El PIB de la Eurozona se contrajo un 0,1% en el tercer trimestre del año en relación al anterior, lastrado por las exportaciones, que retrocedieron un 1,1% en un contexto marcado por la debilidad de las principales economías del planeta y por el alza de los tipos de interés. El dato lo ha avanzado este jueves Eurostat, la oficina de estadísticas europea, que apunta a que previamente la economía de la región avanzó un leve 0,1% entre abril y junio. El retroceso de la actividad no ha impedido, sin embargo, que el empleo aguante el embate y se incremente un 0,2% trimestral y un 1,3% interanual.
En relación al mismo trimestre de un año antes el PIB de la zona euro se mantuvo estable, con un avance del 0,6%. Los efectos de la subida de tipos, que el Banco Central Europeo ha colocado en máximos desde 2001 tras elevarlos en tiempo récord en 450 puntos básicos, empiezan a apreciarse más en la economía real. Esto es así por el desfase de varios meses que existe en la traslación de la política monetaria.
Pese a ello, el consumo final de los hogares ha avanzado tres décimas -cuando en el trimestre previo se estancó- gracias a la resiliencia del mercado de trabajo por el apoyo, vía medidas extraordinarias, que los gobiernos han venido dando a familias y empresas para contrarrestar los efectos de la pandemia, primero, y de las crisis energética, inflacionaria y la guerra en Ucrania, después.
La inversión pública también ha aportado al avance del PIB, al incrementarse un 0,3% trimestral, una décima más de lo que lo hizo entre abril y junio. Mientras, la formación bruta de capital fijo o inversión productiva se estancó, después de haber retrocedido previamente un 0,1% trimestral entre abril y junio. La debilidad de las principales economías del euro se hizo evidente, además, n las importaciones, que retrocedieron con más fuerza aún que las exportaciones, al hacerlo un 1,2%.
En el caso de los Veintisiete, el PIB se mantuvo estancado por segundo trimestre consecutivo (0%), después de haber avanzado un 0,2% en el primero. En relación al mismo periodo (julio a septiembre) del ejercicio previo, la Unión Europea tampoco logró crecer.
España entre los países donde más se incrementó el empleo
Por estados, la economía de Malta fue la más dinámica, con un avance del 2,4% trimestral, seguida de la de Polonia (1,5%) y Chipre (1,1%). En el lado opuesto se situaron Irlanda (-1,9%), Estonia (-1,3%) y Finlandia (-0,9%). En el tercer trimestre el PIB español avanzó un 0,3%, mientras que las dos mayores economías de la región, Alemania y Francia, retrocedieron un 0,1%, lastrando al conjunto.
En lo que respecta al empleo, Eurostat destaca en su informe que Lituania y Malta, con un avance del 1,4%, y España, con un alza del 1,3% trimestral, registraron los mayores aumentos en lo que a creación de empleo se refiere. Este se resintió, sin embargo en Estonia (-0,9%), Chequia (-0,7%) y Finlandia (-0,6%).
El análisis combinado de los datos de PIB y empleo muestra cómo el crecimiento de la productividad fluctuó en torno al 1% para la Eurozona entre 2013 y 2018, antes de que la pandemia de Covid provocara una gran volatilidad en 2020. En el tercer trimestre de 2023, la productividad por trabajador disminuyó un 1,2% en el conjunto de la región en términos trimestrales y un 1,2% en términos interanuales.
A la vista de estos datos, Cristina Gavín Moreno, jefa de renta fija y gestora de fondos en Ibercaja Gestión ve complicado que vaya a producirse una rebaja de los tipos de interés por parte del Banco Central Europeo antes de la segunda mitad de 2024, "siempre que los datos de crecimiento no experimenten una caída muy agresiva y fuercen a Lagarde al salirse del guion que tiene previsto", sostiene.
