El ministro de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, tiene un plan para convencer a la Comisión Europea de que la reforma del sistema de cotización de los trabajadores autónomos está en marcha aunque llegue sin acuerdo en la mesa de diálogo social al deadline comprometido con Bruselas en el Plan de Recuperación. Cuando falta poco más de un mes para la fecha pactada, las posturas entre las principales asociaciones, la patronal y los sindicatos continúan alejadas y José Luis Escrivá ya ha renunciado a fijar el despliegue completo de una de las patas clave de la segunda parte de la reforma de las pensiones y se está planteando ofrecer a la UE una aproximación de mínimos, poniendo en marcha las modificaciones técnicas necesarias para que el colectivo empiece a cotizar por sus ingresos reales sin tener cerrados los tramos para los próximos nueve años, como era su intención inicial.
El límite pactado con Bruselas para tener lista la reforma es el 30 de junio. Sin embargo, recientemente el ministro ha venido restándole importancia a esa fecha. El pasado jueves, durante el turno de preguntas en la rueda de prensa de avance de los datos de afiliación de mayo, Escrivá aseguró que esta reforma es "de un gran calado" y "requiere dar pasos progresivos". "Lo importante es montar el sistema para que los autónomos nos informen sobre sus rendimientos netos. Eso es lo que ya está en marcha y lo que se va a cumplir antes del 30 de junio", afirmó. El ministro reconoció que quiere "ir más allá" y que "hay mimbres" para "tener el sistema montado y poder empezarlo a aplicar en los próximos años", aunque insistió en que no está atado por ningún plazo concreto para el despliegue total de la reforma.
El ministro se estaba refiriendo a la activación de las modificaciones necesarias en los reglamentos de la Seguridad Social para que los autónomos empiecen a cotizar por sus ingresos reales. El proyecto de real decreto ya está redactado y el Ministerio acaba de sacarlo a audiencia pública, tal y como adelantó La Información. Con ese paso previo, el máximo responsable del sistema de las pensiones públicas considera que el Gobierno español cumpliría con el compromiso adquirido con Bruselas respecto a esta reforma en el tiempo acordado. Es una tarea que dejaron pendiente en el real decreto ley del Estatuto del Artista, que en una disposición adicional habilitó al Gobierno a llevar a cabo las adaptaciones necesarias para ajustar las condiciones de inclusión de los autónomos en la Seguridad Social, reforzar la información que debe facilitar este colectivo sobre sus ingresos reales y permitirles cambiar de base de cotización con mayor frecuencia.
Fuentes del Ministerio consultadas al respecto confirman este movimiento e insisten en que "para poner en marcha el nuevo sistema hacen falta cambios reglamentarios y la adaptación de muchos procedimientos informáticos, de información y de relación con otras administraciones". En este sentido, desde el equipo de Escrivá afirman que esos trabajos se están desarrollando "al margen de los tramos y bases que se fijen de acuerdo con los interlocutores sociales" y, a falta de un acuerdo en la mesa, con esas modificaciones reglamentarias sería suficiente para contentar a las autoridades europeas. Entre tanto, los equipos negociadores de Escrivá y de las organizaciones de autónomos, patronal y sindicatos seguirán trabajando para definir esos tramos de cotización y otros detalles del nuevo sistema que tiene que empezar a operar en 2023.
Hay que recordar que el Ministerio de Inclusión arrancó las negociaciones con las principales organizaciones de trabajadores autónomos (ATA, UPTA y UATAE), la patronal CEOE y los sindicatos CCOO y UGT con una propuesta para establecer hasta 13 tramos de cotización para los próximos nueve años, entre 2023 y 2031. Sin embargo, la complicación adicional que añadió la crisis energética y económica provocada por la guerra iniciada por Rusia en Ucrania obligó a Escrivá a cambiar el paso y flexibilizar los términos de la reforma. En las últimas reuniones ha planteado fijar ahora un esquema para los próximos 3 años y dejar el despliegue completo de la reforma para más adelante. Una opción que convence a la patronal y que también aceptan los sindicatos, según reconocen fuentes de las negociaciones.
Cierto es que en el Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia el Gobierno se compromete con las autoridades comunitarias a aprobar una reforma que se aplicará "gradualmente" y no especifica en cuántos años. "Todos los autónomos se acogerán al sistema de cotización por ingresos reales, si bien su implantación se hará de forma gradual mediante la aproximación de las bases de cotización mínimas por tramos a los ingresos reales del trabajador", reza el documento pactado con la Comisión. Sin embargo, fuentes del diálogo social aseguran que el ministro Escrivá estaría ahora dispuesto incluso a olvidarse de los tramos específicos y sentar solo las bases del nuevo sistema. "Va a presentar una reforma de mínimos que nada tiene que ver con lo que propuso inicialmente", insisten estas fuentes.
En el Plan de Recuperación, el Gobierno también admite que "más allá de las dificultades técnicas que podrán salvarse en estrecha colaboración con la Agencia Tributaria, el principal obstáculo es la necesidad de plantear una reforma gradual que evite un impacto negativo en los autónomos con ingresos más altos". La estrategia de Escrivá pasa ahora por armar el entramado administrativo para que los autónomos puedan informar a la Seguridad Social de sus ingresos reales. Determinar los rendimientos netos está siendo una de las principales complicaciones en el cruce de datos con la Hacienda y los trabajos continúan. Mientras tanto, el Ministerio avanza por su cuenta en el desarrollo de la base burocrática del nuevo sistema.
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