El salario mínimo interprofesional (SMI) subió un 8% a comienzos de 2023, un alza que no contó con el respaldo de los empresarios y que estuvo cerca de igualar el IPC medio del año, que ascendió a 8,4% según el dato confirmado por el INE. Diez meses después, la Estadística de Convenios Colectivos de Trabajo que publica el Ministerio de Yolanda Díaz constata que este incremento duplicó el pactado en los convenios con efectos económicos en 2023 -es decir, pactados antes o después de esta fecha en vigor- en 12 comunidades autónomas, en las que el aumento es menor al 4%. Estas son Andalucía, Asturias, Canarias, Cantabria, Castilla-La Mancha, Castilla y León, Cataluña, Comunidad Valenciana, Extremadura, Galicia, Madrid y La Rioja; algo que se repite en el caso de las ciudades autónomas de Ceuta y Melilla.
El último incremento de la renta mínima se dio en un contexto muy particular en el que se perseguían dos objetivos: compensar la pérdida de poder adquisitivo de los trabajadores tras un año marcado por la inflación y alcanzar el 60% del salario medio que pauta la interpretación de la Carta Social Europea. Pero casi un año después, el Ministerio de Trabajo y Economía Social da por terminada la segunda de esas tareas, al tiempo que la evolución de los precios sigue siendo un factor determinante, lo que ha llevado a los sindicatos a introducir la variable de las subidas salariales pactadas en convenio como referencia para elevar el SMI. Un movimiento que responde a la propuesta de los empresarios de vincularla a las alzas acordadas en el Acuerdo para el Empleo y la Negociación Colectiva, el marco para la negociación colectiva.
Los sindicatos y la patronal se comprometieron a llevar a cabo una subida del 4% para 2023 con la posibilidad de aumentar en otro 1% este incremento si la inflación media del año superaba esta cifra y así se está trasladando a los acuerdos salariales según refleja la citada estadística. La actualización del mes de noviembre recoge que en los convenios laborales firmados a lo largo del último año, el incremento salarial medio es del 4,14%, sin embargo, la media que incluye los firmados con anterioridad pero que tienen efectos económicos para el año en vigor se queda en el 3,49%. Una subida notablemente inferior a la pautada desde el Gobierno a través del SMI y que la CEOE y Cepyme -la patronal de las pequeñas y medianas empresas- han criticado a lo largo de los últimos meses.
Bajo el prisma de todos los acuerdos con efectos en 2023, se aprecian diferencias en función del territorio que no se corresponden con el nivel de renta de las regiones. El Ministerio de Trabajo agrupa los convenios según la localización de la Autoridad Laboral donde se haya registrado, de manera que la estadística de una comunidad autónoma agrupa tanto los acuerdos provinciales como los autonómicos. Partiendo de esta base, Murcia lidera el 'ranking' de incrementos salariales con un 5,13% de media para 2023, seguido del País Vasco, donde el aumento pactado es del 5,04% mientras que Castilla-La Mancha se sitúa a la cola con una subida del 2,78%, cerca de la Comunidad Valenciana y Extremadura.
Pero también son diferentes las subidas acordadas en función de si los acuerdos exceden o no el ámbito de la empresa, dado que los sectoriales y los territoriales recogen mayores incrementos. Los convenios de ámbito superior a la empresa con efectos económicos en 2023 comprenden un alza salarial del 3,5%, al tiempo que los que se limitan al marco de la compañía son del 3,25%. La media arroja en ambos casos un porcentaje inferior al pactado por la patronal y los sindicatos, pero cabe recordar que la mayoría de estos textos (2.344 de 3.385) fueron firmados en años anteriores, así como otros fueron rubricados antes de que los representantes de los trabajadores y de los empresarios escenificaran el acuerdo en el mes de mayo.
A pesar de que se haya puesto sobre la mesa la subida salarial media pactada en la negociación colectiva en las conversaciones del SMI, la cifra que finalmente escoja el Gobierno no repercutirá en los acuerdos salariales que ya superen el nuevo salario mínimo en sus tablas salariales. Si bien, en los últimos años este 'problema' ha sido frecuente en algunos sectores como la agricultura o la limpieza, caracterizados por tener los sueldos más bajos y en los que los sucesivos incrementos han superado incluso varios tramos de la escala salarial reflejada en los convenios colectivos antes de que los agentes sociales se citaran para negociar uno nuevo.
Además, la patronal defiende que las alzas de los rangos más bajos llevan a actualizar en la misma proporción o similar el resto de remuneraciones, pero la estadística refleja que esto no es así en términos generales. Esta tesis les ha llevado a proponer un alza del 3% con un posible incremento adicional del 1% para el SMI de 2024, es decir, que la remuneración mínima siga la misma senda de incrementos que el resto de rangos salariales. Algo que han criticado los sindicatos por considerar que son dos materias diferentes pero que, en cambio, Yolanda Díaz ha recogido para poner sobre la mesa una subida del 4% hasta los 1.123 euros al mes que de momento, no ha sido suficiente para conseguir que las patronales respalden la subida a aplicar en enero.
