Desconcierto en la patronal

Calviño arrincona a Garamendi con su 'abrazo del oso' en la reforma laboral

La intervención de la vicepresidenta económica en la negociación que dirige Yolanda Díaz pone en un brete al presidente de la CEOE de puertas adentro: "Antes podía plantarse, pero ahora tendrá que ceder".

Calviño, Garamendi Díaz
Calviño arrincona a Garamendi con su 'abrazo del oso' en la reforma laboral
Agencia EFE

"Calviño no le ha hecho ningún favor a Garamendi con su intervención en la reforma laboral... al contrario, le ha sentenciado con su abrazo del oso". Desde la cúpula de la CEOE sugieren que, más que favorecer su posición negociadora en la mesa con el Gobierno y los sindicatos, la injerencia de la vicepresidenta económica pone en un brete al líder de la patronal, que de puertas adentro va a tener muy complicado justificar las inevitables cesiones que va a tener que hacer si firma el acuerdo. El argumento es el siguiente: con una reforma radical como la que planteaba inicialmente Yolanda Díaz era fácil plantarse ante el todo, pero si con la presencia de Economía en la mesa se suavizan algunas medidas, Garamendi podría acceder a apoyar el conjunto, lo que va a generar una importante oposición interna en Diego de León, especialmente desde los sectores más afectados por la norma.

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha entendido la participación de Calviño en la negociación de la reforma laboral como necesaria, por dos motivos: el primero es que, inevitablemente, los cambios de calado en las políticas económicas tienen que pasar por su departamento, que además es el interlocutor principal con Bruselas; y el segundo es que una mayor representación gubernamental en la mesa podría ayudar a limar posturas y atraer a la CEOE al acuerdo en la recta final de las negociaciones. Pero lo que en principio parecía un movimiento a favor de la CEOE podría convertirse en una trampa para su presidente, Antonio Garamendi. "Partiendo de la base de que no queremos tocar la reforma laboral de 2012, todo lo que sea ceder en esa dirección estará mal visto en nuestra casa", auguran desde la patronal.

Hay que recordar que la CEOE ha tildado la reforma laboral planteada por el Ministerio de Trabajo de "abordaje marxista" y ha manifestado su oposición frontal a una iniciativa "intervencionista, regresiva y desalineada con las necesidades del tejido empresarial y de los trabajadores". Lo hizo en un documento que circuló a finales del pasado mes de junio y desde entonces no se ha movido un ápice en la mesa de negociación. El propio Garamendi ha manifestado en público y en privado su rechazo a los distintos borradores planteados hasta la fecha por el equipo de Yolanda Díaz, argumentando principalmente que los cambios que se proponen en esos papeles van en la dirección contraria de lo que le está pidiendo a España la Comisión Europea.

Aunque no sería la primera vez que el empresario vasco cambia de opinión a última hora sobre una reforma que ha rechazado durante meses. Sucedió con la ley del teletrabajo y con la regulación de los riders y ha sido así en numerosas negociaciones de los ERTE, en muchos casos generando división dentro de la patronal. "Pero en esta ocasión es diferente. No estamos hablando de cualquier reforma o de un tema que solo influya a unos pocos, sino de un asunto transversal como es la reforma laboral, que afecta a la totalidad de los presentes en la CEOE", avanza un dirigente empresarial con silla en la Junta Directiva y en el Comité Ejecutivo. En el seno de la patronal no ocultan su preocupación por el rumbo que puedan tomar las negociaciones en las próximas semanas, con el nuevo esquema de coordinación en el que participa Calviño.

Miembros de la confederación empresarial aseguran a La Información que Garamendi está sometido a una "presión interna muy fuerte" desde los sectores más afectados por algunos de los cambios que se están planteando, como los que tienen que ver con la limitación de la contratación temporal o de la subcontratación. "Todo lo que sea reformar en estos ámbitos va a implicar cesiones y si cede en algo reprochable, lo van a utilizar en su contra", advierte un integrante con peso en la CEOE. El escenario ideal para el líder de la patronal, bajo este argumento, era haberse plantado ante una reforma, la de Díaz, "salvaje y radical" y que los propios sectores hubieran pedido a Garamendi "pactar y acotar", pero el "falso derecho de veto que se supone a la CEOE no nos hace ningún favor en clave interna", zanja.

¿Por qué es tan importante la postura del presidente de la CEOE en esta negociación? O, mejor dicho, ¿por qué es más relevante el juego de equilibrios en esta ocasión? Primero, como se ha mencionado, porque la del mercado laboral no es una reforma cualquiera. Pero es que además, no hay que olvidar que Garamendi se juega la reelección el próximo año y no le conviene generar oposiciones internas en estos meses en asuntos con tanta afectación en todos los sectores con representación en Diego de León. "Si entra a pactar, es una reforma en la que únicamente tenemos que perder, nada que ganar", insisten las fuentes consultadas dentro de la CEOE, que añaden, respecto a la moderación que pueda introducir Calviño, que "cuanto más fácil se lo pongan, más difícil tendrá decir que no".

Este ambiente interno en la organización empresarial será un condicionante adicional y añadido al ruido ya existente en las negociaciones durante las próximas semanas. Los empresarios celebran la reunión de su Comité Ejecutivo y Junta Directiva el próximo miércoles, día 17 de noviembre, y allí enseñarán sus cartas. "Esperamos que el presidente nos ponga al tanto del estado de las negociaciones en ese momento y, por supuesto, del contenido de las medidas que se están tratando", añade otra fuente de una organización territorial que prefiere esperar a conocer el detalle de la propuesta antes de posicionarse. "Puede acabar ocurriendo que algunos sectores salgan más perjudicados que otros y reclamen a Garamendi una postura más beligerante con el Gobierno... pero, a veces, entre susto o muerte, no queda más remedio que elegir susto", concluye.

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