Menos es más. Warren Buffett, el oráculo de Omaha, siguió concentrando el foco de su cartera de inversiones en sus cinco acciones principales durante el pasado verano, según se acaba de conocer a partir de la declaración al supervisor de bolsa SEC de su holding Berkshire Hathaway. Al cierre de septiembre, cerca de 250.000 de los 350.000 millones de dólares que vale su portafolio bursátil estaban invertidos, en este orden, en Apple, Bank of America, Coca-Cola, American Express y Chevron.
El peso de ese 'top cinco' de acciones se elevó hasta 78% septiembre, cuatro puntos porcentuales más que en junio y se produce en medio de varias desinversiones por valor de hasta 5.000 millones de dólares -principalmente en la petrolera Chevron- y la depreciación de su cartera global en bolsa de 34.500 millones, sobre todo, por el comportamiento de Apple entre junio y septiembre, aunque en octubre y lo que va de noviembre se ha recuperado en parte.
Según el informe de resultados trimestrales, Berkshire registró pérdidas trimestrales (junio-septiembre) de 12.767 millones de dólares, casi cinco veces más (+373%) que en el mismo periodo de 2022, por la citada caída en bolsa de sus acciones, que le obligan a actualizar su valor contable. En cambio, el saldo de los nueve primeros meses de 2023 es de beneficios (58.649 millones).
El efectivo supera la posición en Apple
El valor de la cartera de acciones de Berkshire se redujo en un 10%, hasta 318.500 millones de dólares, una merma latente provocada provocada por la presión que el ciclo de subida de tipos de interés de la Reserva Federal (Fed) está ejerciendo sobre los bonos y las valoraciones de las acciones en bolsa.
Quizá la gran novedad es que, por primera vez en mucho tiempo, la liquidez ocupa el trono en Berkshire Hathaway con 157.200 millones de dólares, ligeramente por encima de los 156.000 millones que valían sus acciones en Apple hasta septiembre. No obstante, quienes conocen al inversor, su socio Charlie Munger y el equipo de gestores del holding saben bien que solo es una parada temporal.
"Seguimos esperando una adquisición del tamaño de un elefante. Solo escribir sobre la posibilidad de una compra gigantesca ha hecho que mi ritmo cardíaco se acelere"
Como los grandes fondos y la mayoría de inversores profesionales, Buffett también giró parte de su cartera hacia la renta fija aprovechando las señales de frenado que ha ido emitiendo la Fed desde mayo, con una inversión de más de 10.000 millones de dólares. La ganancia en este segmento es la mayor en más de 15 años con rendimientos cercanos al 5%, ya por encima de la inflación en EEUU.
Berkshire declaró a 30 de septiembre más de 126.400 millones de dólares en deuda soberana de EEUU de corto plazo y otros 25.600 millones en caja en distintas unidades de negocio del grupo como el área de seguros y ferrocarriles. Dentro de esta última cifra, se destaca una posición de más de 3.600 millones en letras del Tesoro (T-Bills) con un vencimiento inferior a 3 meses.
A la caza de un elefante
Es un récord en la historia de Berkshire Hathaway, que sigue acumulando efectivo o "recargando el arma", como lo suele definir el propio Buffett, para estar preparado por si aparece un "elefante", el equivalente a una gran oportunidad corporativa. "Estamos buscando grandes acuerdos. La forma en que me refiero a ello es que estamos cazando al elefante. Pero tenemos un rifle para elefantes y está cargado", declaró por primera vez en una entrevista televisiva con la CNBC en 2013.
Para el legendario inversor de 93 años, la inversión en acciones cotizadas en bolsa con participaciones minoritarias -aunque milmillonarias- es poco menos que un castigo. También recalca la importancia que tiene dentro de su filosofía de inversión disponer de liquidez en la recámara para no desaprovechar oportunidades de inversión. En 2019, un año antes de la pandemia, Buffett admitía su frustración y búsqueda permanente de negocios que integrar dentro de Berkshire Hathaway.
"Berkshire seguirá siendo para siempre una fortaleza financiera. Cometeré errores costosos y también perderé muchas oportunidades, algunas de las cuales deberían haber sido obvias para mí. A veces, nuestras acciones caerán, pero nunca me arriesgaré quedarme sin efectivo", señaló en su carta a los accionistas del holding.
Aunque 2020 cambió por completo sus planes por el estallido de la pandemia del Covid-19, Buffett expresó su idea de trasladar gran parte de la liquidez excedente -que entonces ya rozaba los 150.000 millones de dólares- a inversiones con vocación de permanencia y algo de control.
"Sin embargo, las perspectivas inmediatas para ello no son buenas: los precios son muy altos para empresas que poseen buenas perspectivas a largo plazo. Esa realidad decepcionante significa que es probable que 2019 nos vea nuevamente ampliando nuestras tenencias de acciones negociables", apuntaba.
Desde entonces, la mayor inversión recurrente de Buffett ha sido su apuesta por Apple, además de la inversión en petroleras con Occidental Petroleum y Chevron como movimientos más destacados. Más allá de la rotación de cartera trimestral o anual, el oráculo sigue apostado, como dijo entonces, con su rifle de efectivo.
"No obstante, seguimos esperando una adquisición del tamaño de un elefante. Incluso a nuestras edades, siendo yo el más joven, esa perspectiva es lo que hace que mi corazón y el de Charlie latan más rápido. Solo escribir sobre la posibilidad de una compra gigantesca ha hecho que mi ritmo cardíaco se acelere", vaticinó Buffett.
