¿Se puede vender una vivienda cuando uno de los herederos es menor de edad?

Algunas personas deciden liquidar los bienes obtenidos de una herencia para afrontar gastos pendientes. En ciertas ocasiones pueden surgir problemas porque los sucesores están incapacitados o no tienen voluntad de vender.

La copropiedad de bienes es uno de los mayores conflictos en estos casos, motivado especialmente por las diferencias de intereses o situaciones económicas.

Aunque se puede llegar a conseguir un acuerdo mutuo, también surgen otras circunstancias por las que las partes optan a usar estos bienes por turnos o incluso comprar la propiedad compartida.

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Sin embargo, ¿qué ocurre cuando el heredero de un bien inmueble es menor de edad? ¿podría venderse una vivienda de la que es copropietario incluso si no tiene capacidad de decisión?

Vender la propiedad

A grandes rasgos se puede determinar que sí sería posible vender esa vivienda aunque uno o el único de los propietarios sea menor de edad. Lo esencial es que los representantes legales de joven, que pueden ser tanto sus progenitores como otros tutores adjudicados, sean quienes avalen la decisión.

Además de este consentimiento se necesitará una autorización judicial, a excepción de que tenga más de 16 años, donde no será necesario. Este documento tiene el objetivo de velar por la protección de los intereses del menor en cuestión. 

En la solicitud para el Juzgado de Primera Instancia se encontrarán detallados la identificación del inmueble, los motivos de la venta y el destino del dinero tras la compra.

La persona en cuestión, que puede ser el representante o el joven mayor de 16 años, tendrán que firmar la escritura pública para poder vender. Una vez se realice la comparecencia y se acepte la petición se podrá realizar la gestión.

Facilitar los trámites

Estos procesos pueden agilizarse de una forma muy sencilla. Para ello tendremos que indicar en el propio testamento quién será el administrador de la propiedad y cómo tendrá que ser el proceso de venta.

De este modo, se simplificará el reparto de los bienes sin necesidad de implicar a los representantes legales o recurrir a procesos legales que pueden extenderse en el tiempo.