Pulso a los grandes inversores

Invertir a la contra: alcistas en bancos y energía... ¿bajistas en las tecnológicas?

La última oleada de la encuesta entre grandes inversores de Bank of America (BofA) revela un aumento del pesimismo sobre la rapidez de la recuperación por la crisis provocada por el confinamiento del Covid-19.

Un 74% de los inversores se muestran alcistas con el sector tecnológico.
Un 74% de los inversores se muestran alcistas con el sector tecnológico.
Pixabay

"La sensación de que lo peor ha pasado ha alimentado la complacencia entre los inversores de todas las tendencias (...) En lugar de comprar activos con valoraciones desacopladas de los fundamentos corporativos y económicos subyacentes, los inversores deberían pensar mucho más en el valor de recuperación de sus activos". Mohamed El-Erian, ex primer ejecutivo de Pimco y asesor estrella de Allianz, señala que la creencia de una rápida recuperación de la actividad tras la crisis de la Covid-19 es errónea y los mercados están viviendo una luna de miel que parece que terminará pronto.

La voz de El-Erian, a través de una columna en Financial Times, suena acorde con el pensamiento colectivo de los grandes gestores de fondos de inversión, según la última encuesta de Bank of America. El barómetro de opinión adelantado de julio entre más de 200 inversores institucionales apunta a un retraso en la recuperación. Los gestores que esperan una recuperación en forma de 'V' (uve) baja del 18% al 14% en el último mes, mientras el 44% apunta a que será una 'U' (con una recesión más larga), y crece del 21% al 30% los que esperan una recaída con una ‘W’ (uve doble).

En ese contexto, la encuesta destaca algunas operativas entre los grandes inversores en el contexto actual como ‘contrarians’, es decir, a la contra de lo que está mostrando el mercado. El mejor corto (inversión bajista) mencionado son las acciones tecnológicas, la mayoría de ellas en máximos históricos después del rally registrado desde marzo que, en algunos casos, ha multiplicado su valor en bolsa. Son minoría porque el mercado piensa lo contrario: el 74% de los encuestados se mantiene alcista con las tecnológicas, la lectura más alta de la historia del sondeo de BofA.

Por otro lado, el crudo y las petroleras aparecen, también a la contra, con las mejores perspectivas al alza, mientras que los bancos -que están sufriendo un aumento sin precedentes de sus volúmenes de crédito- se colocan de la misma forma entre las inversiones a contracorriente entre los grandes fondos de inversión. Tanto las energéticas como las entidades financieras se han visto castigadas en la recuperación desde marzo.

Según los datos de la encuesta, la realidad de las carteras está mucho más alineada con el mercado alcista que se vive ahora en Wall Street. La ponderación de las materias primas en las carteras de inversión se ha elevado en cinco puntos de junio a julio, con un 12% de los gestores con mayor peso en 'commodities' que en otros activos, el nivel más alto desde el año 2011. En el lado contrario, el 31% de los gestores de fondos de inversión ha reducido el peso en bonos, y la posición en acciones también se ha visto disminuida respecto al mes anterior, con solo un 5% de expertos que dan más peso a la renta variable ahora que hace un mes.

Los institucionales volvieron a rebajar la asignación a liquidez en sus carteras en julio, con un 32% recomendando 'sobreponderar', si bien el peso del efectivo continúa un 0,8% por encima de su media histórica. Por sectores, la encuesta mensual global de Bank of America ha registrado una rebaja en la exposición neta a los activos defensivos en los que tienen más peso, como son el sector tecnológico y farmaceútico, al tiempo que ha aumentado el peso de energéticas y bancos de cara al tercer trimestre.

Sin embargo, todo puede cambiar en función de cómo evolucionen los rebrotes de la Covid-19 y las reaperturas de las principales economías. Pese a la cercanía de las elecciones presidenciales en EEUU, un riesgo tradicional y de peso en la mente de los inversores, en 2020 la gran preocupación sigue siendo el coronavirus y, sobre todo, el riesgo de una segunda ola del virus como la ocurrida entre febrero y marzo. La ruptura de la Unión Europea, la guerra comercial o una crisis de crédito son otras de las pesadillas que mencionan los inversores en la encuesta, aunque de forma minoritaria.

Dos tercios de los gestores piden como prioridad a los ejecutivos de las empresas cotizadas que mejoren los balances de las empresas, mientras que un 9% les pide una mayor remuneración en forma de dividendos o recompras de acciones. Solo el 27% sugiere que los consejeros delegados de las empresas deberían aumentar su capex, es decir, la inversión que destinan a hacer crecer su propio negocio. 

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