No hay stock

Las ventas de coches nuevos se gripan: seis meses de espera por falta de chips

El desabastecimiento de componentes retrasa las entregas de automóviles en las principales marcas, que sufren la crisis de los semiconductores, que se ha visto agravada por la pandemia.

Fábrica de coches. AUDI (Foto de ARCHIVO) 16/11/2020
¿Concesionarios en apuros? Hasta seis meses de espera por la escasez de chips.
AUDI

Si está pensando en comprar un coche y tiene la intención de disponer de él lo antes posible, quizás no sea el mejor momento para embarcarse en la aventura. Los bajos niveles de producción de componentes han provocado que los concesionarios queden 'a merced' de los pocos vehículos de los que disponen en stock. Basta con hacer una llamada para comprobar que es prácticamente imposible hacerse con un coche nuevo a corto plazo. Dependiendo de la ubicación geográfica, el tiempo de espera para la entrega de un vehículo recién matriculado varía desde dos hasta seis meses. Todos los concesionarios de diferentes marcas consultados por La Información coinciden en la misma explicación: hay componentes que se fabrican en menor cantidad y esto afecta "de lleno" al negocio.

Los datos publicados por la Asociación Española de Fabricantes de Automóviles y Camiones (Anfac) corroboran lo expresado por los comerciales automovilísticos: la producción de vehículos cerró 2021 con una significativa caída del -7,5%, con un total de 2.098.133 unidades. La crisis de los semiconductores, agravada por la pandemia, ha generado que durante el último año se haya llegado a niveles incluso inferiores a 2020, cuando algunas fábricas cerraron hasta dos meses. Si se comparara con 2019, cuando la producción cerró con 2.822.360 unidades, la fabricación de vehículos se ha reducido en 724.000 automóviles, un 25,6%.

¿Cuál es la situación que viven las 'tiendas de coches'? En un concesionario de Dacia situado en la provincia de Sevilla, La Información se interesa por un modelo nuevo de Duster, con motor diésel: habría que pedirlo y llegaría como muy pronto en tres meses. "No hay nada de nada en stock", dicen. La marca ofrece, a cambio, uno con motorización de gasolina, pero admite que no llegaría hasta abril. No es una excepción: otro expositor situado en A Coruña advierte del mismo problema: "El coche podría llegar en abril".

Renault, del mismo grupo, sufre contratiempos similares. Preguntando por un modelo estándar, un Megane con motor de diésel, la marca no es demasiado optimista: "Este modelo llegaría como mínimo en junio", sentencia un comercial que atiende el teléfono. Audi tampoco se queda al margen. En un concesionario del norte de Madrid reconocen que el Q7 nuevo podría tardar de cuatro a seis meses. Tampoco es fácil conseguir coche en un centro de Seat, donde no hay modelos nuevos de la última versión del Ibiza. Podrían tardar tres meses en llegar. Aquí también admiten que no cuentan con vehículos de kilómetro cero.

En un concesionario de BMW de la provincia de Ávila demandamos un 118d totalmente nuevo, diésel y de color negro. El comercial asegura que solo le queda uno blanco: "Habría que pedirlo a fábrica y tardaría en llegar unos 3 meses". Le preguntamos cuáles son los componentes que escasean en este modelo. Después de echar un vistazo a la web achaca la escasez de este coche a la falta de elementos como el acceso de confort, el control de crucero activo (radar del vehículo), el cargador inalámbrico y los altavoces.

Un concesionario de Fiat situado en Barcelona no puede ofrecer un modelo Tipo con una demora menor de cuatro meses: "Antes, los coches podían tardar como mucho diez semanas. Ahora, no hay stock". Tampoco lo hay en otra planta de Nissan de Jaén: "Las unidades nuevas pueden tardar de tres a seis meses dependiendo del modelo". Un comercial de este centro reconoce que esto repercute en las ventas: "Los clientes tienen menos opciones". Ambos acusan del problema a la crisis de los microchips, que tan duramente ha golpeado al sector del automóvil: "Interfiere en todos los materiales que requieren chips, como los interruptores".

Las islas tampoco están exentas del problema. En un concesionario de KIA de Santa Cruz de Tenerife no escapan de la crisis de los chips. Su comercial es clara: no es posible adquirir un Sportage con motor diésel. "Tardaría entre cuatro o seis meses en llegar". Tampoco es posible adquirir un coche de forma urgente en Hyundai. Una planta de Castellón no da una respuesta esperanzadora a la hora de poder disponer pronto de un modelo i30: la espera sería de al menos 120 días.

La escasez de componentes casa con los datos publicados por la patronal de concesionarios, Faconauto. Según refleja la asociación, las matriculaciones de vehículos en España en el pasado mes de enero cayeron un 3,62% respecto al mismo mes de 2021. Esta bajada 'asusta' al presidente de la asociación, Gerardo Pérez, que avisaba este lunes de que si se mantenía este ritmo, se acabará por tercer año consecutivo en unas 870.000 matriculaciones, lo que podría provocar la destrucción de entre 5.000 y 7.000 puestos de trabajo.

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