La subyacente sube al 5,5%

El IPC frena en la Eurozona por energía y alimentos pero sigue presionando al BCE

La tasa anual de inflación se moderó seis décimas en junio hasta el 5,5% gracias a que los precios de la energía cayeron un 5,6% y a que los de los alimentos redujeron su escalada al 9% desde el 10,5% al que subieron en mayo

Christine Lagarde, presidenta del BCE
Christine Lagarde, presidenta del BCE
DPA vía Europa Press

La inflación sigue sin dar respiro a los hogares, las empresas... o al Banco Central Europeo (BCE). Los precios moderaron su avance seis décimas en junio en la Eurozona hasta el 5,5%, lo que supone la menor subida del coste de la vida desde enero del año pasado. Sin embargo, el IPC subyacente -que excluye de su cálculo la energía y los alimentos frescos y tiende a reflejar tensiones más enquistadas- subió dos décimas hasta el 5,5% después de haber frenado tanto en mayo como en abril (en la estimación preliminar se había calculado que cerrase mes en el 5,4%). Este último es un dato clave para el Consejo de Gobierno del BCE, que se reúne el jueves 27 de julio, a la hora de decidir si sube o no los tipos de interés.

El hecho de que la tasa general de inflación se haya moderado en junio responde, según los datos que ha hecho públicos este miércoles Eurostat, a que los precios de la energía cayeron (un 5,6% frente al 1,8% que habían descendido en mayo) y a que los de los alimentos subieron con menos fuerza, al hacerlo un 9%, cuando venían de repuntar un 10,5% el mes previo. Además, coincidiendo ya con el arranque de la temporada estival para el turismo, los servicios se encarecieron un 5,4% en relación al mismo mes del año anterior y aceleraron cuatro décimas con respecto a mayo. 

En el conjunto de la Unión Europea a Veintisiete, la tasa de inflación interanual se situó en junio en el 6,4% en junio, frente al 7,1% que había registrado en mayo, por lo que los precios en la región subieron al menor ritmo desde febrero del año pasado. La oficina de estadísticas europea ofrece dos referencias de inflación subyacente y la presión se observa en ambos casos.

Si al calcularla se excluye solo el impacto de la energía, la tasa interanual se sitúa en el 6,9%, frente al 7% del mes anterior. Si se dejan también fuera los precios de los alimentos, el alcohol y el tabaco, la tasa subyacente repunta al 5,5% desde el 5,3% de mayo. Esto refuerza a quienes dentro del BCE son partidarios de mantener el actual ciclo de subidas de los tipos, es decir, a quienes representan al ala más dura, a los conocidos como 'halcones'.

España, entre los tres países con la inflación más baja

Si se toman los datos del conjunto de la Unión Europea, las tasas de inflación armonizada (que es la que se toma como referencia para poder hacer las comparaciones entre países) fueron más bajas en Luxemburgo (1%), Bélgica y España (ambos 1,6%), mientras que las subidas de precios más intensas las sufrieron Hungría (19,9%), Eslovaquia (11,3%), Chequia (11,2%) y Polonia (11%), países cuyas economías dependen más de Rusia.

Entre las economías de mayor tamaño de la zona euro, al margen de España, la tasa de inflación subió en Alemania, la locomotora europea, al 6,8%, frente al 6,3% de mayo, mientras que en Francia bajó al 5,3% desde el 6% y en Italia se situó en el 6,7%, frente al 8% del mes previo. España consiguió ampliar el diferencial de precios favorable respecto de la media de la eurozona a 3,9 puntos porcentuales desde los 3,2 que había registrado en mayo, lo que le permite seguir ganando competitividad y favorece a sus empresas exportadoras. 

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