Los españoles se van de vacío

'Parásitos' se cuela en Hollywood a lo grande y da una bofetada doble a Netflix

  • La cinta coreana se convierte en la gran triunfadora de la 92 ceremonia con cuatro estatuillas: película, cinta internacional, dirección y guion.
Bong Joon-ho, con su Oscar a mejor guion original
Bong Joon-ho, con su Oscar a mejor guion original
Efe

Qué gran metáfora. Como diría el protagonista de 'Parásitos'. Que no iba a ser la noche de Netflix en la mismísima casa del cine en su gran fiesta anual se daba casi por sentado. Pero que iba a ser así de doloroso tampoco se esperaba. Porque una cosa es que Hollywood se vuelque con sus grandes producciones, sobre todo, si vienen acompañadas de crítica y taquilla (como así era este año). Otra muy distinta es que la Academia decida dar un giro de volante a sus preferencias... y abra el angular hacia otro tipo de cine: el asiático de la mano de Bong Joon-ho.

Triunfador absoluto, 'Parásitos' ha arrasado en las categorías superiores y se ha convertido, además, en la primera película que se lleva el Oscar a la Mejor Película y a la Mejor Película Internacional. Aunque también subió en dos ocasiones de lustre más, como son el guion original y el director. Ni el propio Bong Joon-ho se lo imaginaba. De hecho, al subir por el premio al guion muy al principio de la gala, bromeó con que ya se podía tomar una copa tranquilo. Luego, con la distinción a mejor película de habla no inglesa, dijo que esta vez sí, que ya podía beber tranquilo. Con la tercera vez (por mejor director frente a los Scorsese o Tarantino) la botella ya debía estar vacía. A la cuarta vez, con la apoteosis final, ya no mencionó nada de alcohol.

Bofetada doble, por tanto, a Netflix. El primer daño, que es el de la indiferencia, era algo más previsible y se manifestaría por la parte que más nos duele a los españoles, ya que el golpe vino a los pocos minutos de iniciarse la gala, cuando se dio entrega al Oscar a la mejor película de animación y la favorita en todas las quinielas, la 'Klaus' de Sergio Pablos, se quedó con cara de circunstancias viendo cómo subía a recoger la estatuilla la todopoderosa franquicia de la global Pixar de Disney por 'Toy Story 4'. 

Si ni siquiera el premio más cantado caía en la cuenta de Netflix, ya poco cabía esperar. Así fue: en la pedrea muy repartida en la que se convirtió el conteo de los premios técnicos, 'El irlandés' (que apostaba a casi todos ellos con hasta 11 candidaturas) veía cómo sus competidoras iban arañando galardones: Fotografía o Efectos Especiales para '1917', Diseño de Producción para 'Erase una vez en... Hollywood'; Montaje para 'Le Mans'66' o Música para 'Joker'.

Aunque para cantado, el único premio de cierto prestigio que pudieron llevarse a su sede de Los Gatos los de Reed Hastings, el que pudo alzar la actriz Laura Dern por su interpretación en el reparto de 'Historia de un matrimonio'. Junto a ella, Netflix también se adjudicó un premio bastante menor, el de Mejor Documental para la 'American factory' tras la que están los mismísimos Obama en su producción. Mucho nombre, mucho dinero gastado en rodajes y en promoción y un par de Oscar irrelevantes. 

Así que nada que no se temieran ya desde Netflix. Por lo que la segunda bofetada les ha dolido más porque Hollywood ha demostrado que no tiene miedo a los cambios. Que puede acumular años premiando a directores extranjeros (como a los mexicanos del último lustro) incluso en producciones que no son marcadamente americanas. Que puede mirar hacia otra forma de hacer cine. Sí. Todo eso es tan cierto como que todavía no apuesta por Netflix. Otro año será. 

Para este año, los Oscar pasarán a la historia como los de 'Parásitos' en una noche de cierta dispersión de premios y sin favorito claro durante las tres horas y media justas que ha durado la ceremonia (aproximadamente lo que se tarda en ver la película de Scorsese). Quizá cuando recayó en la película coreana el guion original pudo barruntarse su triunfo final. Solo quizá. Nadie quería arriesgarse y la recolección dispersa de premios de las demás favoritas no ayudó a elegir al triunfador probable durante el tramo medio de la retransmisión. 

Entre tanto, Bong Joon-ho ganó a Pedro Almodóvar en la categoría de película internacional (ahora llamada así frente a habla extranjera) y cerró la segunda puerta de la esperanza al cine español. De la tercera, la que ostentaba Antonio Banderas como actor principal, ya no tuvo la culpa el lejano oriente sino un villano de cómic: el 'Joker' interpretado por Joaquin Phoenix. 

Tanto el manchego como el malagueño ya habían dejado claro por activa y por pasiva que el premio era estar en el Teatro Dolby y codearse con la flor y nata de Hollywood a la vez que recibir ese cariño de la industria más potente del planeta. Para los dos, el negocio estaba en otra parte y fueron a Los Angeles a disfrutar del momento sin presión alguna. 

Y la ceremonia, ¿qué tal? Rápida y al pie, solo acartonada por la sucesión de números musicales. Sin presentador ni conductor, Steve Martin y Chris Rock dieron la bienvenida en una (no) presentación (como ellos la denominaron) y bromearon con la falta de diversidad tanto en representación femenina como en candidatos de color. Entre una y otra reivindicación, terminó decantando más la balanza de la notoriedad en redes sociales la causa feminista, con gestos como el de Natalie Portman, con un vestido que llevaba bordados los nombres de directoras que pudieron ser nominadas y fueron ignoradas, a un par de reclamaciones de escaso alcance en diversas presentaciones. Aunque todo muy educado y blanco. 

Toda una metáfora, sí. 

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