Cede un 2,2%

La tensión en Oriente Medio y en los bonos llevan al Ibex a mínimos de casi seis meses

La referencia bursátil española retrocede hasta los 9.000 puntos en su peor semana desde principios de agosto en pleno auge de la aversión al riesgo que aboca a los inversores a buscar refugio en la deuda, el oro y el petróleo.

Ibex 35
La tensión en Oriente Medio y en los bonos llevan al Ibex a mínimos de casi seis meses. 
EFE

El Ibex 35 digiere mal el aumento de la aversión al riesgo y marca mínimos de casi seis meses. La referencia bursátil española sufre su mayor retroceso semanal desde principios de agosto, con una caída del 2,2%. Esta recogida de beneficios le arrastra hasta los 9.000 puntos, su menor nivel desde el rescate de Firts Republic por JP Morgan el pasado mes de mayo y reduce las ganancias en el cómputo anual por debajo del 10%. La presión sobre el mercado de deuda con el interés de algunos bonos cerca de máximos desde el estallido de la burbuja inmobiliaria y el aumento de las hostilidades entre Israel y Hamás abocan a los inversores a decantarse por la ventas en Bolsa. 

En el caso del selectivo, la recogida de beneficios en los últimos cinco días ha sido menor en comparación con otras grandes plazas europeas como Fráncfort (-2,5%), París (-2,6%), Londres (-2,6%) o Milán (-3,1%) gracias al rebote de algunos valores del sector bancario y de Repsol, con un peso determinante en el índice. En este sentido, las subidas han venido de la mano de Bankinter, que rebota un 6% tras la presentación de los resultados, Acciona Energía (+3,5%), Unicaja Banco (+1%), Repsol (+0,6%), CaixBank (+0,34%) y Sabadell (+0,22%). En el resto, las pérdidas abarcan desde el 0,3% de Redeia al 10,9% de Grifols. 

Los mercados financieros han vivido una semana agitada en la que la amenaza de entrada inminente de Israel en la Franja de Gaza y el discurso del presidente de la Reserva Federal, Jerome Powell, ha pesado sobre el ánimo inversor, abocando al Ibex a encadenar cinco semanas consecutivas a la baja. La presión vendedora contrasta con la tensión en el mercado de deuda que ha acaparado la atención toda la semana ante la perspectiva de tipos de interés más altos por más tiempo, especialmente en Estados Unidos, donde el bono a diez años ha roto la barrera del 4,9%, algo inédito desde 2007. Al cierre de los mercados europeos, el interés del papel español a largo plazo se relaja y se coloca en el 3,9% después de haber roto de nuevo la barrera del 4%, mientas el 'bund' alemán se reduce una décima hasta el 4,9%. 

La ambigüedad en el mensaje de Powell no gusta a los inversores. Su insistencia acerca del riesgo de que la inflación persista por la robustez del mercado laboral, sin descartar una nueva subida de los tipos, al tiempo que reconoció que las condiciones financieras se han endurecido, lejos de calmar a las bolsas, ha abocado al mercado por mantener su apuesta por los activos refugio. Prueba de ello es que la cotización de la onza de oro ya ha rebasado los 2.000 dólares, cerca de los máximos históricos de 2.075 dólares que marcó en agosto de 2020 en plena pandemia. 

La deuda y la incertidumbr en torno a los tipos sacuden la confianza de los inversores, a las que se suma el precio del crudo. El Brent de referencia en Europa, ronda de nuevo los 94 dólares, al tiempo que es West Texas escala hasta los 90 dólares, con la vista puesta en la posible colaboración de Irán en la guerra en Oriente Medio. La cotización del 'oro negro' revierte así la caída que habían experimentado después de que EEUU haya levantado las sanciones sobre Venezuela para la extracción y venta de crudo en los mercados internacionales, lo que amenaza la moderación en el crecimiento de la inflación que se viene registrando en los últimos meses.  

"Aunque la mayoría de los exportadores de petróleo del Consejo de Generación del Golfo, productos de petróleo de alta calidad, han empezado a reducir el riesgo de que las exportaciones de petróleo salgan del Estrecho de Ormuz, cualquier escalada con Irán provocaría interrupciones en las exportaciones de petróleo y una subida sustancial de los precios", advierten desde Federated Hermés. Este escenario añade una dosis extra de incertidumbre a las reuniones de política monetaria de los bancos centrales que arrancarán la próxima semana. Por ahora, el mercado espera que tanto el Banco Central Europeo (BCE) como la Reserva Federal (Fed) estipulen una pausa, que sería la primera en el caso del organismo en Fráncfort desde que comenzara el endurecimiento monetario en julio de 2022. 

En mitad de estas circunstancias, el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, ha solicitado al Congreso una partida extraordinaria adicional por 105.000 millones de dólares (casi 100.000 millones de euros) para atender crisis de seguridad en Oriente Próximo, Ucrania o la lucha contra las drogas, particularmente en la frontera. De esta cantidad, unos 14.000 millones de dólares tienen como destino Israel, petición en línea con las formuladas por el Gobierno israelí durante la visita del mandatario al país. 

Mostrar comentarios