En Regulación desde 2017

Bacigalupo se resiste a rotar a la sala de Competencia como pide Cani Fernández

La presidenta del organismo supervisor se ha propuesto que los consejeros del regulador vuelvan a respetar las rotaciones cada dos años, como marca el reglamento interno.

Cani Fernández
Cani Fernández
Europa Press

Si por algo se ha caracterizado Cani Fernández desde su llegada al frente de la Comisión Nacional de Competencia (CNMC) ha sido por su destreza en lidiar con mano izquierda cada foco de conflicto que haya desafiado al regulador. En las últimas semanas, la presidenta del supervisor ha encarado un nuevo frente que, esta vez, atañe a una cuestión de gobernanza interna. La presidenta de la CNMC entiende que ha llegado el momento de que el consejero Mariano Bacigalupo, abandone la dirección de la Sala de Supervisión Regulatoria y pase a integrarse en el área de Competencia, un salto al que el consejero se ha resistido durante los últimos dos años.

No hay una ley que obligue a los consejeros a cambiar de sillones pasado un plazo determinado, pero la rotación sí se recoge en el reglamento interno del supervisor. Y este dicta la conveniencia de que los consejeros pasen de una sala a otra en el transcurso de dos años. Según este calendario, Bacigalupo lleva pendiente de rotación desde hace tres años. Tanto el consejero de Regulación, como sus homólogas en la Sala de Competencia Pilar Canedo y María Ortiz, llevan en el mismo área desde su desembarco en el regulador, la primera desde 2017 y la segunda desde 2013. Fernández se ha propuesto que los consejeros vuelvan a acatar este punto del reglamento interno cuanto antes, según fuentes conocedoras consultadas por La Información.

Tanto Bacigalupo como Canedo entraron en el regulador con el consenso del PSOE y Ciudadanos, que propusieron a los dos consejeros, respectivamente. Ortiz se incorporó años antes, en 2013, a propuesta del Partido Popular y fue renovada en su puesto por un periodo de seis años en 2017 (hasta junio de 2023). La última renovación del consejo de la CNMC diluyó la influencia del PP en el organismo supervisor, que perdió todo su peso en las áreas clave de energía, transportes y telecos.

Ni Canedo ni Bacigalupo han mostrado desde entonces especial interés en cambiar de sala, según las fuentes consultadas. Pero desde el nombramiento de Teresa Ribera como ministra para la Transición Ecológica, la presencia de Bacigalupo en la Sala de Supervisión Regulatoria pasó a ser foco de debate, tanto dentro como fuera del Congreso, toda vez que Bacigalupo, además de un experto en la regulación del sector energético nacional, es el marido de la vicepresidenta tercera. 

Hasta la llegada de Cani Fernández todo quedó en casa, pero la presidenta del regulador no está dispuesta a que los entresijos de la CNMC figuren en la lista de reproches contra el Gobierno de Pedro Sánchez. La polémica situación cobró especial relevancia cuando, en el año 2019, el Consejo de Ministros a propuesta del ministerio que dirige Ribera, devolvió al área de Supervisión Regulatoria de la Comisión plenas competencias en materia de energía, como la fijación de los peajes y cánones que de repercuten en las tarifas de luz y gas. 

El interés de Fernández en que el consejero se mude a Competencia excede lo meramente profesional, según trasladan fuentes próximas a la ministra a este medio, pues en su larga trayectoria en regulación, Bacigalupo ha dado muestras de su profundo conocimiento en materia energética. La CNMC, por tanto, podría verse pronto en la encrucijada de 'perder' a uno de sus mayores expertos en regulación, que pasaría a la Sala de Competencia, con menos influencia y considerada como la segunda línea de fuego dentro del organismo.

Cualquier eventual cambio en el organigrama, no obstante, deberá esperar hasta mediados del mes de diciembre. Es entonces, al calor de las vacaciones de Navidad, cuando los consejeros afectados por la rotación aprovecharán para pasar el relevo a su sustituto y asumir sus nuevas funciones. Este año, la necesidad de sellar los cambios sin alterar el día a día del supervisor es aún más fuerte dado el papel protagonista que ha asumido la sala de Supervisión a raíz de los últimos 'volantazos' en la regulación energética impulsados por el Gobierno para frenar la escalada de la factura de la luz.

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