Estados Unidos aprendió la lección hace un siglo. Tras el problema económico y social que significó para el país la desmovilización de cientos de miles de jóvenes tras la I Guerra Mundial a los que no hubo forma de recolocar en el mercado laboral, terminada la II Guerra Mundial el Congreso de los Estados Unidos aprobó un plan de apoyo a desmovilizados que les garantizaba un año de subsidio de desempleo, créditos sin intereses para la adquisición de una vivienda y becas para estudiar y reconducir así su carrera profesional.
El economista Miquel Puig cuenta en este artículo de La Vanguardia que el programa fue un éxito y que sirvió para formar en un oficio a más de 5,6 millones de jóvenes ex combatientes y para que otros 2,2 millones cursaran estudios universitarios. El artículo trataba, precisamente, del problema de España con el núcleo de parados de larga duración y baja cualificación generado tras el estallido de la burbuja inmobiliaria.
El problema sigue ahí. Según la Encuesta de Población Activa, España tiene 424.600 parados menores de 30 años que no han llegado al bachillerato y la OCDE ya ha alertado sobre el problema que esto puede generar al potencial de crecimiento de la economía española. El Gobierno ha decidido tomar cartas en el asunto y el proyecto de Presupuestos Generales del Estado para 2019, que el Consejo de Ministros aprobará este viernes y que se llevará al Congreso para su tramitación parlamentaria el próximo lunes, implantará las llamadas 'becas de éxito', un programa de ayudas económicas ideado para animar a retomar sus estudios a esa bolsa de jóvenes cuya escasa formación compromete su futuro laboral.
El problema es estructural y algunos analistas hablan incluso de 'generación perdida' para referirse a esas decenas de miles de jóvenes que aparcaron sus estudios hace alrededor de una década atraídos por el dinero fácil que les ofrecía el trabajo en la construcción. La burbuja estalló y se quedaron sin empleo, endeudados y con unas perspectivas laborales francamente complicadas.
420 euros por volver a coger los libros
El Gobierno aprobó hace poco más de un mes un Plan de Choque con más de 30 medidas para afrontar esta realidad. Y el proyecto de Presupuestos va a dar cauce a algunas de las medidas planteadas entonces. El plan de becas ideado por el Gobierno, que ya se aplica en algunas comunidades autónomas como Baleares, prevé el abono de una paga que se situará muy probablemente en el entorno de los 420 euros, según fuentes conocedoras del proyecto, durante el tiempo que los jóvenes realicen su formación y solo en el caso de que ésta se complete con éxito.
La información proporcionada por el Ministerio de Trabajo en el marco del Plan de Choque contra el paro juvenil preveía tres líneas de actuación: 1) Una dirigida a que jóvenes de entre 18 y 30 años completen su formación obligatoria (primer ciclo de ESO); 2) dirigida a jóvenes en desempleo de larga duración de entre 18 y 30 años y ya con la ESO para que cursen un ciclo formativo de grado medio o superior de FP; y 3) dirigido a jóvenes a partir de 16 años con formación pero sin una cualificación profesional acreditada para que obtengan un certificado de profesionalidad y no tengan en ello un obstáculo a su empleabilidad.
La alternativa presupuestaria presentada por el PSOE a los Presupuestos de 2018 preveía una dotación de 500 millones de euros para poner en marcha este programa.
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