Los tratos tras bambalinas

El dinero negro se abre paso en la venta de viviendas en medio de la pandemia

La Información ha realizado un centenar de llamadas para conocer la disposición de los propietarios a aceptar distintas modalidades de pago. 48 aceptaron al momento y solo 26 se negaron.

Dinero negro venta
El dinero negro se abre paso en la venta de viviendas en medio de la pandemia
Unsplash

"Todo se puede arreglar". "Con que no conste en ningún sitio todo bien". "Nos vemos en persona y lo cuadramos..." La crisis económica por la Covid-19 ha provocado que la 'flexibilidad' a la hora de negociar en la compraventa de viviendas se estire mucho más de lo permitido. La Información ha contactado con un centenar de propietarios de inmuebles para calcular la propensión a aceptar pagos en negro o en 'B' en la transacción. El resultado no deja lugar a dudas: 48 personas aceptarían esta modalidad de pago, 25 se mostraron más cautas y han pedido reuniones personales con vistas a "arreglarlo", y solo 26 respondieron con un "no" rotundo.

Con todas las crisis resurge el riesgo de que este tipo de prácticas vuelvan con fuerza. José María Mollinedo, secretario general del Sindicato de Técnicos del Ministerio de Hacienda (Gestha), asegura a 'La Información' que todavía es pronto para cifrar el flujo de los pagos en negro durante el estado de alarma y el inicio de la 'nueva normalidad', pero admite que, de comprobarse su peso en el mercado, no sería la primera vez que los españoles recurren a estas fórmulas en tiempos de dificultades. El experto explica que en mayo de 2007 España concentró cerca del 30% de los billetes de 500 euros que circulaban en la eurozona, "una cifra bastante superior a la que le correspondía por su peso económico". 

Por la muestra que ha realizado este diario se puede constatar que la práctica sigue en marcha. Las respuestas afirmativas para alterar la forma de pago son en su mayor parte de particulares, aunque algunos agentes inmobiliarios también han mostrado su conformidad (2) o buena disposición (7) para negociar acuerdos 'bajo la mesa'. Es más, al ser preguntado por la 'flexibilidad' que ofrecerán dos propietarios de inmuebles, un agente declara que "uno de los dueños sí estaría dispuesto a recibir parte del pago en efectivo, pero el otro estoy segura de que no". La mayor parte de los encuestados en las llamadas que se ha negado a aceptar dinero 'B' ha argumentado que su oferta es un "chollo" para lo que existe en el mercado.

¿Qué motiva esto? El ahorro. Quienes compren un inmueble a una empresa deben pagar en impuestos el 21% del precio ofertad; quienes compren a particulares tendrán que abonar entre el 8% y el 10% total de la suma de la transacción- todo depende de las tasas establecidas por las CCAA- más otros gastos como el notario, que elevan el porcentaje al 12%. El vendedor, por su parte, debe pagar un 20% a las arcas estatales, según el experto en economías sumergidas e inspector de Hacienda José María Pelaez

Está claro que si las partes acuerdan declarar frente al notario una cantidad 'razonable' en términos de lo que marca la escritura y recurren al pago en efectivo del resto de la suma acordada todos ganan... menos el Estado. La fórmula, además de efectiva, es de sencilla ejecución. El inspector explica que la mayor parte de los intercambios de sobres ocurren fuera de las propias notarías: delante de los funcionarios solo se declara la información oficial. De hecho, a las 48 personas consultadas por este diario que aceptaron una transacción de este tipo no les provocaba incomodidad la sugerencia.  

El inspector de Hacienda también recalca que la economía sumergida en España es más elevada que en el resto de Europa -ronda el 20% de la actividad cuando la media europea se sitúa entre el 12 y 13%-. Para este profesional, este tipo de actividad aumenta en épocas de crisis pero no tanto como para "solucionar todos los problemas tributarios". No obstante, la práctica de pagar una vivienda "una parte en negro y otra en blanco" es habitual debido a su efectividad "si la gente es cuidadosa y no mete dinero en el banco o lo emplea en comprar bienes de los que deba dar cuenta".

Las sanciones

"Cuando alguien no declara impuestos hay dos infracciones: si la falta es superior a 120.000 euros la persona se enfrenta a un juicio penal. En el caso del sector inmobiliario, las cantidades que se suelen 'desviar' son notablemente inferiores. Es muy difícil que en la operación de la venta de un piso o un chalé se alcancen estos importes", según Pelaez. El escalón que sigue es el de las infracciones tributarias, que suponen la obligatoriedad del pago de la cuota que se dejó de ingresar, los intereses (4%) y la sanción tributaria, y se observa con más frecuencia en el sector. "Lo normal es que te lleves una sanción de la mitad de lo que dejaste de ingresar. No son cifras astronómicas". Además, como se negocian a espaldas de las entidades oficiales, los 'arreglos' pueden ajustarse a las posibles consecuencias. Algunos particulares consultados por este diario aceptaron la idea de llegar a una cifra de efectivo "que nos convenga a ambos".

Por ello, en la mayoría de las operaciones realizadas a espaldas del notario, los implicados sienten que "no se arruinarán", añade Pelaez. El monto a devolver es menor que el 'escondido', por lo que no hay "susto". El experto incluso advierte de que algunos asesores inmobiliarios lo tienen muy claro y saben ponderar cuándo recurrir a estos modos de pago y cuándo no. Incluso pueden llegar a recomendar guardar algunos fondos durante cuatro años -el periodo en el que prescribe la posibilidad de investigar- y usarlos después. 

Así, "el riesgo no es muy elevado". Pelaez recuerda que las sanciones llegaron a ser hace años del 300% de lo que se dejaba de ingresar, pero actualmente el "pecado fiscal más grave puede costar un 150%, y hay criterios de reducción, como en las multas de tráfico, ya sea por conformidad o por el pago a tiempo". Por esto, para el experto, ni el delito ni el régimen sancionador son suficientes: "Son suaves. Si fueran más elevados la gente defraudaría menos".  

Este tipo de fórmulas dañan al sector y ponen trabas a una 'competencia' leal en el mercado inmobiliario, que no vive su mejor momento. La Sociedad de Tasación Española señala en un informe que la confianza en el sector ha sufrido la peor caída de su serie histórica por la pandemia. El índice bajó de 58,5 puntos a 43,9 entre 2018 y 2019, y ha intensificado su caída en solo tres meses con la pérdida de otros seis puntos. La Sociedad de Tasación revela que los precios de las viviendas, especialmente las nuevas, se resisten, pero son conscientes de que el ritmo de normalización o recuperación del sector vendrá determinado por la evolución de la crisis, ya que esta condicionará la percepción y el comportamiento de los que interactúan en el mercado. 

Mostrar comentarios