Afea la falta de concreción en las medidas

Airef teme que el Plan de Recuperación empeore el agujero del déficit en España

La Autoridad Fiscal detecta un riesgo alto de que el plan del Gobierno ensanche en más de 12.000 millones de euros la brecha estructural entre los gastos y los ingresos del sector público.

La presidenta de Airef, Cristina Herrero, en su comparecencia en la Comisión de Presupuestos
La presidenta de Airef, Cristina Herrero, en su comparecencia en la Comisión de Presupuestos
EFE

Seis de las nueve políticas palanca definidas por el Gobierno dentro del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia remitido hace poco más de una semana a Bruselas y que marcará la hoja de ruta para la recuperación de la economía española presentan riesgos significativos de incrementar el déficit público español, que ya cerró el año 2020 como el más alto de toda la Unión Europea y que es uno de los indicadores observados con lupa por inversores y analistas internacionales a la hora de valorar la situación de la economía española, según la Autoridad Independientes de Responsabilidad Fiscal (Airef). La conclusión del organismo es que a la luz de la información, poco detallada, proporcionada por el Gobierno en las últimas fechas a través de la actualización del Programa de Estabilidad y Crecimiento, el Plan Nacional de Reformas y el Plan de Recuperación la brecha estructural entre los gastos y los ingresos en España llegará al año 2024 en el 4,6%, por encima del 3,5% en la que estaba en 2019.

Traducido a euros contantes y sonantes esto significaría que el desequilibrio estructural del sector público español - los números rojos en el balance de las Administraciones Públicas - se iría hasta el entorno de los 50.000 millones de euros, unos 12.000 millones más que antes de la crisis. No hablamos aquí del efecto de las exoneraciones transitorias a los ERTE, las ayudas también temporales a los autónomos que se han quedado sin carga de trabajo o los gastos en vacunas o materiales de protección sanitaria, sino de otras medidas como el Ingreso Mínimo Vital, el fortalecimiento de los servicios sanitarios u otras medidas que se han puesto en marcha en el contexto de la pandemia pero que se consolidarán dentro de la carta de servicios de lo público.

La Autoridad Fiscal no cuestiona ni mucho menos la adopción de estas medidas sino que éstas no estén soportadas por unos ingresos extraordinarios equivalentes que permitan financiarlas. El preceptivo informe de la Airef sobre la actualización del Plan de Estabilidad español advierte que este análisis está condicionado por la falta de concreción en las medidas, especialmente por el lado de los ingresos, planteadas por el Gobierno de España, pero sí subraya que "las inversiones del Plan de Recuperación presentan diferentes niveles de riesgo de incrementar el gasto estructural una vez finalizado éste".

El organismo presidido por Cristina Herrero señala entre las líneas más propensas a incrementar el gasto estructural del sector público doméstico la modernización de las Administraciones Públicas, el Pacto por la Ciencia y la Innovación, el refuerzo de las capacidades del Sistema Nacional de Salud, la apuesta por la educación, el conocimiento y la formación continua a lo largo de toda la vida laboral y la nueva economía de los cuidados, así como las nuevas políticas de empleo. Todas ellas, líneas de política económica que requerirán de nuevos recursos públicos y no de manera puntual, sino probablemente de manera permanente. También incluye entre las políticas palanca que podrían contribuir a tensionar el gasto público la modernización del tejido industrial y el impulso a la industria de la cultura y el deporte.

Según la Airef, la información proporcionada por el Gobierno en la actualización del Programa de Estabilidad del Reino de España resulta insuficiente para considerarlo como un instrumento de planificación fiscal a medio plazo y por ello el organismo vuelve a reiterar la necesidad de que el Gobierno "complete la estrategia fiscal a medio plazo para alcanzar un nivel de déficit suficiente para reconducir la deuda hacia niveles más sostenibles

que reduzcan la vulnerabilidad de la economía española".

Mientras ello ocurre, la Autoridad Fiscal prevé para 2021 y 2022 una evolución del déficit algo más positiva que la prevista por el Gobierno. Airef prevé que este año se cierre con un desequilibrio del 7,8% - dos décimas más que en su último informe por la prolongación de la vigencia de los ERTE -, frente al 8,4% de la senda oficial del Gobierno; y que en 2022 ese déficit se reduzca al 4,6%, frente al 5% calculado por el Estado. En 2023 y 2024, sin embargo, Airef cree que el recorte del déficit será más suave de lo estimado por el Gobierno y que se llegará a 2024 con un déficit aún del 3,5%, frente al 3,2% que confía en alcanzar el Ministerio de Hacienda. 

La recuperación, pendiente del turismo

La Autoridad Fiscal señala como factible el cumplimiento de la senda de crecimiento dibujada por el Gobierno de España para los próximos años, pero advierte que ésta dependerá de que se cumplan dos premisas fundamentales. La primera es que el programa de vacunación se cumpla y, como consecuencia de ello, la actividad económica avance hacia una normalización que se culminaría a finales del año 2022 con la recuperación del nivel de PIB anterior a la pandemia, en línea con lo previsto por el Gobierno. La segunda es que, como planea el Gobierno, la ejecución del Plan de Recuperación respalde la reactivación económica desde el segundo semestre de este año y lo haga con la intensidad que prevé el Ejecutivo, que según ha puesto de manifiesto también la Autoridad Fiscal en su informe descuenta un impacto mayor de estas inversiones de la que se ha estimado en otros grandes países de la UE como Alemania.

Más allá de esas dos premisas básicas, que sostienen todo el entramado de la reactivación económica con la que sueña el Gobierno y que no dejan de estar sujetas a un cierto nivel de incertidumbre, como subraya la Autoridad Fiscal, el organismo entiende que la intensidad de la reactivación económica de España dependerá de tres factores, de los cuales uno emerge como particularmente crítico: la recuperación del turismo. La Airef parte de la base de que la campaña turística de 2021 será similar a la del año pasado y que no será hasta 2022 cuando se empiece a recuperar el terreno perdido por el impacto de la Covid

Pero no será el único factor que influirá. Otro será la recuperación del empleo, que Airef espera que sea más poderosa de lo que ha planteado el Gobierno con una doble consecuencia. Por una parte, la evolución del empleo será más dinámica; por otra la incorporación de población activa hará que la tasa de desempleo se sitúe por encima de lo previsto por el Gobierno. La Autoridad Fiscal advierte en este sentido que la probabilidad de que los trabajadores inmersos en ERTE se reincorporen a su trabajo se ha desplomado a solo el 30% con el paso de las semanas.

El otro elemento será, como subrayó el Banco de España, el volumen de ahorro forzoso que las familias estén dispuestas a convertir en consumo durante los próximos meses al calor de la caída de las restricciones a la movilidad y a las industrias del ocio.

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