Críticas a la situación regulatoria

La vía rápida de Ferrovial a Wall Street, ¿cuál es el problema con BME y CNMV?

El gestor de infraestructuras plantea una operación exprés para fusionarse con una filial de Países Bajos, convertirla en cabecera y cotizar en Euronext Ámsterdam para dar su salto desde ahí a las bolsas de EEUU.

El presidente de Ferrovial, Rafael del Pino.
El presidente de Ferrovial, Rafael del Pino.
Europa Press

Se abre el melón, ¿qué obstáculos tienen las empresas españolas para salir a cotizar en Wall Street desde España? En teoría, ninguno. En la práctica, la lista de pegas parece disuasoria aunque hasta el estallido del caso Ferrovial permanecía como un tema tabú. La presidenta del BCE, Christine Lagarde, señaló diplomáticamente a la fragmentación del mercado europeo y provocó que la comunidad inversora mirase al gobierno y reguladores españoles. 

Se trata de la falta de reconocimiento mutuo, convalidación de procesos e información financiera entre la Bolsa española (de capital suizo desde la pandemia de 2020) con las bolsas de EEUU, además de la lentitud burocrática en comparación con otros mercados. No hay casos de éxito que contar. Además de la escasa liquidez bursátil (actividad de compraventa de acciones), falta de visibilidad entre inversores internacionales de BME y el clima 'antiempresa' que perciben los empresarios del actual Ejecutivo.

Después de las trabas técnicas están las de carácter político. De hecho, el Gobierno de coalición PSOE-Podemos hace gala de la puesta en marcha de su escudo 'antiopas' que obliga a pasar por el filtro del Consejo de Ministros en Moncloa casi cualquier operación de compra de una entidad extranjera sobre una empresa española. "Es un esquema que restringe la inversión extranjera", asegura explican fuentes financieras que ponen como ejemplo dos operaciones de 2020 y 2021 que tuvieron que esperar al sello gubernamental: primera, la opa parcial en 2021 del australiano IFM sobre Naturgy, que tardó ocho meses en aprobarse pese a que se convirtió en quinto accionista y minoritario con un 10,8%. Segunda, la venta de una pyme Signaturit a Providence en 2020. Por último, hay inversores que señalan al retraso de la puesta en marcha de los SPAC (los fondos cotizados de capital que permiten salir a bolsa con una fusión) como otro freno.

No se obtuvo respuesta desde BME (Six Group) a la petición de comentarios el miércoles sobre el caso Ferrovial y las posibles trabas que enfrentan las empresas españolas a la hora de cotizar en EEUU desde el mercado español, si bien este jueves por la tarde este diario sí recibió respuesta. En cambio, Ferrovial optó por el silencio. No obstante, el presidente de la CNMV, Rodrigo Buenaventura, tomó la palabra el miércoles en un acto público en nombre del supervisor pero también del operador privado de bolsa para excusarse y lanzar un dardo a Ferrovial. 

"Ni en la CNMV ni en BME hemos recibido ninguna consulta sobre la posibilidad de un ‘listing’ en la bolsa americana. Este caso es novedoso e inédito. Y eso que la reciente modificación de la Ley del Mercado de Valores [...] hubiera sido una ocasión fantástica para analizar con calma este tema", aseguró en un foro de Invertia según Europa Press. “La inmensa mayoría de todo el mundo que tiene valores cotizados en la Bolsa de Nueva York lo hace mediante este método de los ADR. Algunos índices, como el Nasdaq, admiten en su composición los ADR. Otros no”, agregó. Eso sí, Buenaventura admitió alguna traba en la interconexión de las cámaras de liquidación.

Cinco vías: ADR, dual listing, OPV de filial, tradicional o SPAC

Los ADR (certificados de acciones para empresas extranjeras) son colocaciones aisladas del capital de una empresa española que cotizan en dólares pero que dependen del banco de inversión que coordina el programa con el emisor. Es la fórmula elegida por empresas como Telefónica, Grifols, Santander o BBVA. Se trata de un sistema estanco que no proporciona liquidez bursátil ni visibilidad entre inversores internacionales como las acciones ordinarias pero obliga a presentar información financiera especial para la SEC. Su complejidad radica en su falta de transparencia para el resto de inversores, que casi todo el volumen lo realiza el sponsor y cada vez menos empresas lo usan porque lo consideran de segunda categoría.

En segundo término se encuentra el modelo del ‘dual listing’, que permite cotizar en dólares en el OTC Markets donde se negocian las acciones de forma bilateral entre dos partes, aunque los inversores en realidad están comprando las acciones del mercado original en euros. También aquí hay diferencias porque existe un mercado premium en el que se encuentran empresas europeas que han adoptado una serie de sus procesos en el mercado de origen. En el caso español, por ejemplo, Mapfre o Ferrovial se negocian en el OTC Pink para empresas que no cumplen con los estándares de información financiera en EEUU pero cotizan en otros mercados.

Sin embargo, hay dos empresas que están en el segmento QX del OTC Markets porque esta plataforma reconoce el mercado de origen de sus  acciones. Son Repsol, que lo hacía en el NYSE de EEUU pero canceló su programa de ADRs, y Lleidanet, que cotiza en BME Growth pero el mercado americano no lo reconoce pero sí a Euronext, donde también está. En realidad, Ferrovial es la vía más rápida para cotizar de pleno derecho en Wall Street y dar una ventana en dólares para que los inversores compren sus acciones, además de conseguir visibilidad inmediata en todas las plataformas de difusión de información financiera. El único proceso que deberá cumplir es cotizar en Euronext Ámsterdam, mercado que sí está reconocido por OTCMarkets. De momento, la constructora ha mostrado su intención de hacerlo de la manera más rápida posible: fusionándose con su filial holandesa FISE SE que ya opera en tierras neerlandesas.

A su vez, esa doble cotización permitiría a Ferrovial realizar una salida a bolsa tradicional en Wall Street como la efectuada por Ferrari, italiana pero con base en Ámsterdam a efectos bursátiles y cotizada en la Bolsa de Nueva York (NYSE) como si fuera al 100% americana porque su principal accionista Fiat decidió vender allí sus acciones. De nuevo, la empresa de la familia Del Pino necesitaría la pasarela entre Euronext y las bolsas estadounidenses para lograrlo, ya que desde BME no puede. Por otro lado, como publicó La Información, Ferrovial podría usar la opción de sacar a bolsa su filial en EEUU si finalmente su operación estratégica de cotizar en Países Bajos no sale adelante, aunque esta opción parece más lejana. Iberdrola ha usado esa fórmula con Avangrid para crecer vía adquisiciones en EEUU. Fue también la manera con la que Abengoa tuvo presencia en el Nasdaq durante la pasada década, aunque la experiencia no salió del todo bien.

El caso Wallbox: de España a Holanda y luego a Wall Street

Finalmente, el caso de mayor éxito de una empresa española en Wall Street es el de la historia de Wallbox, que fue de la mano de Iberdrola y otros ilustres accionistas. La empresa española debutó en la Bolsa de Nueva York (NYSE) valorada en más de 1.200 millones de euros 2021, pero antes se fue a Países Bajos para fusionar su filial holandesa con otra empresa de EEUU. 

En este caso, la unión fue con un SPAC, una especie de fondo de capital cuyo propósito es absorber a una empresa no cotizada, cederle la ficha bursátil y comprar una porción de sus acciones. La startup de electrolineras y cargadores para coches eléctricos pasó de largo por BME y CNMV hace apenas año y medio porque se encontró con impedimentos para sus objetivos y necesidades: cotizar, recibir la inyección de capital del SPAC para expandir su negocio y acceder a inversores especializados en su sector. Una historia con puntos en común a la de Ferrovial.

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