La hoja de ruta del Banco de España

El BdE pide una nueva reforma laboral y de las pensiones para la reconstruccción

Advierte de que retirar prematuramente medidas como los ERTE o el programa de avales del ICO podría tener efectos negativos sobre la supervivencia del tejido productivo.

Pablo Hernández de Cos, gobernador del Banco de España en su comparencencia en la Comisión de Asuntos Económicos en el Congreso de los Diputados.
Pablo Hernández de Cos, gobernador del Banco de España, en el Congreso.
EFE

La reconstrucción de la economía española tras el embate de la pandemia exigirá al Gobierno de España abordar un buen puñado de reformas estructurales entre las que, según el gobernador del Banco de España, Pablo Hernández de Cos, no se podrá evitar abordar dos de las más emblemáticas y controvertidas: la del mercado laboral y la del sistema de pensiones. Así lo ha avanzado este martes el principal responsable del supervisor bancario español en su comparecencia ante la Comisión de Reconstrucción del Congreso de los Diputados, dentro de la ronda de comparecencias de expertos y personalidades institucionales que está teniendo lugar durante los últimos días.

El gobernador del Banco de España ha advertido de que tras la primera reacción a la crisis, ésta entra ahora en una segunda fase en la que resultará crítico avanzar en el desarrollo de una agenda de reformas urgente, ambiciosa, integral, con visos de permanencia y evaluable, que por sus características y por la necesidad de que alcance varias legislaturas debería abordarse en su opinión con un amplio consenso político. En esa agenda deberán abordarse, en opinión de la institución, tanto las reformas estructurales largo tiempo aplazados como aquellas otras que contribuyan a situar al país en el camino de su modernización y a adaptarse a los cambios estructurales que ha provocado ya en la economía la Covid-19.

"Se hace necesaria la definición de una agenda ambiciosa de reformas estructurales, dirigida a aumentar el crecimiento potencial de la economía", ha enfatizado el gobernador del Banco de España, que además ha instado al Gobierno a acelerar su definición y su difusión pública ya que entiende que comunicarla a la sociedad y a los mercados tendría efectos positivos incluso de cara a su implementación. Es éste un mensaje muy reiterado por todos los actores que tienen contacto directo con los inversores y con las autoridades internacionales, que valoran de forma singular la certidumbre y la previsibilidad de la actuación de los países en este tipo de situaciones. Desde el área económica del Gobierno, sin embargo, no parece haber prisa ni por poner encima de la mesa ese plan de reformas - para lo que esperan entre otras cosas a la conclusiones de la comisión parlamentaria - ni por revelar cómo y en qué plazo prevén devolver las cuentas públicas a su equilibrio - para lo que esperan a los informes del 'spending review' de Airef y a la resolución de la negociación sobre el fondo europeo de reconstrucción-.

Dentro de esa agenda, Hernández de Cos ve inevitable abordar las dos grandes reformas que marcaron la salida de la Gran Crisis y que una vez más aparecen en el horizonte: la laboral y la de las pensiones. En el caso de la reforma laboral, y más allá de la refriega sobre la reversión o no del marco diseñado por el Gobierno de Mariano Rajoy en el año 2012, el Banco de España apunta a la eliminación de las actuales tasas de temporalidad del mercado de trabajo. "Reducir la dualidad - la segregación del mercado laboral entre fijos y temporales - es ineludible", ha dicho y para ello ha puesto sobre la mesa de los congresistas ideas como la controvertida mochila austriaca - que permite acumular por anticipado una parte de la eventual indemnización por despido futura para poner ejemplo hacer un plan de formación-, los contratos con indemnización por despido creciente o la reordenación de los costosos incentivos a la contratación existentes para orientarlos en exclusiva a aquellos colectivos con mayor riesgo de exclusión, entre los que ha citado las personas con mayor edad y menor formación.

El Banco de España cree asimismo que la hoja de ruta de la reconstrucción, que desde la perspectiva de Hernández de Cos es inseparable de un programa de consolidación fiscal que permita al país retornar a niveles de endeudamiento y déficit público asumibles, no podrá esquivar la reforma del sistema público de pensiones. "Tras la suspensión de la aplicación de los mecanismos compensatorios incluidos en la reforma de 2013, serán precisas medidas adicionales para garantizar la sostenibilidad futura de las pensiones", ha trasladado el gobernador a los diputados. 

En este punto ha asegurado que el Gobierno deberá fijar "el nivel de prestaciones que debe proveer el sistema público de pensiones" y seguir el camino que ya han transitado otros grandes países europeos como Alemania, Suecia e Italia en el sentido de incorporar mecanismos de ajuste entre la esperanza de vida y el nivel de prestaciones o la edad de jubilación para estabilizar el sistema. En otras palabras, que si al Gobierno no le gusta el actual Factor de Sostenibilidad de la reforma de 2013, que debería haber entrado en vigor pero cuya aplicación está suspendida 'sine die' que no derogada, tendrá que buscar otro elemento similar para garantizar lo que ha llamado la equidad intergeneracional del sistema y que a grandes rasgos significa no cargar a las generaciones futuras el ajuste en el sistema que se puede abordar ya.

Mantener los ERTE y los avales para empresas viables

Un ambicioso programa de reformas estructurales a medio plazo, y a corto plazo, mantener de forma selectiva buena parte del esquema de protección pública dispuesto en el primer golpe de la crisis para impedir la destrucción de tejido productivo solvente y encarrilar el camino de la reconstrucción. "Apoyar la recuperación aconseja no efectuar una retirada prematura de las medidas de apoyo, pues esto aumentaría el riesgo de que el crecimiento económico sufriera daños más duraderos", ha subrayado.

Hernández de Cos ha abogado ante la Comisión para la Reconstrucción por mantener "algunos de los instrumentos de apoyo para los hogares más vulnerables", si bien entiende que deben focalizarse mejor para que "no distorsiones sus decisiones, por ejemplo, de participación laboral". De otro modo, que los planes de protección de rentas a personas que se quedaron sin empleo por la pandemia no inhiban su búsqueda de empleo. El gobernador del Banco de España también se ha mostrado partidario de prolongar de forma selectiva la protección de los ERTE por causa de fuerza mayor, si bien focalizados en los sectores y las empresas más afectados por las restricciones a la movilidad que a buen seguro se van a mantener durante esta etapa de 'nueva normalidad'.

El Gobierno no debería quedarse ahí si quiere alentar la recuperación de la economía, ha advertido el gobernador del Banco de España, sino que debería dar un paso más allá y facilitar a las empresas el contexto más favorable para impulsar su reactivación. ¿Cómo? Por ejemplo modificando la legislación sobre quiebras para facilitar que empresas solventes no desaparezcan por la crisis del coronavirus y también evitando poner más restricciones que las estrictamente legales para que las empresas puedan adaptar sus plantillas a sus necesidades reales a través de la negociación colectiva.

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