El salario mínimo interprofesional es bruto o neto: las diferencias clave

El Ministerio de Trabajo y los sindicatos ultiman un acuerdo para subir el salario mínimo hasta los 965 euros desde este último mes de septiembre. Esto se ha producido después de que el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, anunciase una subida inmediata con perspectivas de alcanzar los 1.000 euros mensuales a principios de 2022, según demandan los sindicatos. Esta revalorización de 15 € supone un incremento del 1'6 % respecto al nivel actual. 

Pero ¿es esta cantidad el salario bruto o el salario neto? El Estatuto de los Trabajadores define como salario "la totalidad de las percepciones económicas de los trabajadores, en dinero o en especie, por la prestación profesional de los servicios laborales por cuenta ajena, ya retribuyan el trabajo efectivo, cualquiera que sea la forma de remuneración, o los periodos de descanso computables como de trabajo". 

El SMI es salario bruto

Además, dentro del propio salario hay que diferenciar entre el salario base como una "retribución fija por unidad de tiempo o de obra" y los complementos salariales. Estos varían según las características relativas a las condiciones laborales del trabajador, el trabajo realizado o los propios resultados de la empresa. En este sentido, el trabajador no recibe siempre la misma cantidad. Esto depende de si es bruto o neto. 

El salario bruto es el total de una nómina sin haber restado la parte que tiene que pagar el trabajador a la Seguridad Social y Hacienda. Esto se suele desconectar de forma acordada entre la empresa y el trabajador según sus labores y características específicas. Es entonces, el salario neto, el que recibe el empleado de forma mensual una vez se aplica esta resta. 

Cuando se habla del Salario Mínimo Interprofesional (SMI), siempre se habla de salario bruto sin aplicar la parte que se sustrae para las arcas públicas. En este sentido, el trabajador no recibe 965 euros de nómina al mes. El empleado que cobra el SMI posee un salario inferior a la cantidad fijada por el Gobierno, ya que hay que restar las deducciones a las cotizaciones a la Seguridad Social junto con las retenciones del IRPF.