caso de Deutsche Bank, también apuntan a un mayor impulso para el euro frente al dólar: "Vemos al par eurodólar repuntando hasta el 1,10 a finales del 2024 y hasta el 1,25 para finales del 2025, porque el ciclo ya está cambiando y el recorte de tipos va a volver a resituar la balanza”.

En un entorno en el que la inflación estadounidense no permitirá a la Reserva Federal recortar los tipos de interés, por ejemplo, y ante una recesión más localizada y la vuelta de los criterios de Maastricht que desencadene una crisis en la zona euro, entonces el Euro-Dólar, tal y como describe ING, podría caer en picado.

“Si, por el contrario, planteamos que la Fed puede llevar a cabo un ciclo de relajación de su política monetaria de manera ordenada y que se observen aterrizajes suaves en Europa y China, entonces el cruce podría situarse cerca de nuestro escenario base en el 1,15 a finales de 2024”, afirma.

Las divisas alternativas

Antes del primer recorte de la Reserva Federal, tal y como dice la firma financiera holandesa, cabría esperar que la curva de tipos estadounidense inicie una tendencia alcista. Se trata de un segmento particular del ciclo económico que favorecería la debilidad del dólar y sería alcista para las divisas con más vínculo con las materias primas como el petróleo, el gas o los metales.

“Da la casualidad de que algunas de estas monedas están increíblemente infravaloradas, según nuestro modelo de valor justo a medio plazo (…) Este es el sector del mercado de divisas en el que vemos más valor. O, al menos, gozarían de cierta protección por su extrema infravaloración, mientras que el euro y la libra carecen de tal apoyo”, agrega el equipo de analistas de ING en su informe.

Un entorno de tipos de interés más bajos en Estados Unidos también debería permitir la recuperación de lo que se denomina divisas "de crecimiento", similares a los valores de crecimiento, como los tecnológicos y los inmobiliarios. “Consideramos que la corona sueca es una de ellas”, dice la firma holandesa.

“Nuestra visión de referencia para 2024 considera, por tanto, que la tendencia bajista del dólar se acentuará a lo largo del año… Las divisas alternativas podrían subir desde un 2% (renminbi chino), y hasta un 17/18% (divisas escandinavas) frente al dólar”, concluye el equipo de análisis del banco holandés.

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