Primera reunión

El Gobierno extenderá los ERTE hasta el 30 de septiembre para contener el paro

El Ejecutivo ha planteado a la patronal y los sindicatos prorrogar los expedientes hasta finales de verano. Se mantendrán las condiciones actuales en términos similares, pero se harán retoques ante la nueva situación.

Yolanda Díaz
Yolanda DíazEl Gobierno extenderá los ERTE hasta el 30 de septiembre para contener el paro
Europa Press

El Gobierno ha planteado a los agentes sociales extender los expedientes de regulación temporal de empleo (ERTE) hasta el 30 de septiembre. En la primera reunión mantenida con la patronal y los sindicatos este jueves, el Ministerio de Trabajo ha puesto sobre la mesa una propuesta de prórroga que mantendría las condiciones favorables para empresas y trabajadores hasta finales de verano, de manera que los ERTE sigan sirviendo de salvavidas para evitar una sangría laboral mayor y contener la tasa de paro.

En el encuentro de la Comisión Tripartita de seguimiento de los ERTE, los interlocutores sociales han coincidido en la necesidad de prorrogar esta herramienta de protección del empleo ante la crisis sanitaria. Cuando todavía quedan 636.800 trabajadores afectados y ante una evolución incierta de la pandemia y de la actividad económica en los próximos meses, los departamentos ministeriales implicados (Trabajo y Seguridad Social), los sindicatos y la patronal consideran que hay que mantener los ERTE por otros cuatro meses, ya que el esquema actual caduca el 31 de mayo.

"Se considera necesario seguir manteniendo el instrumento de los ERTE como elemento fundamental para seguir manteniendo la actividad económica y en consecuencia, el empleo", ha indicado la secretaria de Acción Sindical de CCOO, Mari Cruz Vicente, al término de la reunión. Asimismo, en cuanto a las condiciones de la prórroga, ha adelantado que la intención de los negociadores es "tomar como referencia lo recogido en el acuerdo vigente", incluyendo, eso sí, algunas adaptaciones a la situación actual. Será importante atender, por ejemplo, a la situación de los trabajadores fijos discontinuos de cara a la temporada de verano, así como revisar los denominados 'sectores ultraprotegidos'.

En cualquier caso, Trabajo y Seguridad Social han evitado llevar este jueves una propuesta concreta a la Comisión Tripartita. No hay, por tanto, un borrador inicial sobre la mesa con el que empezar a trabajar. Ha sido un encuentro de primera toma de contacto, para analizar el punto de partida, y la intención es que en los próximos días los ministerios remitan a patronal y sindicatos un primer texto para que puedan valorarlo de cara a la próxima reunión, que se celebrará la semana que viene, según la agenda prevista.

Todo apunta a que el Gobierno pondrá negro sobre blanco un planteamiento que mantenga la esencia del esquema actual, con tres modalidades de ERTE (los destinados a los sectores 'ultraprotegidos' y a las empresas vinculadas a su cadena de valor; los de impedimento de la actividad y los de limitación), pero incentive la reincorporación de trabajadores a través de mayores descuentos en las cotizaciones sociales. Así se hizo ya el año pasado, para fomentar la reactivación de cara al verano, después se volvió al modelo de protección máxima del empleo con las nuevas olas del virus y ahora el Ejecutivo tiene la intención de retomar ese esquema pro reactivación.

Ese es, al menos, el planteamiento que han defendido la vicepresidenta Nadia Calviño y del ministro de Seguridad Social, José Luis Escrivá. Y así figura en el Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia remitido a Bruselas, donde se habla de establecer un "mecanismo transitorio de ERTE hasta finales de 2021 que impulse la reincorporación de los trabajadores". Por lo que no se descarta una nueva prórroga después del verano. La titular de Trabajo, Yolanda Díaz, al contrario, ha defendido prorrogar la herramienta en condiciones similares a las actuales. Se decidirá en las negociaciones de las próximas semanas.

Fuentes del diálogo social apuntan a que no debería haber demasiadas dificultades para alcanzar un nuevo acuerdo, pero sí volverán a encontrarse las posiciones respecto a cuestiones como la prohibición de los despidos. La CEOE pedido en numerosas ocasiones que se levante ese veto, pero el Gobierno no ha accedido. Hasta ahora, cuando se está produciendo una avalancha de ERE que podría cambiar las tornas de la negociación. La prioridad del Ejecutivo sigue siendo contener la sangría laboral y evitar un mayor repunte del paro, de modo que se antoja difícil que vaya a ceder ante las presiones empresariales, aunque todo es negociable.

Nuevo sistema estructural

Lo que sí se ha fijado es la fecha de la nueva prórroga: hasta el 30 de septiembre. En paralelo, el Gobierno empezará a negociar con los agentes sociales los dos nuevos mecanismos de ajuste del empleo previstos en el Plan de Recuperación, similares a los ERTE y con financiación a través de un fondo tripartito que cubrirán el Estado, a través de préstamos europeos, las empresas y los trabajadores, mediante el excedente de las cotizaciones por desempleo acumulado en épocas de bonanza. Así consta en el esbozo del plan que debe concretarse con la patronal y los sindicatos.

Habrá que negociar las condiciones sobre dos nuevos mecanismos de ajuste. Un sistema de "estabilización económica" ante caídas transitorias o cíclicas en la actividad de la empresa, con un foco especial en la formación de los trabajadores, consistente en la reducción de jornada o suspensión del contrato por crisis de empresa, que busca "minimizar el recurso al despido, salvaguardando el vínculo contractual del trabajador con la empresa y facilitando la reactivación del trabajador cuando termine el shock, y reducir la elevada temporalidad del mercado laboral"; y un sistema de "apoyo a la recualificación de trabajadores en empresas y sectores en transición", para hacer frente a los posibles ajustes permanentes de plantillas ante innovaciones derivadas de los cambios tecnológicos o de la demanda.

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