Reunión del jueves

El BCE se dispone a marcar la cuenta atrás de su primera rebaja de los tipos de interés

Los economistas advierten que el descenso de la inflación y el mantenimiento de tasas en los niveles actuales suponen un endurecimiento de facto de las condiciones reales de financiación.

Lagarde y Guindos caminan hacia la conferencia de prensa del BCE.
Lagarde y Guindos caminan hacia la conferencia de prensa del BCE.
Felix Schmitt / BCE vía La Información

En política monetaria, a veces, no bajar los tipos de interés también puede implicar un endurecimiento de las condiciones de financiación. Eso es lo que está sucediendo en estos momentos conforme la inflación se desinfla y las tasas se mantienen inamovible por encima del IPC. Algunos economistas prevén además que el Banco Central Europeo (BCE) rebaje de forma visible sus previsiones de inflación y crecimiento para la zona euro el próximo jueves, como punto de partida para una primera rebaja de los tipos de interés en 2024 a partir de abril.

El BCE mantuvo en enero los tipos en el 4,5% para la referencia principal de financiación y al 4% la tasa de depósito para los bancos. Cualquier movimiento en ambas sería una sorpresa, pero tampoco descartable mientras la inflación oficial se desliza ampliamente por debajo de esos niveles. Esto da lugar a los tipos reales positivos que son los que realmente aprietan a empresas y hogares, sobre todo, en un contexto de endeudamiento elevado después de la pandemia. Los mercados han comenzado a enfriar sus expectativas en 2024 desde 5-6 rebajas de tasas, hasta 3 o 4, según la evolución de los indicadores a futuro sobre tipos. 

"Un choque de inflación menguante debería significar que el BCE recorte de tipos en 2024, mientras que un rápido descenso de la inflación general implica un endurecimiento de las condiciones reales de financiación, en igualdad de condiciones", comenta François Cabau, economista senior de la Eurozona del equipo de Macro Research de AXA Investment Managers. “Nuestra expectativa de base de que el primer recorte se produzca en junio se mantiene sin cambios, pero no puede descartarse un recorte en abril. Aunque el calendario y la magnitud de los recortes siguen siendo difíciles de predecir, es probable que el BCE mantenga una visión holística", señala en referencia a la dependencia de los datos macro.

Kevin Thozet, miembro del comité de inversión de la gestora francesa Carmignac, destaca la postura cautelosa del BCE frente a los tipos de interés oficiales. Con la probabilidad cerca del 0% de un movimiento este jueves, según los futuros y previsiones, el enfoque "esperar y ver" parece dominar tanto esta reunión. "Se espera una revisión a la baja de la inflación general. La media ponderada de los precios del petróleo y el gas es hoy un 10% más baja que la última vez que el BCE realizó su ejercicio de previsión, pero las revisiones de sus proyecciones de inflación subyacente para 2025 y 2026 deberían ser modestas, apuntando a una vuelta al objetivo en algún momento del próximo año", argumenta este experto.

En cuanto a las implicaciones para los inversores, Thozet enfatiza la incertidumbre que rodea las expectativas de recortes de tasas en ambos lados del Atlántico. Aunque los mercados anticipan movimientos similares por parte de los bancos centrales de Europa y Estados Unidos, las condiciones económicas difieren de forma importante entre ambas regiones económicas, sobre todo, en dinamismo inversor y crecimiento.

"La economía estadounidense crece a un ritmo 1,5 veces superior a su potencial y, en cambio, la zona euro coquetea con el estancamiento. En este contexto, preferimos los tipos básicos europeos a sus homólogos estadounidenses. Y más en general, en renta fija, favorecemos los activos rentables. El 'carry' (inversión por diferencia de tipos en dos economías o activos) es atractivo e indica a los inversores hasta qué punto el tiempo jugará a su favor; al fin y al cabo, a los inversores en renta fija se les paga por esperar", añade Thozet.

Desde el equipo de economistas de Bank of America, con Rubén Segura-Cayuela entre otros, se apunta a la cita como clave para discernir por dónde y cuándo empezará a moverse el banco central. "Esperamos que la orientación del BCE permanezca sin cambios en el comunicado de prensa de esta semana, pero que haya una orientación suave que indique que los recortes llegarán muy pronto en la conferencia de prensa", explican en un informe este lunes. 

"Es probable que las previsiones del BCE muestren una inflación subyacente del 2,0% para finales de 2026. La confianza probablemente sea el ingrediente que falte; los datos de los próximos meses serán cruciales. Mantenemos nuestra opinión de que es probable que los recortes comiencen en junio y no esperaríamos un impacto sostenido en el euro/dólar por la reunión del BCE. Creemos que los datos de EEUU, la Reserva Federal y el sentimiento de riesgo general importan más", añaden.

Konstantin Veit, gestor de cartera de Pimco, se mantiene apuesta también por una reunión sin cambios y cree que el BCE pondrá el acento en que tiene las manos atadas por la incertidumbre con los datos. "Probablemente querrá avanzar más en el proceso de desinflación antes de tener la suficiente confianza en que la inflación alcanzará el objetivo de forma sostenida y oportuna", indica en ese sentido.

Veit recuerda como los inversores han ido reculando desde finales del año pasado sobre un escenario de rápidas y bajadas de tipos, a otro más alineado con lo que en realidad está pensando el banco central. La previsión de Pimco apunta a tres recortes de tasas para este año, del 4,5% al 3,75%

El experto también recuerda la importancia de la revisión de las proyecciones del BCE, a la baja tanto en inflación como en crecimiento, lo que puede dar lugar a nuevas interpretaciones sobre la cuantía y velocidad de rebajas de tipos. "Aunque los nuevos datos sobre inflación sugieren que el proceso de desinflación a corto plazo podría ser algo más rápido de lo previsto, las implicaciones para la inflación a medio plazo son menos claras. Sin embargo, las nuevas proyecciones macroeconómicas de los servicios de la Comisión mostrarán probablemente una inflación general en torno al objetivo [del 2%] en 2025 y 2026", concluye.

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