Primera semana en el Gobierno

Sunak evita el error de Truss y se toma un tiempo para diseñar su plan fiscal

El primer ministro del Reino Unido marca distancias con su antecesora y retrasa el anuncio de las medidas para afrontar la crisis energética. El reloj corre porque el Banco de Inglaterra comienza a retirar estímulos.

Manifestación Brexit
Sunak evita el error de Truss y se toma un tiempo para diseñar su plan fiscal. 
EFE

Rishi Sunak ha asumido esta semana las riendas del Gobierno británico tras una elección relámpago con la promesa de dar estabilidad al país en el terreno económico y político, pero sobre todo, ha hecho hincapié en la necesidad de enmendar los errores de su antecesora. El exanalista de banca de inversión parece haber tomado nota de los continuos tropiezos de Liz Truss durante los 45 días que estuvo al frente del Ejecutivo y opta por una gestión en la que nada quede sujeto a la improvisación.

Esta estrategia se observa en el retraso del 31 de octubre al 17 de noviembre de la presentación de un nuevo plan fiscal con medidas para atajar el temporal económico en un contexto marcado por la crisis energética y el repunte de la inflación. Una demora de tres semanas con la que Sunak busca granjearse la confianza de los mercados con la elaboración de un programa presupuestario detallado en el que el control de la deuda será el protagonista de todas las medidas. "Es casi inevitable que ningún votante acoja con agrado el resultado de este presupuesto, pero ahora mismo la confianza de los mercados financieros está por encima del electorado", señala el gestor de inversiones en Jupiter AM, Richard Buxton, al tiempo que hace hincapié en la necesidad de un aumento de recaudación acompañado de una conteción del gasto público.

Desde el primer momento, Sunak ya ha dejado clara su pretensión de subir los impuestos para controlar la inflación y reducir las ayudas con el objetivo de volver al conservadurismo fiscal, pese a que en su etapa al frente de la Hacienda británica bajo el mandato de Johnson se vio obligado a revertir de forma parcial el aumento impositivo y recibió críticas por la falta de medidas para hacer frente al encarecimiento de precios. La directora de Análisis y Estrategia de Renta 4, Natalia Aguirre Vergara, asegura que el mercado ha interpretado bien el giro de 180 grados que ha dado el plan fiscal expansivo, con un “notable” descenso de los costes de financiación de 100 puntos básicos desde que marcara máximos hace un mes y la recuperación de la libra esterlina, muy debilitada desde el arranque de 2022.

La idea es ganar tiempo para analizar ‘mano a mano’ con el ministro de Finanzas, Jeremy Hunt, las deficiencias de los mensajes de Truss, que le llevaron a tener que admitir que “podía haber preparado el terreno mejor”, tras no haber acompañado el anuncio de la masiva bajada tributaria con una valoración sobre su impacto en la economía, un detalle que puso en alerta a los inversores, provocando un desplome histórico de la libra y un repunte de la rentabilidad del bono a diez años de Reino Unido a un nivel inédito desde 2008. 

Aunque los analistas se mantienen en el terreno de la cautela hasta que Hunt se pronuncie sobre la nueva senda del Gobierno británico en materia económica, todo apunta a que se confirmará esa vuelta de tuerca, dando oxígeno al Banco de Inglaterra para moderar el alza de los tipos de interés. Si en el momento más álgido de la crisis se llegó a descontar un techo de subidas superior al 6%, desde Renta 4 creen que el límite estará en el 4,75%, después de que el organismo capitaneado por Andrew Bailey elevara el pasado mes de septiembre el precio del dinero en medio punto, hasta el 2,25%. Cabe destacar que este movimiento lo ejecutó 24 horas antes de que Kwasi Kwarteng avanzara su intención de reducir la recaudación en 51.000 millones de libras, forzando a la intervención de emergencia del BoE con compras en el mercado de ‘gilts’ y de activos indexados a la inflación.

Con un cielo despejado en el horizonte -aparentemente-, el banco central británico prevé reanudar la próxima semana el inicio de la venta de una parte de los bonos, tal y como recogía su hoja de ruta antes de la tormenta financiera. El banco está en posesión de 838.000 millones de libras en bonos (unos 976.000 millones de euros), cantidad que ha ido adquiriendo desde el comienzo de la expansión cuantitativa en 2009. "El Banco de Inglaterra se enfrenta al reto de llevar a cabo un endurecimiento monetario significativo al mismo tiempo que intenta señalar que la curva de tipos está ahora probablemente mal valorada al alza. En este entorno, es probable que los activos en libras esterlinas sigan siendo volátiles", señala el economista senior de abrdn, Luke Bartholomew. 

La sombra de las elecciones anticipadas

El primer hindú en alcanzar el cargo más alto del Reino Unido ha reiterado que su prioridad son los "deprimentes desafíos" económicos que afronta el país, que registró una contracción del PIB del 0,3% en agosto, cifra que aumenta la posibilidad de que haya entrado en recesión técnica durante el tercer trimestre. A la desaceleración de la actividad se une también la elevada inflación, que supera el 10% y una deuda que ha llegado al 98% después de que el Estado se endeudara en 20.000 millones de libras durante el pasado mes de septiembre. 

En este escenario, desde Jupiter AM defienden que "cuanto más pueda el Gobierno de Sunak asegurar a los mercados y a las empresas que las finanzas públicas pueden gestionarse con solvencia sin provocar una fuerte recesión, menos grave será ésta, ya que los tipos de interés subirán menos". Sunak tiene la misión de mantener el calma los bonos y conseguir la unidad dentro del Partido Consevador si quiere evitar una elecciones anticipadas en 2023, idea que no descartan los analistas. 

Desde el referéndum sobre el Brexit en 2016, los 'tories' han elegido a cuatro líderes del Ejecutivo diferentes. El desgaste a raíz de las polémicas del 'partygate' durante el mandato de Boris Johnson ha dejado tocado a la bancada conservadora, que pierde fuerza en los sondeos frente a los Laboristas. Estos sacan una ventaja de casi 30 puntos, por lo que la celebración de comicios implicaría el pase directo a la oposición. De momento, a los conservadores les quedan por cumplir varias promesas del programa electoral que les ayudó a obtener la mayoría absoluta en 2019. Entre ellas destacan las mejoras en Sanidad, mejores escuelas, control de las fronteras y aprovechar las oportunidades que ha abierto el divorcio con la Unión Europea. A Sunak se le acumulan los frentes solo una semana después de llegar a Downing Street. 

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