Durante el próximo otoño

Calviño plantea que la banca asuma más riesgo para ampliar los créditos del ICO

La dotación de 100.000 millones aprobada a los pocos días de decretarse el estado de alarma está a punto de agotarse, pero aún existe demanda embalsada. 

De cara al otoño
Calviño plantea que la banca asuma más riesgo para ampliar los créditos del ICO. 
EFE

"Se necesita más liquidez". Esta es una de las máximas que desde la banca y las empresas se lleva semanas gritando a los cuatro vientos. Para las entidades financieras los 100.000 millones de euros en avales que otorgó el Gobierno al comienzo del estado del alarma y que están a punto de agotarse no son suficientes y el mercado está ávido de más garantías públicas. La necesidad de ampliar las ayudas se da por descontada pero el Gobierno quiere que las entidades financieras privadas asuman más riesgo para que el ICO puede reducir la cobertura de sus avales, que en esta primera fase ha llegado a alcanzar el 80% del importe del crédito.

El gobernador del Banco de España, Pablo Hernández de Cos, señalaba este mismo martes en su comparecencia en la Comisión de Reconstrucción del Congreso de los Diputados que era "altamente probable que fuera necesario la extensión" de la línea, algo que ya está en la mente de Nadia Calviño, vicepresidenta de Asuntos Económicos. Eso sí, el Ministerio de Economía quiere que la banca no se limite a canalizar el crédito sino que se comporte con un mayor espíritu empresarial y comparta con el Estado de manera más equitativa el riesgo de la futura inversión crediticia avalada por el ICO, según han comentado fuentes oficiales a  La Información.

Cabe recordar que la línea de avales ahora vigente, que se reparte por cuota de mercado entre las diferentes entidades, cubre entre un 60 y un 80% del riesgo en función del tamaño de la empresa y el objetivo de la financiación. Los bancos presionaron desde un inicio para que el porcentaje fuese aún más elevado, siguiendo el modelo marcado en Alemania que llega hasta el 100% en ciertos casos, pero ahora será rebajado, según apuntan las mismas fuentes. 

Además, el futuro programa tendrá por objeto ayudar a la concesión de liquidez de empresas que deben cumplir criterios "más específicos", si bien desde un inicio este tipo de "ayudas" fueron dirigidas directamente a empresas que son viables y no contaban con problemas antes de la crisis de la Covid-19. Esta iniciativa estuvo destinada a paliar "la posible reticencia de los intermediarios financieros a incurrir en mayores riesgos en un contexto como el actual", decía Hernández de Cos, algo que ha permitido mantener la vitalidad en la concesión de préstamos. 

Tanto ha sido así que en el mes de abril se batieron importantes récords de financiación, con datos que evidencian un repunte interanual de casi el 90% del flujo de nuevo crédito concedido por las entidades bancarias a las empresas. Ahora, la pelota está sobre el tejado de Economía, que hace apenas unos días negaba la posibilidad de aumentar la línea de avales pero que, según confirman fuentes conocedoras, la presión ha hecho que reconsideren esta opción incluyendo algunos cambios. "¿Por qué no ajustar los parámetros si lo consideramos necesario para que la liquidez vaya a empresas que son realmente solventes?", señalaba el gobernador del Banco de España este miércoles en un encuentro digital organizado por Esade. 

Para los financieros, resulta necesario poder garantizar la financiación a medio plazo. Es decir, la línea que ahora está a punto de agotarse sirvió para sustentar a las empresas durante el periodo de confinamiento, pero desde el Banco de España se apunta directamente a la necesidad de mantener una línea durante esta segunda fase en la que ahora nos encontramos, la  de recuperación. En concreto, y de acuerdo con un método selectivo, las empresas que más dificultades están encontrando a la hora de acceder a la financiación son las más pequeñas, que serían las que a juicio de la institución necesitan de mayor apoyo público. 

"Resulta necesario restablecer paulatinamente los incentivos para que los recursos financieros se reasignen hacia las empresas y sectores que pueden contribuir en mayor medida a la recuperación de la actividad y el empleo", señalaba Hernández de Cos en el Congreso de los Diputados. Ello se debería llevar a cabo a través de la priorización en el acceso a estos recursos de aquellas entidades con perspectivas sólidas de viabilidad una vez superada la actual fase crítica. Para las que no cumplan estos criterios, "concedamos subvenciones, pero no financiación", señalaba. 

Hasta el pasado miércoles, últimos datos oficiales del Ministerio de Asuntos Económicos, la línea de garantías públicas había dado lugar a 578.000 operaciones con 53.917 millones de euros de avales que habían servido para movilizar una financiación total de 70.484 millones de euros. La mayoría de las operaciones ha ido dirigidas a los sectores del turismo, el ocio o el consumo, algunos de los sectores más afectados por el parón económico de la pandemia. En cambio, las cuantías que se están firmando en los bancos son mucho mayores y, tras la activación hace unos días del último paquete de garantías públicas, ya estarían a punto de agotarse. 

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