La pandemia del coronavirus, que llegó hace más de un año a España procedente de China, ha tenido un considerable impacto en las estadísticas de las pensiones contributivas, que nos acercan a la realidad de un sistema que sufrirá cambios profundos para garantizar las prestaciones futuras y que deberá enfrentarse a un aluvión de nuevos jubilados -baby boomers- con pensiones altas y a un panorama laboral negativo, con más paro y trabajadores con cotizaciones menores.
Un repaso detallado a la cifras que facilita la Seguridad Social nos muestra el drástico aumento de bajas con respecto a 2019 -65.000- y el frenazo de las altas -28.000-, por fallecimientos, pero también por problemas administrativos, que han limitado el crecimiento del número de prestaciones a 42.000, apenas un 0,43% más que en 2019, y de pensionistas, 33.800 más.
El mínimo incremento del número de pensiones, que en los últimos tres lustros ha crecido como mínimo tres veces más que en 2020, y un aumento moderado de la pensión -2,07 frente al 4,85% de 2019- han contribuido a que el importe de la nómina anual de las pensiones, que asciende a 138.052 millones de euros, solo aumente un 2,54%, la mitad que un año antes.
El frenazo en la entrada de nuevos pensionistas, con prestaciones más elevadas que la media del sistema -unos 350 euros- ha sido una de las claves para el escaso aumento de la pensión media, que en buena medida ha sido provocado por un importante número de bajas con prestaciones mínimas que han hecho subir la media.
El número pensiones de incapacidad permanente, viudedad y orfandad sufrió un apreciable descenso durante la pandemia, mientras que las de jubilación, las más numerosas y con el importe más elevado, aumentaron un 1%. También lo hicieron las de favor familiar, que apenas suponen 39.600. El año pasado acabó con 6.094.446 jubilados, un 0,93% más que en 2019, y sus nóminas supusieron más de 99.000 millones de euros.
Las pensión media -incapacidad permanente, viudedad, orfandad, favor familiar y jubilación- se situó en 2020 en 1.011,02, en una horquilla que va de los 1.161,80 de los jubilados, pasando por los 725 euros de las de viudedad, a los apenas 410 euros de orfandad.
Pandemia y prestaciones
La pandemia provocada por el coronavirus ha tenido un efecto muy desigual en la evolución de las prestaciones de protección social a lo largo de 2020, con un incremento muy notable de los beneficiarios por desempleo y de los gastos para esta partida, y con un incremento moderado en los gastos destinados a pensiones contributivas, debido a los fuertes descensos de las altas de viudas y jubilados y el aumento de las bajas durante los primeros meses del año con respecto a los mismos de 2019, que coinciden con el peor momento de la pandemia.
En el mes de septiembre, último dato disponible, el gasto en prestaciones de protección social -excluidas las que se perciben en el País Vasco -, superó los 12.805 millones, una cantidad prácticamente idéntica a la que recibirá España del fondo europeo ReactEU, dirigida a fortalecer a medio y a corto plazo tres sectores que están sufriendo especialmente los efectos del Covid-19: sanidad, pymes y los parados. La cantidad gastada en prestaciones en un solo meses supone el abono de 18 millones de euros cada hora.
Hemos bloqueado los comentarios de este contenido. Sólo se mostrarán los mensajes moderados hasta ahora, pero no se podrán redactar nuevos comentarios.
Consulta los casos en los que lainformacion.com restringirá la posibilidad de dejar comentarios