El 10% del comercio mundial

Los tambores de guerra en el estrecho de Mandeb ponen al petróleo mirando a 100$

El anuncio de la británica BP de una pausa temporal en el tránsito en el Mar Rojo por el riesgo bélico confirma las alarmas que levantó la logística Maersk en mercancías y tensiona los suministros a nivel mundial otra vez. 

Un helicóptero de las fuerzas hutíes toma el control de un barco en el Golfo de Adén.
Un helicóptero de las fuerzas hutíes toma el control de un barco en el Golfo de Adén.
DPA vía Europa Press

El mercado energético en Europa está al borde de un ataque de nervios ante la activación de nuevo punto caliente en el mapa geopolítico que amenaza los suministros. Se trata del estrecho de Mandeb o Bab el-Mandeb, la confluencia del mar Rojo con el golfo de Adén, que ubica entre Yemen, Yibut y Eritrea. Por él  transitan cada día más de 6,5 millones de barriles de petróleo y 100.000 hectómetros cúbicos de gas licuado (GNL). 

Es uno de los siete cuellos de botella energéticos a nivel mundial junto a los estrechos de Ormuz (Irán), Malaca (Malasia), Suez (Egipto), Bósforo (Turquía) o Panamá. Es la travesía por la que peregrinan los buques petroleros y metaneros desde el Golfo Pérsico, la mayor zona productora de crudo del planeta, para desembocar al Mediterráneo y Europa a través del Canal de Suez (Egipto).

El enclave geoestratégico separa el cuerno de África de la península arábiga, al continente africano del asiático, pero une a cerca del 15% del comercio mundial en una única ruta que ahora se ve amenazada por el aumento de los ataques desde Yemen contra barcos occidentales por las fuerzas hutíes. Multinacionales como la británica BP o la noruega Maersk han puesto en cuarentena su paso por el Mar Rojo a la espera de que se estabilice la situación en la zona. 

Los futuros sobre el crudo Brent, de referencia en Europa, experimentaron una subida del 2% al cierre de la sesión del lunes, hasta 78 dólares, mientras que el crudo estadounidense West Texas Intermediate superaba los 72,5 dólares por barril. El gas Henry Hub subía en esa misma proporción, hasta 2,6 dólares / mmBtu, mientras que en Europa escalaba un 7%, hasta los 35 euros / MWh en el TTF del hub holandés.

Más de 100 dólares por barril

Los 'chokepoints', o puntos de estrangulamiento, están catalogados por el Departamento de Energía de Estados Unidos como áreas con la capacidad de interrumpir parcialmente los suministros y provocar una crisis de precios que podría llevarlo de vuelta a los 100 dólares, según los expertos. 

Si bien Ormuz (salida de los productores) y Malaca (llegada a China y Asia) agrupan cada uno entre el 15% y 20% del tráfico diario mundial de petróleo, el de Mandeb tiene un rango inferior puesto que existe la alternativa de desviar los buques hacia el sur para que bordeen el Cabo de Buena Esperanza en Sudáfrica

No obstante, esta solución como mal menor supone un drástico contratiempo. "El cierre del Bab el-Mandeb podría impedir que los buques petroleros provenientes del Golfo Pérsico lleguen al Canal de Suez o al oleoducto SUMED, desviándolos alrededor del extremo sur de África, lo que añadiría tiempo y costes al tránsito. Además, los flujos de petróleo hacia el sur de Europa y África del Norte ya no podrían tomar la ruta más directa hacia los mercados asiáticos a través del Canal de Suez y Bab el-Mandeb", señala un informe del gobierno estadounidense.

Grandes beneficiados y perjudicados

El potencial cierre del estrecho de Mandeb como consecuencia de la escalada bélica en Yemen beneficia en el corto plazo a los exportadores de crudo o gas que no tienen la necesidad  vital de pasar por la región como Estados Unidos, Rusia, Noruega o Latinoamérica. En cambio, los productores de la zona del Golfo Pérsico pueden ver cómo les afecta el atasco en Mandeb. 

Solo Arabia Saudí, el mayor productor de la región de la zona, tiene puertos de exportación en el Mar Rojo, al norte del punto problemático yemení. Además de que coparticipa junto a Egipto, Catar y Emiratos Árabes en el oleoducto Sumed que supone un 'bypass' al Canal de Suez, desde Ain Sukhna hasta Alejandría donde cargan petroleras europeas como Repsol.

Uno de los grandes perjudicados es Rusia, que pierde así una de las rutas más directas con Asia pese a que ha impulsado los gasoductos directos con China. Sin posibilidad legal de vender su petróleo en Europa, Estados Unidos y otros aliados de la OTAN, el que fuera mayor productor del mundo de petróleo podría ver interrumpido una de sus principales vías de escape. Según Bloomberg, Rusia suspendió el pasado viernes dos tercios de las cargas de su principal crudo de exportación por el Mar Negro debido a una tormenta y trabajos de mantenimiento.

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