La aportación del turismo a la economía nacional ha recuperado los niveles previo al estallido de la pandemia de Covid, que paralizó por completo la actividad. Su peso en el PIB volvió a situarse por encima del 12% el pasado ejercicio, después de haberse hundido desde el 12,6% que registró en 2019, el año previo al choque sanitario, al 5,8% en 2020. Esta recuperación acelerada se ha producido en medio de un contexto que sigue siendo incierto y en el que se aprecian cambios importantes en los hábitos de los viajeros que podrían tener impacto a futuro en el sector.
Un informe publicado este martes por la Fundación de las Cajas de Ahorros (Funcas) advierte de que ajustes como el menor gasto por turista o las estancias cada vez más cortas de los visitantes internacionales, en plena desaceleración económica en Europa, generan "incertidumbre" en el sector. Los últimos datos publicados por el Instituto Nacional de Estadística, relativos al mes de julio, confirmaron que la llegada de visitantes extranjeros marcó un nuevo récord, tras superar por primera vez los registros preCovid para ese mismo mes.
En concreto, llegaron al país 10,1 millones de visitantes extranjeros, un 11,4% más que un año antes y un 2,6% más que en el mismo mes de 2019. Además, el gasto que realizaron se disparó un 16% -tanto en relación al año pasado como con respecto a los registros previos a la crisis sanitaria- hasta los 13.853 millones, en un contexto que ha seguido marcado por la elevada inflación de un buen número de productos y servicios relacionados con el ocio, la hostelería y el turismo.
"Desde 2022 el turismo se ha vuelto a convertir en motor fundamental del crecimiento económico", señala en artículo de Funcas. De hecho, en el acumulado del año la media de turistas extranjeros, que en 2021 alcanzó un 20% de la registrada en 2019, en 2022 ya se situó en el 82% de esa cifra de referencia, y en 2023 alcanzó el 99%. La fundación recuerda que los empresarios del sector ven con "alguna inquietud" el futuro próximo por las perspectivas de desaceleración de la economía europea, la competitividad cada vez mayor del mercado turístico internacional y por los posibles cambios en los comportamientos de los turistas que "afectarían a la demanda de servicios que ofrece el sector".
Cambios en el comportamiento de los viajeros
Las estadísticas constatan que hasta julio se redujo el número de turistas procedentes de Reino Unido, Alemania y los países nórdicos en relación al mismo periodo de 2019 y que estas nacionalidades son las que, de media, gastan más por persona. Por otro lado, la demanda turística de británicos y alemanes es menos estacional y se extiende a lo largo del año, algo que resulta "particularmente favorable" para las empresas porque distribuye la demanda a lo largo de todo el año.
Se aprecia, además, una reducción de las estancias, de modo que las de dos semanas, que eran mayoritarias hasta hace un tiempo, se reducen en favor de estancias entre los 4 y los 7 días. Si esta tendencia se mantiene, podría contrarrestar el efecto positivo de la recuperación en el número de viajes sobre los ingresos totales del sector, dado que estas últimas estancias implican gastos más moderados.
En el caso de los turistas nacionales el comportamiento es diferente y hasta el tercer trimestre de 2021, el número de viajes de turismo nacional no igualó las cifras de 2019. El informe pone el foco que, si bien los viajes en periodo estival han recuperado los registros prepandemia, en el caso de los que se realizan fuera de este periodo esto todavía no se ha conseguido, lo que "agudiza la estacionalidad del sector." Los residentes en España, además, experimentan un leve aumento de sus estancias medias, entre el 3% y el 6%, dependiendo del mes desde el verano de 2021 en relación a la duración media en igual periodo de 2019.
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