Por el consumo y las exportaciones

El PIB bate previsiones tras crecer al 2,5% en 2023 y la inflación arranca el año al alza

La economía española avanzó un 0,6% en el cuarto trimestre del año pasado, por encima de lo previsto, según el avance de los datos de la Contabilidad Nacional, mientras que los precios habrían subido un 3,4% en enero

El ministro de Economía, Comercio y Empresa, Carlos Cuerpo
El ministro de Economía, Comercio y Empresa, Carlos Cuerpo
Agencia EFE

La economía española habría batido todas las previsiones en el último año, superando, también, los cálculos del Gobierno. El PIB avanzó un 2,5% en el conjunto del ejercicio, una décima por encima de lo que había estimado el Ejecutivo, tras pisar el acelerador en el último trimestre del año, cuando creció un 0,6% en relación al tercero. El avance de los datos de la Contabilidad Nacional Trimestral, que ha hecho públicos este martes el Instituto Nacional de Estadística (INE), confirma que la actividad aguantó a pesar del frenazo de los países de nuestro entorno, del aumento de los tipos de interés con el que el Banco Central Europeo ha tratado de poner coto a la inflación, y pese a que las tensiones geopolíticas han ido a más a medida que transcurría el año (Ucrania, Oriente Medio, mar Rojo...)

El crecimiento ha sido mejor de lo previsto gracias a que el sector exterior ha aguantado el tipo y gracias, también, a que el consumo -el de los hogares pero sobre todo el público- ha seguido tirando en un contexto en que el empleo se ha mostrado resiliente. A la creación de más de 783.000 nuevos puestos de trabajo, según la última Encuesta de Población Activa -la ocupación se sitúa en máximos históricos- se añade el hecho de que los hogares han recuperado poder adquisitivo al moderarse el alza de los precios tras un 2022 en el que subieron de media al 8,4%. 

Precisamente, la inflación ha iniciado el nuevo año ligeramente al alza. La tasa anual de IPC se situó en el 3,4% en enero, tres décimas por encima de como despidió diciembre, de acuerdo con el avance del INE. La subyacente, que excluye de su cálculo los precios de la energía y de los alimentos y tiene a reflejar tensiones más estructurales, se modera cuatro décimas hasta el 3,6%. 

Esta evolución se debe principalmente al aumento de los precios de la electricidad, que venían de descender en enero de hace un año, y al hecho de que los precios de los combustibles habrían caído este mes -justo lo contrario de lo que hicieron a principios del pasado ejercicio-. En el mes de enero el IPCA, que es la referencia que Eurostat toma para hacer sus comparaciones entre los distintos países, se sitúa en el 3,5%, dos décimas por encima que la registrada en diciembre.

El hecho de que la inflación se haya ido moderando a lo largo de los últimos meses ha permitido que el gasto en consumo final de los hogares se incrementase un 0,3% de octubre a diciembre respecto al trimestre anterior, mientras que el de las Administraciones Públicas se mantuvo en el 1,4%, en un momento en el que el Estado ha seguido desplegando el escudo anticrisis para hacer frente al impacto de la inflación en familias y empresas. Por su parte, la inversión productiva o formación bruta de capital fijo se incrementó un 0,2% en el tramo final del ejercicio.

Mucho más dinámico fue el comportamiento del sector exterior. Tanto las exportaciones de bienes y servicios (2,9%) como las importaciones (2,7%) registraron tasas positivas, en un entorno de desaceleración generalizada de nuestros principales socios comerciales, pero en el que el diferencial de inflación ha permitido a España ser más competitiva. El sector primario (+5,3%) y la industria (+2,4%) se sitúan como las actividades más dinámicas en relación al trimestre previo, seguidas de la Construcción, que creció un 0,6%, y de los Servicios, que presentaron una tasa de crecimiento del 0,2%.

En relación al mismo trimestre del año anterior la economía española avanzó un 2%, una décima por encima de lo que lo hizo entre julio y septiembre. En este caso sí que se observa cómo el gasto en consumo de los hogares se disparó un 2,3% en relación al mismo periodo de hace un año, que estaba muy marcado aún por la inflación. Esa tasa es casi dos puntos superior a la del trimestre previo. 

El 'escudo social' y el alza del consumo público

Dinámico fue también el comportamiento del gasto público en términos interanuales, pese a que se elevó dos décimas menos de lo que lo había hecho en el tercer trimestre, al 4,4%. En toco caso, se trata del mayor incremento del gasto público desde el año 2009, en plena crisis financiera internacional y con la economía española ya en recesión. 

El ministro de Economía, Comercio y Empresa, Carlos Cuerpo, ha puesto en valor el hecho de que el avance del cuarto trimestre (ese 0,6% de crecimiento en relación al que se había registrado entre julio y septiembre) es "un punto de partida ventajoso" para poder cumplir el objetivo de que la economía nacional crezca al 2% este año. Es una estimación más optimista que la de la AIReF (1,7%) o la que de momento contemplan otros organismos internacionales. 

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