La mayor caída del año para el Dow y la curva de tipos señalan el principio del fin

Los mercados descuentan ya la recesión
Los mercados descuentan ya la recesión
Pixabay

¿Se acabó lo que se daba en los mercados? ¿Estamos (ahora sí) ante el fin del ciclo alcista más prolongado en la renta variable de Estados Unidos? En el mercado descuenta ya que el periodo de bonanza está llegando a su ocaso, que toca cambio de ciclo. "La recesión está a la vuelta de la esquina", alertan ya las principales gestoras a nivel mundial, que ya venían advirtiendo de ello desde finales del año pasado. La agitación en la renta fija es solo uno de los síntomas de que el cambio de ciclo se avecina, pero no el único, puesto que los bancos centrales han empezado a ponerse nerviosos al irse acumulando las señales de 'incendio'.

Los movimientos tan bruscos en la renta fija han hecho saltar las alarmas, al tiempo que día a día las referencias marcan nuevos hitos. La rentabilidad del bono a 30 años alemán cotiza en negativo (-0,20%) y la del estadounidense con ese mismo vencimiento ha marcado un mínimo histórico en las últimas horas al filo del 2%. Es la tormenta perfecta. Tanto, que ni el expresidente de la Reserva Federal, Allan Greenspan, ni la mayor gestora de renta fija del mundo, la estadounidense Pimco, descartan ya que la deuda de la primera economía del mundo entre en terreno negativo, tal y como está sucediendo a lo largo y ancho del globo. 

En concreto, la deuda soberana que ya ofrece rentabilidades negativas se ha disparado un 50% en apenas tres meses y supera los 15 billones de dólares (13,46 billones de euros) en todo el mundo, según cálculos del bróker eToro. Desde finales de octubre, cuando la renta variable frenó en seco ante los primeros síntomas de debilidad, los bonos con interés negativo registran un rally del 200%. Esta tendencia ha llevado en última instancia a que el interés de los bonos a 2 años en EEUU haya superado el de la deuda a 10 años por primera vez desde la crisis financiera.

Un indicador con historia

Cada una de las cinco veces en las que esto ha sucedido desde 1978, es decir, en las que la curva de tipos se ha invertido en Estados Unidos, el hecho en sí ha precedido a una recesión. Ahora bien, los expertos hacen hincapié en que la contracción de la economía ha tardado en llegar como mínimo entre seis meses y año y medio desde entonces. La última vez que se invirtió la curva de tipos fue de hecho en diciembre de 2005 y la crisis, primero de las subprime y acto seguido la financiera, estalló en agosto de 2007. 

Este hecho ha generado un estrés añadido en los inversores, a los que la macro ya había complicado sobremanera la jornada. China, la segunda economía del mundo, fábrica del planeta y primer consumidor de crudo y de otras muchas materias primas. La producción industrial del gigante asiático ha crecido en julio a su nivel más bajo en 17 años (4,8% interanual) y este dato se ha considerado como la evidencia de que su economía echa el freno en plena batalla arancelaria y de divisas con EEUU.

Alemania también da síntomas de agotamiento, con una contracción de su PIB -la segunda no consecutiva en apenas unos meses- y amenaza con arrastrar al resto del Viejo Continente, donde la inestabilidad en Italia o el Brexit complican más el horizonte. Los bancos han pagado en bolsa por el nivel de tipos históricamente bajos, que deja al Banco Central Europeo con cada vez menos alternativas para parar el golpe que viene. Al mismo tiempo, la Reserva Federal se queda sin argumentos para seguir bajando los tipos cuando la inflación en el país se ha situado en el 1,8% interanual en julio, rozando el objetivo del 2% marcado por el emisor. Sin embargo, los ataques del presidente Donald Trump a Jay Powell han seguido en las últimas a través de su canal de comunicación favorito, Twitter.

Por sectores y, dentro del financiero europeo, expertos como los de Credit Suisse consideran que la banca española es especialmente sensible a esta situación y esto le lleva a perder 17.000 millones de su valor bursátil en lo que va de año. Su fuerte peso en el Ibex 35 ha llevado al selectivo a dejarse ya por el camino toda la rentabilidad que había acumulado en el ejercicio y que llegó a ser del 12% allá por abril.

El oro, activo refugio por excelencia, supera ya los 1.530 dólares por onza, disparándose un 22% en lo que va de año. Los inversores acuden también al yen, que registra máximos desde octubre de 2016 en su cruce frente al billete verde en 105,89 unidades. Y esto es solo el principio. La pérdida de 800 puntos del Dow Jones registrada el miércoles, en la que ha sido su peor sesión del año (-3%) refleja también la magnitud de la huida que se está registrando en la renta variable. Y todo ello -curva de tipos, tensiones comerciales, frenazo, Hong Kong, Italia, Argentina, Brexit, Estrecho de Ormuz...- se traduce en que el S&P 500 VIX, el conocido como 'índice del miedo', se dispara más de un 25%.

Mostrar comentarios