Mario Draghi está acostumbrado a los grandes números. Desde su etapa como gobernante del Banco Central Europeo (BCE), el análisis de los flujos de capital e inversión es una de sus prioridades. De ahí que este jueves esté esperando como agua de mayo la llegada de un 'megadividendo' desde España. Enel, participada en un 23% por el Estado transalpino, recibirá a su vez 974 millones de euros desde su filial Endesa, donde mantiene una participación de control del 70,1% del capital.
La empresa que dirige José Bogas descontó este martes de su cotización los 1,3136 euros por acción que entregará a los accionistas de la empresa este jueves 1 de julio. El desembolso del 100% está valorado en 1.390 millones brutos, aunque solo el 29,9% irá a manos de los minoritarios. Endesa cerró la sesión con un ascenso del 0,14% en bolsa, hasta 20,92 euros, una vez ajustado el valor de la compañía a la salida de caja hacia los accionistas.
Será la vigésimo quinta remesa de este tipo que la eléctrica española ejecuta, en su mayor parte, en dirección a Italia. Desde 2007, Enel se ha embolsado 29.520 millones de euros en dividendos desde España. El grupo transalpino cobró presencia en el escenario ibérico durante la llamada guerra energética de 2005 a 2007, que tuvo como puntos de ignición la fallida opa de Gas Natural sobre Endesa o la entrada de ACS en Unión Fenosa.
Pero fue a partir de 2006 cuando todo se descontroló con las constructoras como cicerones: Acciona en Endesa, Sacyr en Repsol y, de nuevo, ACS en Iberdrola. Enel se convirtió en el caballo ganador de la batalla por Endesa tras doblegar a la alemana E.on, que llegó a lanzar una opa, gracias a su pacto con Acciona para repartirse los activos y la propiedad de la empresa. La cifra invertida por los italianos se disparó por encima de los 36.400 millones de euros por un activo que solo 18 meses atrás valía menos de la mitad. Sin embargo, el paso del tiempo ha convertido aquella operación en una de las más rentables registrada en la Bolsa española para un inversor extranjero.
Enel ha recuperado vía dividendos 29.520 millones de euros, el equivalente a 35,23 euros por acción. A esta cifra hay que sumarle 3.300 millones de euros que ingresó por la venta de acciones en la OPV de 2014, cuando redujo su participación en Endesa desde el 92% al 70,1% actual. Además, los italianos siguen controlando una montaña de plusvalías y los futuros dividendos.
De este modo, más de 32.800 millones brutos ya han retornado al balance de los italianos por una u otra vía, es decir, ya supera el 90% de lo que invirtió. Además, la empresa de Roma todavía conserva una participación en la madrileña que está valorada en más de 15.000 millones de euros, según la cotización actual en bolsa de su filial.
Endesa, que ha mantenido a lo largo de este tiempo la política de repartir la mayor parte de sus beneficios anuales como dividendo, anunció un cambio en 2019, antes de la pandemia y en el inicio del plan de descarbonización. El pay out (porcentaje de ganancias destinada al accionista) se vería reducido al 80% en 2021, al 70% en 2022 y ese mismo porcentaje en 2023.
