Controla el 14,5% del capital

IFM saca oro a Naturgy en la crisis del gas con 800 millones en dividendo y plusvalías

El fondo de origen australiano está logrando réditos impensables pese a su presencia minoritaria en el capital de la gasista española tras la polémica opa parcial que lanzó antes de que se desatase el problema de suministro. 

Teresa Ribera, durante una de sus reuniones con el presidente de Naturgy, Francisco Reynés.
Teresa Ribera, durante una de sus reuniones con el presidente de Naturgy, Francisco Reynés.
Europa Press

IFM Investors, el conglomerado inversor de nacionalidad australiana, se plantea quedarse a vivir en España por largo tiempo. Su primera gran experiencia inversora con Naturgy va camino de consolidarse como un 'pelotazo' por el corto periodo de tiempo transcurrido y el retorno de capital que está logrando sobre su inversión. 

Después de dos años como accionista de pleno derecho de la gasista española, IFM acredita cerca de 500 millones de euros en plusvalías latentes por su inversión de 3.220 millones de euros para hacerse con el 14,5% del capital, según los datos compilados por 'La Información' a partir de los informes de la empresa en CNMV.

Además, la firma ha cobrado ya 340 millones de euros en dividendos desde Naturgy aunque no se ha llevado ni un euro a Australia, ya que las acciones son propiedad de un fondo de Luxemburgo que está controlado a su vez por otra sociedad de Países Bajos y, en última instancia, por un 'trustee' en el paraíso caribeño de Islas Caimán.

En concreto, IFM ha participado en el reparto de hasta seis dividendos en estos dos años y en noviembre se embolsará al menos otros 70 millones con lo que superará los 400 millones en pagos directos.  La gasista que preside Francisco Reynes es un activo de oro para IFM.

Encuentro con inversores en Madrid

IFM Investors está celebrando esta semana la Junta General de partícipes  en Madrid con la presencia de representantes de los 665 inversores que han invertido su dinero en los fondos de infraestructuras de la firma. A la cabeza de todos ellos se encuentran hasta 17 planes de pensiones públicos y privados de Australia. También invierten en él fondos soberanos extranjeros cuya identidad no hace pública, diversas fundaciones, universidades y grandes fortunas, según su web.

La celebración en España de este encuentro se produce por primera vez después de la tres grandes operaciones corporativas que ha protagonizado con empresas españolas. Primero se hizo en 2017 con el 100% de la filial de concesiones y autopistas de la constructora OHL (Villar Mir) por más de 2.200 millones de euros, un empresa que luego renombró como Aleatica y que agrupa sobre todo activos en México. Al año siguiente, el fondo de infraestructuras de IFM se quedó con la mitad de Aqualia, la filial de gestión de aguas de FCC, en manos del magnate mexicano Carlos Slim, desinversión de más de 1.000 millones que permitió a la constructora sanearse.

Sin embargo, el plato fuerte todavía estaba por llegar. En enero de 2021, IFM se presentó ante el mercado con un anuncio de opa parcial sobre el 22% del capital de Naturgy, la tercera mayor energética en bolsa en aquellas fechas y la firma estratégica en el aprovisionamiento de gas natural en España. El olfato inversor de los australianos es digno de estudio. A los pocos meses de su aparición y con su opa todavía pendiente de aprobación por parte del Gobierno de Pedro Sánchez, los problemas de suministro gasista comenzaron a sobrevolar en España.

Invirtiendo en río revuelto

Durante ese verano, el estallido de una crisis diplomática a tres bandas entre España, Marruecos y Argelia provocó que este último optase por cerrar el grifo del gasoducto Magreb-Europa-Durán Farrell porque el que llegaba a Cádiz hasta un 25% del suministro total de gas de España. El 31 de octubre dejó de fluir gas por tierra en esa infraestructura gestionada en parte por Naturgy, principal interlocutor con Argel a la hora de negociar los contratos de suministro. Ese mismo mes, IFM realizó su entrada en el capital de la empresa española con el 10,8% de las acciones.

La situación del escenario energético, lejos de mejorar, se torció definitivamente pocos meses después cuando Rusia invadió Ucrania en febrero de 2022 y se desató la mayor crisis en el mercado de gas natural de la historia con unos precios que llegaron a subir más de un 1.000% hasta marcar récords por encima de los 340 euros por megawatio-hora (€/MWh). Sus efectos colaterales catapultaron los precios de la electricidad durante meses, cuya generación en España es altamente dependiente de los ciclos combinados que funcionan con gas.

Desde que se conoció el resultado inicial de la opa, IFM aprovechó su ventana de oportunidad para seguir comprando acciones en bolsa de Naturgy pese a la escasez de títulos en mercado y la situación de crisis en el aprovisionamiento de gas. La presencia en el accionariado de otros cuatro inversores institucionales como Criteria Caixa (26,7%%), CVC-March (20,7%), GIP (20,6%) y la argelina Sonatrach (4,1%) redujo al mínimo el free-float (porcentaje de acciones libres en bolsa)  y la liquidez bursátil de la empresa española.

La actividad continua en bolsa de IFM es uno de los factores que ha motivado una valoración por encima de las estimaciones de los analistas prácticamente desde que llegó en 2021. El precio objetivo o justo de Naturgy se sitúa en torno a los 25 euros, según el consenso de Bloomberg, un 4,5% menos de los 26,3 euros en que cotiza.

Después de desembolsar 2.317 millones de euros en la opa inicial, en la que se hizo con el 10,8%, IFM ha destinado 900 millones adicionales para adquirir un 3,7% de Naturgy adicionales operando en el mercado de forma sigilosa y en la sombra. La dificultad de comprar grandes cantidades de acciones de un valor poco líquido sin disparar la cotización genera muchas preguntas entre otros inversores.

Su participación actual es del 14,5% pero en el apartado de 'accionistas significativos' de la CNMV solo aparece un 14%. Hasta en tres ocasiones, inversores y supervisor se han enterado de compras de acciones de IFM por el informe de resultados de la empresa en lugar de por una notificación directa. Pese a que no tenía obligación de hacerlo cuando no formaba parte del consejo de administración, la presencia de Jaime Siles como representante de IFM en el órgano de gobierno desde 2022 obligaría a hacerlo como parte vinculada, según fuentes financieras.

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