Un ojo en Oriente Medio

El mercado corrige el exceso de optimismo con los tipos y la deuda vuelve a repuntar

El interés del bono español a diez años rebasa de nuevo el 3% tras marcar mínimos anuales y la deuda de EEUU coquetea con el 4% bajo la expectativa de que los recortes de tipos pueden tardar en llegar más de lo previsto. 

Datos bolsa
El mercado corrige el exceso de optimismo con los tipos y la deuda vuelve a repuntar. 
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La presión sobre la renta fija regresa en el arranque de 2024. El mercado de deuda ha vivido una primera jornada marcada por el aumento de las rentabilidades y la consecuente caída de su precio, ya que se mueven de forma inversa, en un movimiento que los analistas han interpretado como una corrección ante el exceso de optimismo del mercado acerca de los recortes de los tipos de interés. Los bonos han vivido un 'rally' imparable durante el último trimestre del año motivado por la expectativa de que las bajadas de las tasas de referencia del dinero comenzarían a más tardar durante la próxima primavera. 

Sin embargo, ahora que ha comenzado el ejercicio han comenzado a ser conscientes de que pueden ser algo más reacios de lo que estimaban inicialmente a comenzar con este proceso ante una inflación que todavía no ha caído al 2%. Esta situación ha llevado al mercado de bonos a romper la racha de las últimas semanas, tal y como se observa en el bono español a diez años, que este martes ha vuelto a sobrepasar la barrera del 3% por primera vez en dos semanas. Sigue la estela del 'bund' alemán, considerado la referencia en el Viejo Continente, que se coloca en el 2,06%, al tiempo que el bono americano, que vuelve a rozar la barrera del 4% por primera vez desde el pasado 13 de diciembre.

En este sentido, Emmanouil Karimalis, estratega de tasas en UBS Group, ha comentado en una entrevista con 'Bloomberg TV': "El mercado probablemente debería adoptar un tono más bajista en el futuro. El BCE y otros bancos centrales no han indicado que (los recortes de tipos) estén claros". Durante las últimas reuniones de política monetaria celebradas a mediados de diciembre se observaron diferencias de tono entre Jerome Powell (Fed) y Christine Lagarde (BCE). 

Mientras desde el banco estadounidense se aludió directamente a rebajas en el precio del dinero, contemplando la posibilidad de ejecutar hasta tres movimientos en este sentido a lo largo de los próximos doce meses, su homóloga en la eurozona intentó desterrar esta idea asegurando que "para nada" discuten esta cuestión. En este contexto, el mercado descuenta una flexibilización de hasta 150 puntos básicos en el caso de la Reserva Federal, desde el rango del 5,25% y del 5,5% en los que está fijada desde el pasado mes de julio, siete puntos básicos menos que la semana pasada con la economía dando síntomas de fortaleza.

Las últimas peticiones semanales de subsidio por desempleo llegaron hasta las 218.000, lo que supone su mayor aumento desde principios de noviembre tras aumentar en 12.000 solicitudes. Estos datos arrojan que si bien la velocidad de contratación se está moderando, la resistencia del mercado laboral respalda la idea de que la economía seguirá creciendo, pero a menor ritmo que en 2023. 

Al otro lado del Atlántico, el mercado también ha suavizado sus expectativas de recortes hasta los 158 puntos básicos, diez puntos básicos menos que la semana pasada. Pese a que la inflación se ha moderado al 2,4% al cierre de noviembre (último dato disponible) en la región de la moneda única, desde el organismo con sede en Fráncfort ya han alertado de que puede repuntar, mientras la tensión en el Mar Rojo aviva el temor a que repunte el precio del petróleo. Las perspectivas de nuevas emisiones de deuda corporativa también presionan sobre los bonos ante el "sólido rendimiento de finales de 2023". 

Pese a ello, los analistas han depositado grandes expectativas para la renta fija, llegando a considerarla como el activo estrella para este 2024. La mayoría de expertos consultados por este medio coinciden en comenzar a alargar la duración tras un último trimestre frenético en el que la recuperación de los bonos ha comenzado a tomar forma con la mejora de los precios, pero siempre con cautela y el enfoque 'data-dependiente' en el que insisten desde los bancos centrales. 

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