La subida de los tipos de interés ha sido un revulsivo para el negocio bancario desde la segunda mitad del ejercicio de 2022 hasta ahora. Nadie duda del efecto catalizador en el margen de intereses por la repreciación del crédito, especialmente para aquellas entidades con una fuerte exposición al negocio minorista. No obstante, y de cara a 2024, se espera que la economía se ralentice y con ello haya una menor visibilidad entre los inversores, mientras que los costes seguirán evolucionando al alza por una inflación todavía elevada.
En ese escenario, los analistas del sector apuntan que la banca de inversión será la primera en sufrir los recortes en el gasto, ante un deterioro del cobro de comisiones, un proceso en el que no se descarta que haya incluso algunos recortes de empleo.
Y esto ha hecho que los grandes grupos bancarios europeos esperen que los gastos anuales para el sector sean un 10% más altos que los registrados en 2022 de acuerdo con las provisiones que manejan. Como consecuencia de ello, el equilibrio entre ingresos, con un ciclo que será suficientemente largo, y los costes amenaza con convertirse en negativo. Esto aumentaría la presión entre las entidades por reducirlos. ¿Qué cifran manejan los bancos? El cálculo realizado por estas entidades europeas sitúan que los gastos superen los 300.000 millones de euros para el periodo 2023-2024. Con respecto a 2023, el incremento registrado en 2024 sería del 1%.
Estas estimaciones también las habrían llevado a cabo entidades españolas. En concreto, BBVA calcula que la cifra será del 8%, una cifra elevada pero menor que el incremento de los gastos de explotación para BBVA en los nueve primeros meses del año, que ha sido del 18%. La entidad estaría afectada por la hiperinflación que golpea a algunas regiones, como es Turquía. Bankinter también habría dado a conocer sus estimaciones con una subida del 5%.
Esta situación ha hecho que el sueco SEB, Skandinaviska Enskilda Banken, ya contemple un 2024 en el se produzca una mayor debilidad en el crecimiento de los ingresos brutos, tanto por comisiones como por otras partidas, junto con crecientes deterioros del crédito. En su opinión, 2024 podría llevar a los bancos a impulsar recortes en los costes en un intento de minimizar el impacto de su rentabilidad.
Precisamente, la presidenta del Banco Central Europeo (BCE), Christine Lagarde, ha advertido este jueves, que "la rentabilidad de los bancos se verá afectada negativamente por el aumento de los costes de financiación, como consecuencia de tasas de política más altas, y por volúmenes de préstamos mucho más bajos". No hay que olvidar que el organismo ha situado el precio oficial del dinero en la eurozona en el 4,5%, en la última reunión acontecida en octubre.
Todo ello con una combinación duradera de bajo crecimiento, por el efecto del incremento del dinero en la eurozona, junto con un coste más elevado de la deuda, por el efecto de los tipos en el euríbor, el índice al que se referencian las hipotecas a tipo variable, seguirá ejerciendo presión sobre los hogares y las empresas vulnerables, lo que podría provocar un aumento de los préstamos en mora.
Las divisiones de banca de inversión, las primeras afectadas
Como consecuencia de ello, las divisiones de banca de inversión de las entidades podrían ser las primeras áreas en las que los bancos comiencen a recortar, si es necesario, puesto que, como recuerda SEB, es un negocio muy relacionado con la actividad. Según Johan Torgeby, preidente de SEB, "la banca de inversión es un área en la que normalmente se ajusta la plantilla o la capacidad al tipo de entorno predominante". El directivo dejó la puerta abierta a llevar a cabo estas acciones dependiendo del tipo de obstáculos a los que tengan que enfrentarse el próximo año.
De hecho, el nuevo plan estratégico de Societe Generale, anunciado en septiembre, se centró también en eficiencias, recuerdan los analistas de Bloomberg. Barclays estaría marcando el camino a seguir. A principios del tercer trimestre diversas fuentes apuntaron que el banco londinense planeaba despedir a alrededor del 5% del personal orientado al cliente en la división de trading, así como a algunos 'brokers' a nivel mundial como parte de los recortes. La entidad británica ha tenido que hacer frente a una caída de los ingresos por menores operaciones debido a la volatilidad desatada por la invasión rusa de Ucrania.
