Juego de tronos en Bruselas y Ginebra

El dilema de España en Europa: apostar por Calviño (Eurogrupo) o Laya (OMC)

Bruselas se queda sin Mario Centeno, que ha pastoreado durante dos años desde el consenso y sin
polémicas a los ministros del Euro justo antes de negociar el Fondo de Recuperación.

Sede de la Comisión Europea en Bruselas.
Sede de la Comisión Europea en Bruselas.
Europa Press - Archivo

El luso Mario Centeno comunicará este jueves a los Ministros de Economía del euro su renuncia a un segundo mandato al frente del Eurogrupo. No desea optar a la Presidencia de ese organismo informal durante otros dos años y medio. El portugués podía hacerlo, como antes el holandés Jeroen Dijsselbloem pese a la competencia que tuvo del entonces ministro de Economía, Luis de Guindos.

Centeno se va porque deja de ser ministro de Finanzas en Portugal y la Presidencia del Eurogrupo lleva aparejada la obligación de ocupar ese cargo, o el de Economía, en un país de la moneda única. Su destino podría ser el Banco de Portugal. Su salida abre la carrera europea por dirigir el Eurogrupo. Una oportunidad que puede aprovechar la Vicepresidenta de Economía, Nadia Calviño, para aspirar al complicado trono de poder europeo.

Los ministros que opten al puesto tendrán un mes para presentar su candidatura, hasta el 9 de julio que será la votación. Tiempo para que el gobierno español y Calviño valoren sus opciones. La coruñesa desarrolló gran parte de su amplia carrera profesional en Bruselas hasta llegar a ser Directora General de Presupuestos, el número dos tras el comisario europeo de turno, desde donde saltó a Madrid.

Calviño es ampliamente valorada por sus colegas del euro, por su capacidad técnica, su voluntad de consenso, por representar el ala más ‘tecnócrata’ del gobierno de coalición. En los nombramientos europeos e internacionales, España y Portugal siempre van de la mano en un pacto entre los dos Estados que trasciende al color político de los ejecutivos. El Gobierno de Mariano Rajoy votó en diciembre de 2017 a favor de Centeno frente a candidatos liberales o conservadores.

Dirigir la recuperación postCovid

La salida de Centeno llevaba semanas rumoreándose en Lisboa, donde su perfil técnico contrasta con el de un primer ministro y un gobierno profundamente político. Pero no ocurre en el momento más propicio del debate europeo porque este jueves los ministros del Eurogrupo comenzarán a debatir el Fondo de Recuperación de 750.000 millones propuesto por la Comisión Europea.

El próximo presidente del Eurogrupo deberá conducir los aspectos técnicos de ese plan económico para ayudar a la digestión que realizarán los jefes de Estado y Gobierno el día 19. Será la primera Cumbre sobre el Fondo de Recuperación, a la que seguirá otra en julio posiblemente ya presencial en Bruselas, y eventualmente otra u otras en otoño hasta acordar el diseño final del Fondo de Recuperación. En paralelo, el Eurogrupo y su próximo presidente deben ir resolviendo las cuestiones técnicas y no tan políticas. Ostentar el sillón que abandona Centeno otorga capacidad para orientar debates y compromisos.

Será sólo el primer ‘match ball’ del futuro inquilino del Eurogrupo, que en 2021 verá el fuerte rebote de la eurozona, pero con profundas heridas como los niveles de desempleo o deuda pública. Y posibles peticiones de ayuda al MEDE para afrontar el gasto sanitario o a la Comisión para sufragar los costes del desempleo. El presidente del Eurogrupo ocupa también un sillón privilegiado en el MEDE y España, como Italia, Bélgica o Portugal, está en las quinielas de los países que podrían solicitar el pseudorescate europeo.

Así que el presidente Pedro Sánchez tiene que decidir si quiere optar a ese sillón del Eurogrupo, ya anhelado en 2015 y 2016 por Rajoy y De Guindos, o mantiene sus planes originales y opta a la Dirección General de la OMC. Ambos puestos parecen imposibles porque su importancia conlleva un reparto de poder y equilibrios entre las diferentes capitales europeas.

Hogan se adelanta a Laya

Hasta el momento, desde el Gobierno habían mostrado su interés en el puesto de mando de la OMC situando en él a la actual Ministra de Exteriores, Arancha González Laya, que antes dirigió el International Trade Centre en Ginebra. Los rumores también han apuntado en los últimos días a la dirección de la Agencia Espacial Europea (ESA) para Pedro Duque, actual Ministro de Ciencia e Innovación y ex astronauta.

Este martes el principal rival de Laya a la Dirección General de la OMC confirmó públicamente su candidatura. El comisario de Comercio de la UE, Phil Hogan, al término de la reunión con los ministros del ramo, ha señalado que "desde luego está explorando la idea de ser el candidato a Director General de la OMC” aunque "todavía estoy en la fase exploratoria de mi candidatura y veremos cómo los Estados Miembros responden a la hora de tomar una decisión en las próximas semanas".

Tras la renuncia precipitada del brasileño Roberto Azevedo al frente de la OMC, ahora le tocaría a Europa dirigir esa organización según la regla no escrita de una rotación entre países en desarrollo y desarrollados. Aunque cada vez cobra más fuerza que África presente un candidato de compromiso y Kenia está posicionando a su ministra de Exteriores.

Europa no quiere dejar escapar la dirección de la OMC justo en un momento en el que se dirimen conflictos y políticas comerciales estratégicas para sus intereses. El laudo sobre las ayudas públicas estadounidenses a Boeing está al caer en términos similares a la declaración de ayudas ilegales que recibió Airbus de los gobiernos europeos. Además, el conflicto sobre las tarifas industriales y agrícolas sigue abierto con Washington y en la OMC se estudian también los conflictos sobre 'dumping' industrial de China.

“Hay una cantidad importante de trabajo que hacer para reformar la organización”, reconoció Hogan tras el encuentro virtual con los ministros de Comercio, que mantuvieron una primara discusión sobre el proceso de sustitución de Azevedo y en el que no participó la ministra Sánchez Laya, confirman desde su equipo, al tener que acudir a la Comisión de Reconstrucción del Congreso de los Diputados. “Existe el potencial de que salga un candidato europeo, la mayoría de los países mostraron su apoyo a que haya uno sólo europeo", cree el irlandés.

Madrid debe calibrar detenidamente sus apoyos, tanto para Calviño al Eurogrupo como para González Laya a la OMC. Optar a las dos y perder sería un fracaso. Si España centra su lucha en el Eurogrupo, el baile de sillones sería menor. Sólo la presidenta de la Comisión, Úrsula von der Leyen, debería demandar a Dublín otro comisario de Comercio y Calviño seguiría como Vicepresidenta económica, reforzada con el sillón del euro. 

Si la apuesta es Sánchez Laya a la OMC y sale victoriosa, habría crisis de gobierno en España y Madrid debería favores a otras capitales europeas por sus votos en la victoria sobre Hogan, el candidato del aparato. Favores que empezar a pagar en la votación del Eurogrupo y, quizás, durante la negociación del Fondo de Recuperación.

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