El PIB frena al 0,3%

El parón de la eurozona a septiembre mete presión a Lagarde con los tipos

Los países que comparten moneda avanzaron una décima más de lo previsto en el tercer trimestre, si bien constatan un frenazo que obligará al BCE a ir con los pies de plomo en su normalización monetaria

Lagarde pide el equilibrio entre las políticas fiscales y la monetaria
Lagarde pide el equilibrio entre las políticas fiscales y la monetaria
DPA vía Europa Press

Nuevo dolor de cabeza para el Banco Central Europeo (BCE). La entidad que preside Christine Lagarde no solo debe bregar con una inflación históricamente alta en la zona euro (que apenas se habría moderado hasta el 10% en noviembre desde el máximo del 10,6% al que cerró octubre), sino que además tiene que hacerlo con una economía que da cada vez más síntomas de agotamiento. El PIB de los países que comparten moneda frenó en seco en el tercer trimestre hasta el 0,3% frente al 0,8% al que había avanzado entre abril y junio. De acuerdo con la última estimación publicada por Eurostat, la oficina de estadísticas comunitaria, la actividad habría avanzado una décima por encima de lo previsto inicialmente. En términos interanuales, la actividad repuntó un 2,3%.

Los datos confirman el ritmo de crecimiento más lento en la región desde el primer trimestre de 2021, cuando la economía del Viejo Continente estaba muy afectada aún por las restricciones para hacer frente a la pandemia de coronavirus. En el conjunto de la Unión Europea a Veintisiete, el PIB se desaceleró hasta 0,4 desde el 0,7% que había registrado en el trimestre previo. Este dato también conlleva una revisión de dos décimas al alza sobre el cálculo inicial -si bien se trata igualmente de su peor registro desde el periodo de enero a marzo del año pasado-. En tasa interanual, el PIB creció un 2,5% en la UE en el tercer trimestre. 

El BCE ha venido elevando los tipos oficiales desde el pasado mes de julio para contrarrestar la escalada de los precios, hasta situarlos en el 2% en noviembre, su nivel más elevado desde 2009 -en plena recesión provocada por la crisis financiera global-. Está previsto que la entidad los siga elevando los próximos meses, si bien los expertos no se ponen de acuerdo sobre si en adelante la entidad tendrá que moderar el paso para evitar que un endurecimiento demasiado brusco de las condiciones financieras deje aún más tocadas a las economías de la zona euro. La propia Lagarde ha dejado claro en varias ocasiones que ni tan siquiera una recesión será suficiente para calmar la tasa actual de IPC y que esta aún no ha tocado techo, dando idea de que la entidad piensa seguir adelante y aplicar nuevas alzas en el precio del dinero. La próxima reunión del Consejo de Gobierno del emisor se celebra el jueves 15 de diciembre.

La otra lectura de los datos publicados este miércoles es que, pese a la incertidumbre máxima del contexto actual (shock energético, inflación, guerra de Ucrania), las economías de la zona euro y de los Veintisiete aguantaron en positivo y lo hicieron gracias, sobre todo, a que el consumo de las familias avanzó un 0,4% en un periodo en que la demanda del sector público apenas aportó al crecimiento. La formación bruta de capital fijo (inversión) supuso 0,8 puntos porcentuales del avance de la zona euro y 0,7 puntos del de la UE. En ambos casos y en un contexto marcado aún por las rupturas de las cadenas de suministro, las aportaciones del sector exterior fueron negativas (-1,1 puntos porcentuales para la eurozona y -0,9 puntos porcentuales para la Unión Europea).

Las mayores economías frenan... pero aguantan en positivo

A nivel desagregado y de acuerdo con la información disponible hasta este martes, Irlanda lideró el crecimiento en Europa (+2,3%), por delante de Chipre, Malta y Rumanía (+1,3%) y de Luxemburgo (+1,1%). En el lado opuesto, los mayores retrocesos del PIB los registraron Estonia (-1,8%), Letonia (-1,7%) y Eslovenia (-1,4%). Las tres repúblicas bálticas están especialmente afectadas por la invasión de Ucrania, dada su dependencia de la economía rusa y de sus materias primas energéticas. 

Entre las mayores economías europeas, el crecimiento español en el tercer trimestre habría sido una décima más moderado que el de la zona euro, dado que según el avance de la Contabilidad Nacional Trimestral fue del 0,2% (venía de crecer al 1,5% entre abril y junio). La locomotora europea, Alemania, para la que organismos como la Comisión Europea, el Fondo Monetario Internacional o la OCDE prevén una recesión, vio repuntar su actividad un 0,4%, tres décimas más que en el segundo trimestre. Mientras, la francesa creció al mismo ritmo que la española y la italiana fue algo más dinámica que las tres anteriores, con un alza del 0,5%.

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