Cuaderno de venta

Los desmayos de la verdad: Tesla, pensiones y un señor en coma

Las fake news, un problema global.
Las fake news, un problema global.
Pixabay

Hay una meme que circula por internet desde hace algunos años que reza, con todas sus letras y erratas: “Emosido engañado”. Se grafiteó en una pared sevillana y se borró hace tiempo pero la comunidad internauta lo ha convertido en eterno. Quien lo utiliza viene a denunciar con humor alguna mentira evidente, situación de decepción ante la realidad o un engaño burdo que se acepta con inocente resignación. Durante los últimos días, hemos asistido a varios episodios de abuso de confianza de los espectadores y de la credulidad de medios que no hicieron bien su trabajo con el único objetivo de arañar unos cuantos puntos de audiencia.

La buena noticia es que los casos más burdos y absurdos acaban desmontados en cuestión de horas. La mala es que otras historias más elaboradas y propagandísticas siguen vivas y coleando. En el primer grupo aparece el escritor José Manuel Blanco, alias Manel Monteagudo, que contó en televisión cómo estuvo 35 años en coma tras un accidente en Irak, un día se despertó y el resto de su rocambolesco relato “se salió de madre”, en palabras del protagonista, hasta que llegó la confesión: “Yo no estuve en coma en ningún momento. Asumo toda la culpabilidad, el que lo dijo mal fui yo y ya está”. Se equivocó porque el 'mea culpa' sin rodeos debió ser entonado por los medios que lo difundieron.

En el segundo grupo de las 'fake news' aparece de forma recurrente el debate de las pensiones públicas. Hay un bulo irreductible -pese a que se ha desmentido en los medios hasta la saciedad- que empodera al pensionista con la idea de que su pensión está pagada con sus años de cotización a la Seguridad Social cuando es falso. Sería así si tuviésemos un sistema de capitalización, de cuentas nocionales o mochila ‘austríaca’ pero lo que hay es un sistema de reparto. La verdad es que el cotizante solo obtiene el derecho al cobro porque su pensión la están pagando los trabajadores en activo, como hicieron ellos hasta que se jubilaron. El problema está en que el diseño de las pensiones públicas, como ocurre con todos los sistemas piramidales, solo funciona cuando los contribuyentes que están en la base son más y aportan lo suficiente como para pagar a los que están en la cúspide.

Otra falacia blindada en el imaginario popular viene a señalar que se cobra poco de pensión en relación a lo cotizado. Pero los datos dicen todo lo contrario. Un estudio del Banco de España calcula que los pensionistas reciben 1,74 euros por cada euro cotizado y hay cohortes, los más longevos o se jubilaron antes de la edad obligatoria, que llegan a cobrar hasta 4 veces lo que aportaron al sistema. De hecho, todavía no se conoce a nadie que haya percibido menos de lo que cotizó. Piense, por ejemplo, en los prejubilados de oro de sectores como la banca, la energía o las telecomunicaciones que se engancharon a la jubilación pasada la cincuentena y cobran, según la esperanza de vida que calcula INE, más de 30 años de pensión.

La verdad acaba desmayándose 14 o 15 veces al día, como diría el poeta gallego que no estuvo nunca en coma, salvo que se caiga en la cuenta que perdió la consciencia casi 180.000 veces a lo largo de tres décadas. Otra de las demostraciones de poder de la propaganda por encima de lo veraz ha tenido como protagonista, como no, al Gobierno. Hasta esta semana, se ha negado la desaceleración que estaba al pie de la calle y hablar de una ‘recuperación fake’ era poco menos que un sacrilegio. Bruselas se ha encargado de bañar de realidad las previsiones oficiales sobre el crecimiento en 2021 y 2022. Aunque una multitud de indicadores apuntan a un frenazo desde que en julio comenzó a escalar la crisis energética y de suministros, el Ejecutivo de Pedro Sánchez se enrocó en el 6,5% para este año y el 7% para el que viene. Ahora la Comisión Europea apunta a un aumento del 4,6% en 2021 y del 5,5% en 2022, al tiempo que recuerda que la economía española está en el vagón de cola del tren de la recuperación y no en la locomotora como nos habían hecho creer... y los más fanáticos siguen repitiendo. 

La relevancia es máxima puesto que sobre esas previsiones apoyan los presupuestos generales, de donde saldrán 171.000 millones de euros, casi el 40% del total, para pagar pensiones. Dicho de otro modo, se recurrirá otra vez a la deuda para sufragarlas y eso las convierte técnicamente en no sostenibles. Pero entre un grupo creciente de pensionistas, azuzados por distintos colectivos políticos, hay una tendencia a no querer ver ni escuchar la verdad. Solo atienden al 'que hay de lo mío' y el 'que venga detrás, que arree'. Ni siquiera una bandera blanca de los menores de 40 años alertando de que se están hipotecando sus futuras pensiones serviría para hacerles salir de su falsa creencia. El ministro José Luis Escrivá se ha visto atrapado entre el deber de contar la verdad -que los trabajadores en activo deben aportar más para sostener las pensiones- y la ley del silencio que impera en la política española con esta cuestión porque hace perder elecciones. Por este motivo el titular de la Seguridad Social ha intentado colar aquello de que elevar el cómputo de años para el cálculo de la pensión no es un recorte. Que se lo digan a los jubilados de los años 80 cuando se elevó el corte de 2 a 8 años; a los noventeros (de 8 a 15 años) o, a partir de 2011, cuando pasa de 15 a 25 años y, además, se exige cotizar 37 años. Ahora volverá a suceder.

Pero la noticia falsa más viral y sorprendente de estos días tan ajetreados era la más sencilla de desmentir. Elon Musk, el hombre más rico del mundo, abrió una encuesta en Twitter a su 63 millones de seguidores en la que proponía vender el 10% de sus acciones en Tesla (valoradas en más de 20.000 millones de dólares) en el marco del debate sobre la tributación de las ganancias latentes (no realizadas) y apuntó que se atendría al resultado de las votaciones. El multimillonario alegó que no cobra salario en efectivo o bonus de la compañía que dirige y, por tanto, solo puede pagar impuestos si vende acciones. Lo que no contó a sus seguidores es que ya tenía el plan de venta masiva en marcha debido al vencimiento del paquete masivo de opciones sobre acciones que había cobrado de Tesla y tiene que vender para pagar a Hacienda. De hecho, su hermano Kimbal vendió títulos valorados en 100 millones de dólares justo unas horas antes de la encuesta tuitera. No parece que haya ilegalidad porque todo forma parte de un esquema comunicado a la SEC en septiembre, pero Musk ha intentado marcar un gol a la opinión pública que puede salirle caro si el supervisor considera que ha habido un episodio manipulación de valores e 'insider trading'.

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