Ignacio Fuertes (MiraltaBank)

"Los inversores han pasado de carteras no muy agresivas a demasiado defensivas"

El socio y director de inversiones de la firma fundada por Emilio Botín O'Shea destaca las oportunidades que se presentan para la renta fija en países emergentes y en EE UU, donde los bonos corporativos superan el 5%. 

Ignacio Fuertes
"Los inversores han pasado de carteras no muy agresivas a demasiado defensivas". 
José González

Los mercados financieros hacen frente a un entorno "delicado" en el que hasta ahora las bolsas han sorprendido al alza en el cómputo anual de 2023 y los bancos centrales han comenzado a ser "menos agresivos, no con el lenguaje, pero sí con la toma de decisiones". Esta situación provoca que los inversores mantengan una actitud de cautela en el que han pasado de tener carteras "cortas de gamma, no agresivas a excesivamente defensivas", pese a que los tipos de interés reales no están en niveles excesivos”. Así lo asegura Ignacio Fuertes, socio y director de inversiones de MiraltaBank, firma fundada por Emilio Botín O'Shea, quien ve oportunidades en países emergentes con políticas fiscales ortodoxas.

En una entrevista con La Información, Fuertes, que cuenta con más de 20 años de experiencia en los mercados de capitales, señala a Brasil y México como dos países atractivos para invertir en renta fija y si bien reconoce que ha apostado por Sudáfrica, "no ha funcionado igual de bien". A estas regiones se suma Turquía, inmersa en una fuerte devaluación de su moneda local, la lira, que ha llegado a desplomarse a mínimos históricos. A este respecto, Fuertes destaca que el cambio de rumbo en su política monetaria, incluido el nombramiento de una mujer como presidenta del organismo por primera vez en su historia, así como la abrupta subida de los tipos de interés en un 650 puntos básicos hasta el 15% debería contribuir a suavizar la inflación.

"A medida que se estabiliza la divisa y los tipos de interés, los inversores occidentales volverán a canalizar el dinero hacia el país otomano en busca de rentabilidad", señala. Al ser preguntado por la duración, Fuertes subraya que en emergentes le gustan los tramos largos porque da "mayor convexidad", que implica un menor aumento del precio de los bonos cuando los tipos se reducen, pero también el precio baja menos cuando las tasas de referencia de los bancos centrales aumentan. "Esto tiene ventajas a la hora de gestionar las carteras", incide para remarcar que "las caídas van a ser menos acentuadas que las recuperaciones" en caso de que se equivoquen y el 'timing' "no sea el adecuado".

"Conseguir una rentabilidad superior al 4-4,5% en deuda corporativa alta calidad es complicado en Europa"

Si le dan a elegir entre Europa y Estados Unidos, en el momento actual prefiere apostar por el país norteamericano, especialmente, en los tramos más largos de deuda corporativa, "porque ofrecen rentabilidades muy atractivas una vez que se mitiga el riesgo de divisa en la zona euro". "Conseguir una rentabilidad superior al 4-4,5% en deuda corporativa alta calidad es complicado en Europa, mientras en Estados Unidos ya hay algunas empresas que dan más del 5,5%", asevera, al tiempo que detecta una falta de emisión deuda empresarial, en detrimento de la banca y el sector público, que está siendo más activo. A esto se unen los programas de refinanciación llevados a cabo por las compañías, que "emitieron bonos a tipos muy bajos con largas duraciones y si ahora son capaces de recomprar ese papel conseguirán unas plusvalías muy importantes y, eso genera menos liquidez en el mercado". 

"Cuando sea obvio que los bancos centrales van a poner fin a su política restrictiva, esos trillones guardados se van a poner a trabajar a la vez y no estoy seguro de que vaya a haber activos de calidad para todos", argumenta. En este escenario, indica que la Reserva Federal actuó con mayor "rapidez" y fue más agresiva en un principio en comparación con el Banco Central Europeo (BCE), con una política monetaria cuyos efectos ya "se están empezando a notar en algunos sectores del consumo y del inmobiliario". "La Fed finalizará el proceso antes que el BCE, por lo que comenzar a tener exposición va a ser positivo", enfatiza.

Por ahora, la recuperación "súbita" de los mercados ha permitido a la renta fija recuperar más de un 10%, por lo que cuando la economía global entre en recesión el dinero irá en una sola dirección. "Han sido muchos años fuera de la zona de confort y ahora se va a ir entrando poco a poco. La renta fija de alguna manera para todos estos inversores vuelve a ser una alternativa", apostilla. Así, Fuertes pone en valor la ganancia del 3,3% en el año obtenida por el fondo que gestiona, Renta Fija Sequoia Clase A, gracias a su apuesta por los tramos de mayor duración, que les ha "permitido destacar en la caída de 2022, como en la recuperación de la primera parte de este ejercicio".

"Cuando sea obvio que los bancos centrales van a poner fin a su política restrictiva, esos trillones guardados se van a poner a trabajar a la vez y no estoy seguro de que vaya a haber activos de calidad para todos"

"El año pasado empezamos con mucha liquidez porque no vimos oportunidades de inversión y el riesgo no se remuneraba de forma adecuada. A medida que el mercado implosionó comenzamos a invertir en capital y a entrar en grandes emisiones de capital", comenta. Este vehículo inversor de autor tiene exposición a bonos ligados a la inflación, así como a emergentes con tipos superiores al 10% en detrimento de los bonos corporativos, que "no compensan tanto como en otras ocasiones". 

En lo que respecta a la renta variable, Fuertes, que comenzó su carrera profesional en Merril Lynch Capital Markets, sobrepondera el sector bancario, ya que tras la debacle del pasado mes de marzo, ofrece retornos "interesantes". Dentro del sector financiero, destaca la banca europea, así como las inmobiliarias tras el castigo experimentado en bolsa. A nivel geográfico, pone el radar en India, que se erige como un sustituto natural de China para relocalizar la producción estadounidense y, por tanto, debería "verse favorecida por la inversión extranjera", además de Grecia, cuyo cambio de gobierno hacia el lado conservador "invita al flujo de capitales en una bolsa que está barata". 

Sobre la puesta en marcha de 'Pulsar II', su segundo fondo de financiación alternativa de renta fija después de cerrar el primero el pasado mes de mayo, se ha fijado un objetivo para la cartera del 10% de rentabilidad y con una cartera atomizada en sectores que tengan un apalancamiento controlado, premisa que excluye al sector financiero, a la construcción y las empresas tecnológicas, "porque se deprecian muy rápido" y, por ello, el "margen de seguridad creciente se perdería". Este producto tiene entre sus requisitos de entrada un capital mínimo de 100.000 euros, cifra que no contemplan rebajar en el marco de la Ley Crea y Crece, que rebaja el importe de entrada a 10.000 euros, al tratarse de un fondo cerrado. "La decisión en un tema operativo desde el punto de vista de la financiación, no de capital. Necesitas un núcleo duro de clientes", sentencia.

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