Desde el 16,1% actual

El Estado subirá al 18% su participación en Caixabank en 2022 tras la recompra

El banco completa un primer tramo de compra de acciones propias de casi el 1% del capital, dentro de su programa de 1.800 millones de euros, que impulsarán el peso de Criteria y el FROB cuando amortice

Goirigolzarri
Goirigolzarri
EFE

El Estado reforzará su peso en Caixabank, entidad que absorbió Bankia en la fusión de 2021, antes de reducirlo como prometió. Lo hará sin invertir un euro más en el banco, si no como consecuencia del programa de recompra de acciones que está desplegando el banco desde el pasado 17 de mayo. En concreto, la participación pública en la entidad se elevará hasta cerca del 18%, desde el 16,1% actual, cuando se amorticen los títulos que el grupo está acumulando en su autocartera a través de adquisiciones en bolsa a diario.

Según los datos que envía periódicamente a la CNMV, Caixabank ha recomprado ya 73,5 millones de sus propias acciones tras invertir algo más de 240 millones de euros en estas operaciones. La entidad financiera que preside José Ignacio Goirigolzarri y dirige Gonzalo Gortázar activó este programa el pasado 17 de mayo y desde entonces su cotización acumula un ascenso del 15% en bolsa. El banco está en los puestos cabeceros del Ibex 35 en lo que va de año con una revalorización que roza el 50% desde enero y se sitúa en su nivel más alto desde abril de 2018 ajustado a dividendos.

Para sus accionistas, todo parecen buenas noticias. El holding Criteria Caixa, que tiene una participación del 30%, es el gran beneficiado de este comportamiento en los mercados, mientras que el Estado, que mantiene un 16,1% a través del FROB, sigue rentabilizando la decisión de fusionar Bankia con Caixabank en septiembre de 2020, aunque el proyecto no terminó de ejecutarse hasta marzo de 2021. Para los dos socios de control del banco, la recompra de acciones y posterior amortización supondrá un aumento de sus respectivos porcentajes en el banco sin tener que invertir más dinero.

Tomando como referencia el techo del 10% planteado en el plan de recompra, Criteria vería elevado su porcentaje en Caixabank hasta el 33%, mientras que el Estado rozará el 18% del capital. De este modo, los dos socios del mayor banco en territorio español superarían el 50% del capital si no venden sus acciones. La mala noticia para el accionista público es que tiene fecha de caducidad. Tras la aprobación de la tercera prórroga relativa a su presencia en el banco, el Gobierno se dio de plazo hasta finales de 2023 para vender sus acciones tras la renovación de su compromiso con Bruselas, ya que el anterior aplazamiento venció el pasado mes de diciembre.

La cotización de Caixabank se ha duplicado desde que se anunció el proyecto de fusión en septiembre de 2020. Esa escalada del 100% ha elevado el valor de sus acciones de 1,75 hasta los 3,45 euros en que cotiza ahora. La capitalización bursátil del banco se encuentra hoy en los 27.700 millones de euros, frente a los 14.000 millones que sumaban por separado Caixabank y Bankia en el momento del anuncio de fusión hace 21 meses. 

El Gobierno multiplica por dos tras la fusión

De este modo, el Estado ha logrado multiplicar por más de dos el valor de sus acciones bancarias. Su participación del 61,8% en Bankia valía algo más de 1.950 millones de euros el día anterior al anuncio de la fusión con Caixabank. Ese porcentaje se convirtió en un 16,1% del nuevo banco pero vale 4.463 millones de euros al cierre bursátil de este martes, un 128% más.

La inalcanzable meta de recuperar los 24.000 millones de euros en ayudas públicas que se inyectaron en el BFA y Bankia para salvar el negocio bancario sano y a sus depositantes sigue como un objetivo en el horizonte. Sin embargo, el Estado sigue recobrando parte del dinero pérdido. Contando con el último dividendo de abril (190 millones) y el de 2021 (34 millones), las arcas públicas han rescatado casi 1.400 millones por esta vía desde 2015. Con cargo a los resultados de 2014 repartió 128 millones; 195 millones en 2015; 211 en 2016; 208 en 2017; 219 en 2018 y otros 220 del correspondiente a 2019.

A esta cifra hay que sumar los ingresos procedentes de las dos grandes ventas de acciones realizadas. En febrero de 2014, el Estado vendió el 7,5% de Bankia por 1.304 millones; y otro 7% por 840 millones en diciembre de 2017. En total, otros 2.140 millones que se elevan a 3.540 millones contando los pagos de dividendo. Si se tiene en cuenta el valor actual del 16,1%, la participación estatal en Caixabank, la cifra global se eleva por encima de los 8.000 millones de euros por primera vez desde 2019, es decir, apenas un tercio de todo el dinero público que supuso el rescate hace una década.

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