El precio de la vivienda subió un 4,2% de media el año pasado. Los pisos se encarecieron por décimo ejercicio consecutivo y lo hicieron pese al contexto complejo para el sector. La subida más acelerada de los tipos de interés desde la creación del euro provocó un fuerte encarecimiento del crédito, tanto a tipo fijo como variable, que hundió la concesión de hipotecas. Las operaciones de compraventa también se desplomaron. Pese a ello, la vivienda nueva se encareció un 7,5% y la de segunda mano lo hizo un 3,6%.
Los datos que ha hecho públicos este jueves el Instituto Nacional de Estadística (INE) a través de su Índice de Precios de Vivienda (IPV) confirman que los inmuebles subieron en términos interanuales en todas las comunidades autónomas, si bien lo hicieron con más intensidad en Andalucía (5,3%), Comunidad Foral de Navarra (4,7%), Canarias y Comunidad de Madrid (4,5% ambas). Mientras, los menores incrementos de coste se dieron en Castilla-La Mancha (2,1%), Extremadura (2,2%) y Galicia (3,4%).
Con todo, sí que se aprecia algún signo de moderación en el mercado. La subida anual del 4,2% es tres décimas más moderada que la que se registró el ejercicio previo y en el tramo final del año también se percibe un cierto agotamiento. En relación al tercer trimestre, los precios de los pisos cayeron de media un 1,1%. Además, la vivienda nueva venía de subir prácticamente el doble el año anterior, un 11%, en un contexto marcado por la escasez de oferta.
En 2023 se concedieron en España 107.934 visados de obra para la construcción de viviendas, según datos del Ministerio de Vivienda y Agenda Urbana. Son 1.000 menos que el ejercicio anterior y una cifra que dista mucho de las que se conocían año a año antes de que pinchase la 'burbuja' del ladrillo durante la pasada crisis financiera (alrededor de medio millón). En todo caso se trata de una cifra que está muy por debajo de la creación neta de hogares, que ronda los 200.000 al año, de acuerdo con las cifras oficiales.
El departamento que encabeza Isabel Rodríguez sitúa, por su parte, en el 5,3% de media el aumento del precio de los inmuebles el año pasado, lo que supone que el metro cuadrado alcanzó de media los 1.842,3 euros en el conjunto del país, su nivel más elevado desde mediados de 2010.
La evolución de la demanda de vivienda los próximos meses dependerá mucho de cómo lo hagan los tipos de interés y de lo que suceda con el coste de las hipotecas. De la reunión que este jueves celebra el Consejo de Gobierno del Banco Central Europeo (BCE) se esperan algunas señales sobre lo que ocurrirá con las tasas de referencia los próximos meses, al tiempo que la entidad dé a conocer sus nuevas perspectivas macroeconómicas para el conjunto de la Eurozona.
De momento, el Colegio de Registradores confirmó recientemente que las transacciones cayeron un 9,3% el año pasado hasta las 583.042. Según las previsiones de CaixaBank Research las operaciones se estabilizarán en torno a las 550.000 tanto este como el próximo ejercicio, frente a las 650.000 de 2022, cuando tocaron su nivel más elevado en quince años.
Los precios podrían seguir subiendo este año
Mientras, los economistas de BBVA Research no descartan que el precio de la vivienda siga subiendo a lo largo de este año, aunque con matices. En un informe publicado el pasado mes de diciembre estimaban que esta subida podría alcanzar el 3% en términos nominales, si bien en términos reales, descontando la inflación, supondría un descenso cercano al 0,6%.
En cualquier casi y, después de un 2022 de importante recuperación en los precios, se cierra un 2023 que, si bien consolida la tendencia al alza, se muestra más mesurado que el año anterior. "Las previsiones para el 2024 son que continúe con la tendencia de crecimiento cada vez menos cuantioso, llegando incluso a caídas en aquellos mercados menos dinámicos donde no existe una demanda fuerte que tensione los precios al alza", apunta Ferran Font, director de estudios de pisos.com.
