El 'rally' del precio del crudo en las últimas semanas ha puesto en el punto de mira de los inversores a las petroleras europeas. Repsol, lejos de ser la excepción, se ha sumado al tirón que han experimentado en bolsa los gigantes del sector y, a falta de una semana para que acabe el mes, el grupo multienergético encabeza los avances del Ibex 35. En concreto, este valor ha pegado un estirón superior al 9,8% en lo que va de mes, hasta los 15,6 euros, por delante de otros valores con gran representación en el índice como Indra (+6,3%) o Telefónica (+5,7%).
Su condición de peso pesado, con una ponderación ligeramente superior al 4%, que le lleva a ser el décimo miembro del selectivo que más condiciona su trayectoria, de ahí que el repunte registrado haya contribuido a reducir las perdidas que contabiliza esta referencia bursátil en las últimas tres semanas al 0,04%. Lo hace después de lograr romper los 15 euros por acción, un nivel que los analistas consideran clave a la hora de afrontar su remontada. De esta manera, Repsol parte en la recta final de septiembre desde máximos anuales y obliga a los analistas a pegarse la carrera tras quedarse cortos en valoración.
En este sentido, la banca de inversión se ha lanzado a revisar al alza su precio objetivo, que en apenas una semana pasa de los 16,9 euros a los 17,3 euros, con un potencial ligeramente superior al 10%. Morgan Stanley, JP Morgan, Grupo Santander, Mediobanca son algunas de las casas de análisis que han actualizado el valor teórico que dan a Repsol y consiguen 'dar un aire fresco' a su atractivo. Según el consenso de 'Bloomberg', casi el 69% de las recomendaciones son de compra, el 22,9% de mantener y el 8,6% de venta.
"La cotización del crudo ha aguantado mejor de lo que se esperaba", precisa el director de Análisis y Estrategia de GVC Gaesco, Víctor Peiró. El experto destaca que la posibilidad de repercutir el aumento del coste del 'oro negro' al precio de la gasolina puede ayudar, incluso, a mejorar las estimaciones de beneficio, que se ven distorsionadas después de un 2022 récord. Después de acusar en la primera parte del año la caída del precio del crudo y la menor demanda energética, este 'acelerón' le puede ayudar a remontar el recorte de sus ganancias en un 44% entre enero y junio.
Detrás de este rally también está la propia compañía, que ha comprado casi 6,3 millones de acciones sólo entre el 1 y el 19 de septiembre, movimientos en los que ha ha destinado casi 100 millones de euros en el marco de su plan para amortizar 60 millones de acciones. Cabe destacar que Repsol ya amortizó el pasado junio el 3,7% del capital, equivalente a 50 millones de acciones. De esta cantidad, 35 millones procedían de un programa de recompras anterior y 15 millones de autocartera. Continúa así con los objetivos marcados dentro del plan estratégico 2021-2025, que contempla la distribución de unos 2.400 millones de euros entre los accionistas a lo largo de este 2023 resultante de la combinación entre dividendos y reducción de capital.
En este contexto, los analistas de Barclays ponen el foco en los márgenes de refino y destacan que el flujo de caja debería mejorar. En la misma línea, Morgan Stanley coloca a Repsol entre sus valores favoritos dentro del sector energético y prevé que podría anunciar una mejora del dividendo de 2024 tras la presentación de resultados del tercer trimestre hasta los 0,775 euros con cargo a las cuentas del ejercicio actual. Esto implica un pago adicional de 0,4 euros por acción y se sumaría a los 0,375 euros anunciados para enero de 2024. En el momento actual, la rentabilidad por dividendo de Repsol roza el 4,8%, situándose en la parte media de la clasificación del Ibex, que está liderada por Enagás con un 10,8%.
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