Empresarios catalanes exiliados avisan a Sánchez Llibre que es pronto para volver

  • Interpretan la decisión del ala más nacionalista del empresariado catalán de no disputar la Presidencia de Foment como "una señal de reconciliación"
Josep Sánchez Llibre, presidente de Foment / EFE
Josep Sánchez Llibre, presidente de Foment / EFE

"Probablemente es la persona más adecuada para conseguirlo. Tiene buenas relaciones en Madrid y conoce bien a los empresarios de aquí. De tender puentes algo sabe. Es una buena noticia". Lo que se quiere conseguir es el regreso de las empresas catalanas y la persona adecuada para lograrlo es Josep Sánchez Llibre, ex diputado por CiU en el Congreso, ex 'embajador' de CEOE en Cortes y desde el pasado 5 de noviembre, presidente de la patronal catalana, Fomento del Trabajo. Pero los empresarios que han tenido que optar por un exilio forzado de Cataluña advierten al nuevo líder de la patronal que todavía no se dan las condiciones para volver y le piden que tienda puentes para facilitarlo. 

El entrecomillado viene de uno de los más conspicuos miembros de la burguesía empresarial catalana, uno de los que se vio obligado a trasladar la sede de su empresa fuera de Cataluña durante las turbulencias de octubre de 2017, y uno de los que está dispuesto a volver -no todos los empresarios exiliados lo están- a poco que el contexto político se normalice y el Govern ofrezca unas garantías de estabilidad política, económica y social que hoy día, admite, no puede garantizar. "No creo que podamos volver a corto plazo, pero todo lo que se haga para mejorar la situación será un paso para nuestro retorno. Y creo que lo que ha ocurrido en Foment va a ayudar", reflexiona.

La fuga de empresas ha dejado una herida abierta en la economía, pero también en la sociedad catalana. Otro gran empresario catalán relataba hace unos días en una charla distendida la división interna en el Consejo de Administración de su sociedad -íntegramente conformado por familiares- entre el ala más nacionalista y la menos nacionalista (minoritaria), y las tensiones casi personales que había generado la decisión de trasladar la sede de la compañía fuera de Cataluña. Una especie de crónica de la fractura social generada en Cataluña a partir de la singular división ideológica de un Consejo de Administración.

"Podríamos volver a Cataluña, pero antes Cataluña tiene que recuperar el 'seny'", aseguraba hace unos días Joan Molins Amat, presidente de Cementos Molins. Y es, precisamente, esa seña de identidad de la sociedad catalana la que los empresarios aprecian en Josep Sánchez Llibre, el nuevo patrón del empresariado catalán, el histórico político de Unió Democrática de Catalunya, uno de los rostros más reconocibles de la formación que en las elecciones de la ruptura con Convergencia -las de 2015- concurrió con el eslogan electoral de 'La revolución del seny'.

Un largo camino por delante

Sánchez Llibre no sólo ha asumido el desafío desde el primer instante sino que incluso lo ha convertido en el 'leit motiv' de su recién estrenado mandato, en sustitución de Joaquim Gay de Montellá. "Debemos ser atrevidos y trabajar intensamente para facilitar el retorno de las empresas que se han ido de Cataluña, y construir espacios de diálogo y distensión que faciliten su retorno", dijo nada más ser elegido.

Un trabajo que no sólo desarrollará en Cataluña, también en buena medida en Madrid, aseguran fuentes cercanas al nuevo presidente de Foment. Señalan que buena parte del éxito de Sánchez Llibre en cambiar el 'momentum' del empresariado catalán pasará por rehabilitar la reputación de Cataluña y de su tejido productivo entre los inversores y el mundo del dinero. También entre el empresariado madrileño, muy crítico -como se ha visto dentro de los órganos de gobierno de CEOE- con la actitud supuestamente contemplativa de los empresarios catalanes durante los momentos más duros del procés.

Su condición de vicepresidente de CEOE, que se concretará tras las elecciones del próximo 21 de noviembre, le ayudará a reconstruir la relación de confianza del empresariado catalán con los segmentos más críticos de la patronal. 

Un trabajo similar deberá abordar en Cataluña. Sánchez Llibre realizó un llamamiento a la unidad en su primer discurso. "Debemos estar a la altura de nuestra economía, trabajando con la unidad y la firmeza que sean necesarias pero sin entrar en debates que no sean de nuestra incumbencia". Toda una declaración de intenciones en una organización que ha vivido los últimos siete años escindida entre el discurso oficial de moderación de Gay de Montellá y el activismo pro-nacionalista de la poderosa patronal del Vallés (Cecot), bajo la dirección del ex convergente Antoni Abad.

La decisión de Antoni Abad de dar un paso al lado y no discutir la Presidencia de Foment a Sánchez Llibre ha sido interpretado, de hecho, en el empresariado catalán como "un signo de reconciliación". "Los intereses de los empresarios catalanes son comunes. Si queremos que Cataluña vuelva a ser un motor económico tenemos que olvidarnos de la política y pelear juntos por influir para que el país vuelva a ser un lugar propicio para hacer negocios, y no lo contrario, como sucede ahora", recalca un empresario catalán del sector de la alimentación, que no se ha ido y que señala que la crisis no ha afectado a sus negocios.

También desde la política se ve con buenos ojos la 'operación Sánchez Llibre'. "Es una persona bien considerada, que tiene el respeto de las empresas y de la clase política, y que puede hacer un gran trabajo desde Foment para ayudar a normalizar la situación en Cataluña", concede un representante del PSC.

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