Tensiones globales

La crisis en Oriente Medio y el aviso de recesión en el Euro meten presión al BCE

Desde Fráncfort, al igual que reflejan las últimas actas de la Reserva Federal estadunidense, dejan claro que no tienen prisa por comenzar a bajar los tipos de interés, frente al optimismo que invade los mercados financieros.

La presidenta del Banco Central Europeo, Christine Lagarde, y la presidenta de la Comisión Europea, Ursula Von der Leyen
La presidenta del Banco Central Europeo, Christine Lagarde, y la presidenta de la Comisión Europea, Ursula Von der Leyen
DPA vía Europa Press

La incertidumbre, como la niebla, se ha instalado en el horizonte y resta visibilidad a la economía global en el arranque de 2024. Las tensiones geopolíticas arrecian en Oriente Medio y se suman, en el caso de la Eurozona, a la recesión a la que apuntan los indicadores macroeconómicos, con unos tipos de interés en máximos desde 2001 y una crisis inflacionaria que sigue sin estar del todo controlada. Al menos una veintena de compañías navieras han optado por redirigir las rutas de sus buques mercantes por Sudáfrica para evitar el paso por el mar Rojo, escenario de ataques contra los cargueros por parte de los rebeldes hutíes del Yemen.

La cifra la ofreció el jueves el secretario general de la Organización Marítima Internacional (OMI), Arsenio Domínguez, en el marco de una intervención ante el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, donde condenó el hostigamiento al comercio global. Estados Unidos y algunos de sus aliados, como Australia, Bahrein, Bélgica, Canadá, Dinamarca, Alemania, Japón, Italia, Países Bajos, Nueva Zelanda y Reino Unido, han emitido un comunicado conjunto en el que advierten a los rebeldes de que sus acciones tendrán consecuencias. 

Esto mientras se teme que el conflicto entre Israel y Hamás escale al resto de la región, tras el atentado perpetrado por el Estado Islámico en la ciudad iraní de Kermán, situada a unos 800 kilómetros al sureste de la capital (Teherán), y después del ataque que mató en Beirut al número 'dos' de la milicia palestina, Saleh al Aruri, del que autoridades libanesas y palestinas acusan a Israel. Estas tensiones, el cierre de uno de los mayores yacimientos de petróleo de Libia y la caída de los inventarios estadounidenses meten presión sobre el crudo y amenazan con poner más trabas, vía subida de precios, a una economía global que sigue débil.

El Banco Central Europeo ha dejado claro que la batalla contra la inflación está lejos de haber terminado aún. El gobernador del Banco de España y miembro del Consejo de Gobierno de la entidad, Pablo Hernández de Cos, apuntaba esta misma semana a que la tasa de IPC de la Eurozona mantendrá este año la tendencia descendente, si bien el ritmo de desaceleración de la subida de los precios será más lento. Desde Fráncfort, al igual que reflejan las últimas actas de la Reserva Federal estadunidense, dejan claro que no tienen prisa por comenzar a bajar los tipos de interés, frente al optimismo que invade los mercados financieros.

Más presión sobre el BCE ante las nuevas alarmas

La inflación se moderó en la región hasta el 2,4% en noviembre por sexto mes consecutivo, si bien los analistas contemplan que en diciembre se rompa esta racha y los precios vuelvan a tensionarse. El BCE tendrá de nuevo que medir mucho su mensaje en la reunión del próximo 25 de enero, dado que algunos indicadores clave señalan ya que el área habría entrado en recesión al cierre del año. La economía de los veinte países que comparten el euro se contrajo un 0,1% en el tercer trimestre, según Eurostat. 

El deterioro de la actividad del sector privado en diciembre que refleja el índice compuesto de gerentes de compra (PMI) ha hecho saltar las alarmas sobre la posibilidad de encadenar dos trimestres consecutivos de contracción del PIB, lo que se entiende por recesión técnica. En concreto, este indicador amplía a siete meses el retroceso en los servicios y la industria. El PMI repitió en el último mes la lectura de 47,6 puntos de noviembre, anticipando el riesgo de entrada en recesión. Cualquier lectura por debajo de 50 implica una contracción de la actividad.

"El índice PMI compuesto, un indicador confiable del comportamiento económico en general, está tocando la alarma de recesión para la zona euro", advierte Cyrus de la Rubia, economista jefe de Hamburg Commercial Bank, que elabora este modelo de estimación en tiempo real del PIB. En el caso de los servicios, el PMI se situó en 48,8 puntos desde los 48,7 del mes anterior, mientras que en el caso del manufacturero la lectura se situó en 44,4 puntos, frente a los 44,2 de noviembre.

En todo caso, la respuesta de los bancos centrales al menor crecimiento sentará las bases para la siguiente fase del ciclo crediticio. "Creemos que Estados Unidos puede evitar una recesión, al menos durante los próximos trimestres, pero Europa continental podría no hacerlo", sostiene Craig Burelle, analista senior de estrategias macro de la gestora Loomis Sayles.

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